Más salvadoreños que mexicanos en cortes de inmigración
También se alcanzó otro record, con más de 617,000 casos pendientes.
Por primera vez desde que se mantienen cifras en tribunales de inmigración, los casos de personas de El Salvador superaron a los de México, y estos ahora pasaron al segundo lugar.
Más de 134,645 salvadoreños están en proceso en una de estas cortes civiles, que procesan casos de asilo, deportación y beneficios migratorios.
La cifra supera levemente la de 134,467 mexicanos en la misma circunstancia, seguidos por 102,532 guatemaltecos.
El Salvador, con su problema de violencia extrema y amenazas de las maras hacia sus jóvenes y mujeres, ha visto un creciente éxodo de personas buscando refugio en otros países de la región.
La migración de México, por otra parte, ha venido reduciéndose en los últimos años.
Las cifras fueron publicadas esta semana por TRAC, el proyecto de análisis de datos de la Universidad de Syracuse.
Cortes al borde del colapso
Las cifras de las cortes hasta finales de julio también revelan que el rezago de casos sigue aumentando a pesar de que el gobierno ha intentado tomar medidas para reducirlo.
En abril de este año, el procurador de la nación Jeff Sessions anunció que se aceleraba la contratación de jueces de inmigración para atacar la gran acumulación de casos pendientes en esas cortes, anunciando que se contratarían 50 este año y 75 el próximo.
Por el momento, sin embargo, estas intenciones no se han traducido en resultados: las cifras más recientes indican que el rezago en los tribunales civiles de inmigración sigue creciendo.
De nuevo, como cada vez que surgen nuevas cifras, la cantidad de casos pendientes rompe record: 617,000 migrantes tienen un asunto pendiente en una corte de inmigración.
La presidenta de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración, Dana Leigh Marks, dijo que la contratación de jueces “aliviará eventualmente los retrasos”, pero advirtió que no es un proceso rápido, sino que podría “tomar años”.
El proceso de contratación y entrenamiento hoy en día toma entre uno o dos años, sin contar el tiempo que hace falta para que un juez aprenda los vericuetos del trabajo, dijo Marks.
“Seguimos de mal en peor, hace bastante tiempo que las cortes están a punto del colapso y cada juez tiene al menos 3000 casos en sus manos“, dijo Marks en una entrevista reciente. “Este rezago ha tardado una década en crearse y no va a desaparecer tan fácimente”.
La mayoría de los jueces de inmigración son abogados que nunca han trabajado en un entorno judicial y a menudo se considera que son “nominados políticos”.