Cinco consejos de un “vengador de Internet” para que no te estafen en la red
'Wayne May' se dedica a ayudar a los usuarios que sufrieron abusos y engaños por Internet. Y estas son sus recomendaciones para no caer en las trampas de los timadores
Las estafas en Internet están a la orden del día. Pero también hay quien ocupa su tiempo en tender trampas a los timadores y a ayudar a los que cayeron en las redes de estos. Se les conoce como scam baiters o vengadores de Internet.
Wayne May (pseudónimo) es uno de ellos. No le importa mostrar su cara, pero no quiere dar su nombre real, pues a menudo recibe amenazas de muerte.
Su plataforma web, Scam Survivors (sobrevivientes de estafas), es un grupo de autoayuda en internet enfocado principalmente en los fraudes de “sextorsión” , un chantaje sexual habitual en la red.
- “Sextorsión”, el chantaje por internet que deja indefensos a cientos de miles de hombres
- “Scambating”: los voluntarios que estafan a los estafadores de internet sin ganar dinero a cambio
Junto a un equipo de voluntarios que trabajan en distintos puntos de Estados Unidos, Canadá y Europa, asegura que ha logrado gestionar más de 20,000 casos en 12 años y que recibe docenas de mensajes cada día de personas afectadas.
Y es que aunque las estafas web no son nuevas, siguen siendo efectivas en muchos casos.
“Cuando muchos acuden a nosotros, ya están muy metidos en la estafa y no tienen a quién recurrir” , le cuenta May a la BBC.
“No es que sean estúpidos, simplemente no conocen la estafa. No es algo obvio si no se ha experimentado nunca antes”.
El especialista asegura que “hay nuevos tipos de estafa aflorando constantemente” y muchos de ellos no son especialmente sofisticados.
“Uno podría pensar que no va a caer en la trampa, pero aun así sucede. Los estafadores encuentran tu punto débil”, añade.
Por eso, el primer consejo de May es que tratar de recuperar el dinero es una pérdida de tiempo.
En su experiencia, los estafados suelen desembolsar un promedio de unos $1,300 dólares, pero a veces llegan a dar mucho más.
De hecho, según explica, una vez lo contactó un hombre que le dijo que le había dado más de $650,000 dólares a su estafador, con quien sufrió un engaño amoroso.
“Lo decimos claramente: no podemos devolverte tu dinero y no podemos ofrecerte ayuda emocional. No somos psicólogos. Simplemente somos personas que sabemos cómo funcionan las estafas y cómo hay que tratar con ellas”, declara.
Algunos consejos para las víctimas:
- Corta el contacto tajantemente con los estafadores.
- No trates de perseguirlos. Recuerda que ellos tienen tus datos reales y, seguramente, información comprometedora sobre ti. No merece la pena correr el riesgo. Sobre todo, no te enfrentes a ellos.
- Si envías dinero, no hay forma realista de recuperarlo. Tienes que ser consciente de que te están estafando cuando te prometen recuperarlo o te aseguran que son una agencia que te ayudará a cambio de una tasa.
- Ponte en contacto con la policía y con organismos que puedan ayudarte.
- Comparte todos los detalles sobre la estafa que sufriste para poder prevenir a otros.
“Búscalo en Google”
Como medida de prevención, May da un consejo simple: “Búscalo todo en Google”.
Busca las imágenes que te envían y los mensajes que recibes (los estafadores suelen usar material similar una y otra vez).
Y si temes un chantaje, crea una alerta para recibir una notificación cada vez que mencionen tu nombre en internet. Si se trata de una “sextorsión”, publicarán un video en la red. Y tú sabrás directamente si ocurre para poder denunciarlo.
“Sé consciente de ello y aprende a buscarlo todo”, dice May.
El experto también aconseja que “si no estás seguro de qué hacer, no envíes dinero”.
Según le contó a la BBC una vocera de Action Fraud, el centro británico de reporte de delitos cibernéticos, solamente el 30% de los casos de fraude tienen “líneas de investigación viables”.
“Sabemos que es complicado que las autoridades investiguen estos crímenes, tenemos que maximizar nuestros recursos”, aseguró.
Aun así, especialistas como Alan Woodward, científico de computación y consejero de la Europol, dicen que es importante denunciar los fraudes a los organismos nacionales para poder aportar información sobre esas estafas.
No muestres simpatía
Algunas personas dicen que muchos estafadores se encuentran en situaciones desesperadas y que actúan desde lugares del mundo con muy pocos recursos, como algunos países africanos o Filipinas.
Pero a Wayne May no le despiertan simpatía.
“No son ningún Robin Hood”, explica. “Si usas internet para estafar a la gente, tienes dinero para usar la red, y si no tienes dinero para comer tampoco lo tienes para pasar horas en un cibercafé”.
Sin embargo, le preocupa una situación que le ocurrió una vez cuando una mujer se puso en contacto con él desde Filipinas y le intentó chantajear usando la cámara web.
Cuando él se negó, ella le preguntó si quería que invitara a su hermana.
“Llamó a una chica que no tenía más de 9 o 10 años. Eso me horrorizó”, recuerda.
“Le dije: ‘No hagas esto, ni por mí ni por nadie. No deberías hacer esto’ . Pero no pude volver a contactarla después de aquello. Tenía que desaparecer por completo”.
Y no sabe qué fue lo que le ocurrió.
“No puedo dejar que me afecte mucho, de lo contrario, no podría hacer lo que hago. Llevo haciéndolo unos 12 años y si dejara que cada caso me afectara, acabaría destrozado”.
Las estafas más comunes:
- Romántica. El estafador construye una relación romántica con la víctima y después le pide dinero a cambio usando distintos tipos de chantaje emocional.
- “Sextorsión” . Persuaden a la víctima de practicar sexo a través de una webcam y después le piden dinero a cambio para no publicarlo en internet o enviar el material a sus seres queridos o contactos de redes sociales.
- Mascotas . Se vende una mascota por internet, te piden el dinero para poder comprarla, pero la mascota no existe.
- Sicarios . Alguien dice ser un asesino a sueldo a quien le pagaron para matarte. Después dice que si estás dispuesto a pagar más, no te matarán.
- Golpe “419“ . Se llama así porque es el número de un artículo penal de la justicia nigeriana que sanciona estafas. Pide dinero a cambio de un falso pretexto, por ejemplo, una herencia ficticia.