5 problemas de salud comunes de los hombres y cómo solucionarlos

Un papá sano es un papá más feliz

Los problemas de salud en los hombres se acentúan más cuando son papás.

Los problemas de salud en los hombres se acentúan más cuando son papás. Crédito: Shutterstock

Cuando pensamos en los factores estresantes psicológicos y físicos de criar a un niño, con frecuencia nos solidarizamos con las mamás. Pero muchos papás conocen demasiado bien el estrés de hacer malabarismos entre la crianza, el trabajo y la vida diaria.

“Con frecuencia, los hijos son una espada de doble filo: motivan a los hombres a buscar más ingresos para poder cuidarlos de forma adecuada, pero [trabajar más] los aleja de su familia, lo que puede resultar estresante”, comenta Marianne Legato, M.D., directora de la Asociación de Medicina según el Género de la Universidad de Columbia, en la ciudad de New York.

Tener que dividirse entre tantas actividades puede tener consecuencias para la salud, pero hay formas de mantenerse sano a pesar de las dificultades.

Te presentamos lo que debes saber sobre 5 problemas de salud habituales entre los papás, y una solución rápida que puedes probar.

“Estoy cansado todo el tiempo”

Tanto las mamás como los papás sufren de agotamiento. La investigación sugiere que los papás son igual de susceptibles a la fatiga, los problemas para dormir y la somnolencia que las mamás.

Síntomas: La somnolencia diurna y una falta de concentración son indicadores clásicos, pero los hombres también podrían notar que tienen más apetito o una falta de motivación para hacer ejercicio, señala Legato. Si tienen conductas adictivas, por ejemplo beber alcohol o fumar, también podrían aparecer estos síntomas.

Una solución rápida: Puedes mejorar la calidad de las horas que sí logras dormir si evitas el alcohol antes de irte a la cama, según Legato. Aunque el alcohol podría ser útil para quedarte dormido, podría evitar que permanezcas dormido, explica. El sueño profundo es restaurador, y ayuda a consolidar la memoria y a revitalizar la capacidad de pensar con claridad.

“No tengo tiempo para hacer ejercicio”

Los padres de niños pequeños hacen menos ejercicio que aquellos que no tienen hijos. “Los padres con hijos dependientes son sin duda más inactivos que los que no son padres”, concluyeron los autores de una revisión sobre el tema, que se publicó en la revista Preventive Medicine. Pero los estudios también sugieren que los papás que se esfuerzan por mantenerse físicamente activos no solo obtienen los beneficios del ejercicio para sí mismos, sino que tienden a tener hijos más activos físicamente.

Síntomas: Una cintura cada vez más grande podría ser una señal de que no estás haciendo suficiente ejercicio, pero también podrías notar que las actividades cotidianas, como levantarte de la mesa sin apoyarte, se han vuelto más difíciles, comenta Legato.

Una solución rápida: Intenta encontrar una hora específica en tu horario cada día para hacer ejercicio, aconseja Legato. Si tienes un gimnasio en la oficina, ve a la misma hora cada día. Pon una bicicleta estacionaria frente a la tele en la sala de estar, y úsala mientras ves las noticias de la noche. Para comenzar a ver los beneficios, tan solo necesitas aumentar tu frecuencia cardíaca durante 15 a 20 minutos al día.

“Como demasiada basura”

Cuando por fin se han acabado todas esas reuniones una detrás de otra y ya recogiste a los niños del ensayo de la banda de música, quizá tengas que utilizar toda tu fuerza de voluntad para no parar a comprar comida rápida de camino a casa, o comerte ese pastel de cumpleaños que sobró para la cena. Pero los años de malos hábitos dietéticos tienen consecuencias. Un estudio encontró que por cada hijo que se tiene, el riesgo de obesidad de un papá aumenta en un 4%.

Síntomas: El colesterol alto, la somnolencia durante el día y el aumento de peso que es gradual e implacable con el paso de los años podrían ser señales de que quizá no estés comiendo tan bien como deberías, apunta Legato.

Una solución rápida: Haz que el comer 3 comidas saludables al día sea una prioridad, sugiere John Santa, M.D., antiguo director del Centro de Calificaciones de Salud de Consumer Reports. Muchos hombres “se convencen a sí mismos de que están demasiado ocupados para el desayuno y el almuerzo, y para cuando llegan a casa, están tan hambrientos que se dan un atracón”, dice Santa, que atendió a muchos pacientes del sexo masculino mientras era médico de atención primaria en el sistema de Asuntos de Veteranos (VA) de Estados Unidos. Una dieta saludable (rica en frutas y verduras coloridas y bajas en azúcar, grasas saturadas y carbohidratos simples) se vincula con una variedad de beneficios para la salud, entre ellos un riesgo más bajo de enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, obesidad y ciertos tipos de cáncer.

“Siempre estoy estresado”

El estrés puede provocar todo tipo de problemas en el cuerpo, entre ellos tensión muscular, presión arterial alta, desequilibrios hormonales, acidez, problemas digestivos y reproductivos, y susceptibilidad a las enfermedades. Y según una encuesta de 2010 de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), un 73% de los padres afirman que las responsabilidades familiares son una fuente significativa de su estrés. Cierto grado de estrés es bueno, dice Legato, y por ejemplo puede ayudar a dejar de posponer las cosas para luego en el trabajo. Pero cuando comienzan a aparecer esas manifestaciones físicas, hay que tratarlo.

Síntomas: Un cambio en el apetito, en el peso o en el sueño es una señal de que quizá estés estresado, afirma Legato, al igual que los sentimientos de tristeza o ansiedad.

Una solución rápida: El ejercicio físico es por mucho la forma más importante de reducir el estrés, señala Legato, porque libera endorfinas que hacen que te sientas bien, te hace ser más flexible y oxigena los tejidos. Lo mejor para reducir el estrés es el ejercicio regular, medido y constante, en lugar de hacerlo con una dedicación irregular.

“Me siento inusualmente desanimado”

Las mujeres son más propensas a sufrir de depresión, pero la afección puede ser particularmente difícil para los hombres, sobre todo para los papás ocupados, porque tienden a enfrentarse a ella de forma distinta. “A los hombres les enseñan a enfrentarse a las cosas y a no quejarse”, comenta Legato, “así que la depresión se internaliza y de verdad puede destruir su salud”. La depresión baja las defensas del cuerpo contra la enfermedad y promueve la liberación de hormonas del estrés que pueden hacerte más vulnerable a la resistencia a la insulina y al aumento de peso.

Síntomas: Los hombres que experimentan depresión podrían parecer enojados o agresivos en lugar de tristes, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). Podrían recurrir al alcohol o a las drogas para aliviar su incomodidad, o quizá experimenten síntomas físicos como dolores de cabeza, un ritmo cardiaco acelerado, o presión en el pecho, problemas digestivos, o cambios en los patrones de sueño y alimentación.

Una solución rápida: Admite que estás desanimado, aconseja Legato, y pide una cita con un profesional de la salud mental para poder pensar en la posibilidad de intentarlo con la terapia cognitiva conductual (TCC), una forma de psicoterapia que frecuentemente está cubierta por los seguros médicos.

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