Editorial: Menos impuestos para los más ricos

Es importante exigir a los congresistas republicanos que por sobre todo tienen que defender el interés de sus representados

La reforma de impuestos presentada en la Cámara de Representantes es un regalo inmenso el sector empresarial y los más adinerados, a costa de la creación de déficits mayores. Esta propuesta, tal como está, profundizará la disparidad de riqueza que aqueja a la economía.

Es lamentable que la medida esté marcada por la saña que prevalece hacia los indocumentados, hasta el punto de perjudicar a niños que son ciudadanos estadounidenses.

La propuesta sobre el crédito impositivo infantil deja mucho que desear en general. No otorga mayor ayuda a los más pobres al limitar la cantidad de reembolso.

Lo indignante es que se le niegue este beneficio a los niños de padres indocumentados por el estado migratorio de sus progenitores. Esto merece su propia reflexión y condena.

El mayor problema económico es el de la falta de empleos nuevos bien pagados y el estancamiento salarial. Esto conduce a una baja de poder adquisitivo. La propuesta no contribuye directamente a estos aspectos.

El argumento del plan impositivo alega que los impuestos elevados son los que impiden el florecimiento de las empresas, que necesitan una reducción drástica de gravámenes para invertir en maquinarias y personal.

En realidad Wall Street registra ganancias récord y el sector corporativo tiene grandes reservas de efectivo. Si no invierte, no es por falta de dinero.

La propuesta republicana también otorga recortes de impuestos significativos para las empresas estadounidenses registradas como sociedades, LLCs y otros tipos que permiten que las ganancias del negocio sean gravadas con la tasa impositiva del dueño como individuo, en vez de como entidad comercial.

Estos negocios son el 95% de las empresas estadounidenses, incluido la organización Trump. La experiencia del Estado de Kansas indica que esta reducción impositiva alentó la formación con el único motivo de evadir, causando un gran problema al erario.

Estas dos deducciones solamente costarán billones de dólares a largo plazo. La idea es balancear aumentando los impuestos a la clase media de California, Illinois, Nueva York y New Jersey.

Esta es una retribución partidaria contra Estados que principalmente son demócratas. Es importante exigir a los congresistas republicanos que por sobre todo tienen que defender el interés de sus representados.

Esta reforma impositiva está diseñada para que las grandes corporaciones reduzcan su deuda y distribuyan ganancias entre sus accionistas en vez de crear trabajo y aumentar salarios.

Los más adinerados, a quienes se les pretende cobrar más, son los que pueden tener contadores creativos que naveguen los recovecos de la ley para abonar menos impuestos que ahora.

Esto es lo que ha ocurrido en situaciones similares a la actual. Las políticas impositivas iniciadas en la década de los ochenta condujo a una redistribución de riqueza responsable de la disparidad extraordinaria actual.

Es un error pensar que la misma fórmula dará un resultado distinto.

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