Roy Moore no admite derrota en Alabama y demócratas afilan estrategia para 2018

Debido a corta diferencia de votos, el republicano pidió el reconteo de votos

Moore pidió reconteo de votos.

Moore pidió reconteo de votos. Crédito: Joe Raedle/Getty Images

WASHINGTON— Con su inesperada victoria en Alabama, el demócrata Doug Jones creó un “tsunami” político para el Partido Republicano, que no perdía una contienda para el Senado desde 1992, e insufló bríos a los demócratas, que este miércoles delinearon estrategias para recuperar el control del Congreso el próximo año.

Jones se impuso, aunque por estrecho margen, ante el exjuez conservador y favorito de la Casa Blanca, Roy Moore, para ocupar hasta 2020 el escaño en el Senado que dejó vacante en febrero pasado el ahora fiscal general, Jeff Sessions.

Moore, quien afronta acusaciones de acoso sexual de menores de edad cuando él era un treintañero en la década de 1980, ha culpado a los medios por su mala fortuna y se niega a admitir derrota.

Al final, el voto de los votantes evangélicos y conservadores que obtuvo Moore, particularmente de hombres blancos, no fue suficiente para superar el tsunami que crearon los votantes de las minorías, en particular los afroamericanos, que se movilizaron a las urnas gracias al masivo esfuerzo del Partido Demócrata y organizaciones afroamericanas como la NAACP.

La paliza electoral fue especialmente humillante para los conservadores en un estado sureño y saturado de “rojo”, es decir, uno de los estados más republicanos del país, después de sufrir derrotas en estados como Virginia y Nueva Jersey en noviembre pasado.

Las acusaciones de acoso sexual contra Moore, su pobre historial de logros, y sus comentarios de intolerancia hacia las minorías, las mujeres, los musulmanes, y los homosexuales, fueron un cóctel venenoso rechazado en las urnas.

Pero, en declaraciones a este diario, Alfonso Aguilar, presidente de la Alianza Latina para Principios Conservadores, consideró que, no obstante la derrota,  Alabama es muy conservador y los republicanos mantendrán su dominio estatal.

“Su derrota es un rechazo a su candidatura y su persona.  Otro candidato republicano menos controversial hubiera ganado fácilmente; de hecho, creo que en dos años… los republicanos muy probablemente van a recuperar ese escaño”, dijo Aguilar, quien vaticinó que Trump ganará nuevamente en ese estado.

Jones tomará juramento del cargo en enero próximo, aunque el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, urgió hoy a los republicanos a que posterguen hasta enero el voto final sobre la reforma fiscal,  previsto para la próxima semana.  En enero de 2010, los republicanos hicieron esa misma petición respecto a “Obamacare” hasta instalar en el cargo al senador Scott Brown.

¿Habrá recuento de votos?

En un breve discurso anoche en un hotel céntrico de Birmingham, Jones adoptó un tono conciliatorio, mientras que el de Moore fue de desafío, argumentando que esperará al cómputo final de votos y la certificación de resultados, y lo dejará todo “en manos de Dios”.

El secretario de Estado de Alabama, John Merrill, tiene previsto certificar los resultados entre el 26 de diciembre y 3 de enero próximos,  pero Moore sugirió que podría solicitar un recuento, demorando el proceso.

Bajo una ley estatal de Alabama, las autoridades hacen un recuento de votos automático cuando la diferencia entre dos candidatos es de .5%, pero en este caso, es de al menos 1,5%. No obstante, un candidato puede solicitar un recuento si la diferencia es mayor, pero el gasto sale de su bolsillo.

Merrill dijo anoche a la cadena CNN que, aún con el conteo final de votos de miembros de las Fuerzas Armadas, es poco probable que se revierta la tendencia a favor de Jones.

Derrota para Trump y Bannon

La impensable victoria de Jones fue un “moretón” para el presidente Donald Trump y para su exasesor político, Steve Bannon, que desde el año pasado ha venido montando una campaña contra el “establishment” republicano.

Trump, cuya popularidad está por los suelos a nivel nacional,  inicialmente trató de distanciarse de Moore, pero posteriormente se volcó de lleno a apoyar su candidatura, argumentando que el Senado necesitaba a alguien como Moore para avanzar su agenda, y no un “títere” del liderazgo demócrata como Jones.

Esta mañana, en Twitter, matizó que respaldó en las primarias a Luther Strange porque consideró que Moore sería incapaz de ganar la elección especial.

“Tenía razón! Roy trabajó duro pero las cartas estaban en su contra!”, dijo Trump, nunca dispuesto a admir errores o derrota.

Anoche, en un mensaje en Twiiter, inusual por la falta de ataques, Trump felicitó a Jones y afirmó que los republicanos tendrán oportunidad de recuperar el escaño en tres años.

Para Bannon, desdeñado por el “establishment” republicano, también ha sido un golpe porque la mayoría de sus candidatos no ha llegado muy lejos.

Aupado por las minorías

Jones ganó con el apoyo de las mujeres y dos terceras partes del voto minoritario y, sin duda, los afroamericanos lo catapultaron a la victoria, gracias al enorme esfuerzo de movilización del Partido Demócrata.

Los afroamericanos son casi el 30% del electorado en Alabama, pero el 97% de las mujeres y el 92% de los hombres en este bloque votaron por Jones.

Charles Barkley, una antigua estrella del baloncesto de la “NBA”, dijo anoche en CNN que la contienda en Alabama no sólo aporta lecciones para el Partido Demócrata, que durante mucho tiempo ha dado por sentado el apoyo de las minorías, sino que también sirve como un “llamado a la acción”.

“Es hora que (los demócratas) levanten el trasero y comiencen a mejorar las vidas de los negros y la gente pobre”, dijo.

Los latinos conformaron en 2016 el 4% de la población y cerca del 2% de los tres millones de votantes en Alabama, y aunque las encuestas no revelan su inclinación en esta contienda,  a nivel nacional suelen alinearse más con los demócratas.

En conferencia telefónica con periodistas, el presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), Tom Pérez, afirmó que los días en que su partido daba por sentado el voto de las minorías “han quedado atrás”, y que, de cara a 2018, movilizarán a todos los bloques de su base en “todo código postal”.

“Creo que hay muchas lecciones, y la número uno es que tenemos que tener una estrategia de acercamiento de doce meses… esto no fue algo de derecha contra izquierda, sino de lo correcto contra lo incorrecto“,  dijo Pérez.

En Alabama, el partido invirtió un millón de dólares para campañas publicitarias y de movilización del voto de los afroamericanos, las mujeres y los jóvenes, que formaron parte de la coalición que llevó a la victoria a Barack Obama en 2008 y 2012.

Y no solo fue aprovechar el escándalo político de Moore sino trasladar el mensaje de que el partido luchará por la cobertura médica, buenos empleos, y la inclusión racial, aseguró Pérez.

Al parecer, el Partido Republicano hizo caso omiso de su propia “autopsia” tras su derrota de 2012, cuando reconoció que, ante los cambios demográficos en EEUU, debía hacer más por acercarse a las minorías, consciente de que, a futuro, no podía depender únicamente del voto de los hombres blancos mayores.

Según proyecciones del Censo, para 2050, los blancos pasarán a ser minoría, mientras los hispanos, afroamericanos y otras minorías serán un bloque mayoritario y con más fuerza política.

Impacto en el Senado

Con el arribo de Jones en enero, el Senado quedará repartido entre 51 republicanos y 49 demócratas e independientes, lo que aumentará las presiones para trabajar de forma bipartidista.

La aritmética no estará de lado del líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell: dos disensiones en sus filas bastarán para torpedear la aprobación de cualquier proyecto de ley.

Los republicanos arrastran desde 2010 la promesa de desmantelar “Obamacare” y, tras varios fallidos intentos desde que Trump asumió el poder, piensan intentarlo de nuevo el próximo año.

El Senado también tiene otras asignaturas pendientes en 2018, incluyendo el aumento del límite de la deuda, y un acuerdo presupuestario a largo plazo, que requerirán apoyo demócrata.

Jones, quien ha expresado apoyo a los “Dreamers”, ha dicho que buscará consenso con los republicanos, y ha dejado entrever que, al igual que los senadores demócratas, Heidi Heitkamp, de Dakota del Norte y Joe Manchin, de Virginia Occidental, no siempre seguirá la línea del partido.

Arma electoral para demócratas

El triunfo de Jones insufla optimismo a los demócratas para continuar ganando contiendas en bastiones republicanos, y recuperar el control de al menos una de las dos cámaras del Congreso.

Su mensaje es que los republicanos que apoyaron a Moore de forma directa o con su silencio, poniendo la lealtad del partido por encima de la “decencia” moral, lo pagarán en las urnas.

Las declaraciones de republicanos a favor de Moore serán, sin duda, un arma en campañas publicitarias.

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