Madre inmigrante está en refugio que es a la vez su prisión
Guatemalteca y sus 3 hijos estadounidenses cumple 4 meses en iglesia santuario de Washington Heights
NUEVA YORK.-La madre guatemalteca Amanda Morales Guerra, de 33 años junto a sus hijos, cumplió este domingo 4 meses de estar refugiada en la iglesia Santa Cruz, de Washington Heights, en su desesperado intento por evitar la orden de deportación.
La mujer es considerada “fugitiva” por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), por cuanto tiene orden de deportación dictada por un juez de migración de Texas.
Activistas de la coalición Nuevo Santuario, líderes comunitarios, los sacerdotes Luis Barrios y Juan Carlos Ruíz, el concejal Ydanis Rodríguez, la asambleísta estatal Carmen De La Rosa y otros funcionarios elegidos, solicitaron que las autoridades migratorias tengan clemencia y hagan justicia con Morales Guerra junto a sus hijos Dulce de 10 años, Daniela de 7 y David de 2, los cuales nacieron en Estados Unidos.
Los defensores coincidieron en que acudieron a la iglesia para unir sus voces y solicitar nuevamente a ICE que a Morales Guerra se le permita a permanecer en este país al igual que todas las personas que están en vías de la deportación y que no podrán estar en casa con sus familias en esta próxima Navidad por culpa de la política migratoria de la Administración Trump.
“Hoy se cumplen 4 meses desde que Amanda Morales ha estado en santuario en la iglesia Holy Rood. El reverendo Luis Barrios, el Movimiento Nuevo Santuario y yo respaldamos a Amanda, que no es diferente de muchos de los inmigrantes que viven hoy bajo el temor y la incertidumbre infligidos por esta administración al empoderamiento de las medidas duras e insensibles de Ice”. Dijo la asambleísta Carmen De La Rosa. “A pesar de estos días de turbulencias y continuos ataques contra la comunidad de inmigrantes, debemos continuar resistiendo y no renunciar a nuestro derecho humano ya otorgado de defendernos a todos los posibles costos”.
Originaria del Departamento de Peten, Guatemala, Morales Guerra, de 33 años, emigró a Estados Unidos en 2004 a causa de amenazas de secuestro. En agosto de este año, concurrió a una cita ante las autoridades de inmigración y fue notificada que había una orden de deportación en curso y se le ofrecía la opción de abandonar el país por su cuenta o, caso contrario, atenerse a que podía ser detenida y deportada de inmediato.
Fue así que el 17 de agosto, Amanda tomó la decisión de refugiarse junto a sus hijos en la iglesia Santa Cruz y desde entonces ha desestimado dar declaraciones a los medios. Aunque aparentemente está bien, se conoce que la madre sufre de depresión y tiene episodios constantes de llanto.
Geoff Kagan Trenchard, el abogado de Morales Guerra explicó que está a la espera de que la corte de Texas, que emitió la orden de deportación original en contra de la madre, responda a su petición de reabrir el caso.
Entretanto, el ICE en su momento dijo que Amanda “se ha convertido en fugitiva tras incumplir con la orden de un juez de abandonar los Estados Unidos”, por lo que, de ser arrestada, “la agencia concretará su deportación según la orden del tribunal”.
A través de un comunicado el concejal Rodríguez ratificó que respalda a Morales Guerra en su anhelo de buscar una vida digna para ella y sus hijos.
“Ella simboliza a los cientos de miles de inmigrantes indocumentados que viven día a día con la amenaza de deportación y en las sombras, perseguidos por un sistema de inmigración inhumano y fallido”, dijo Rodríguez.
La senadora estatal Marisol Alcántara que representa al distrito 31 que comprende Washington Heights mostró también su respaldo a la inmigrante.
“Me uno a Amanda Morales Guerra y su familia en este momento difícil, y exhorto a ICE a mostrar compasión por esta familia. Como inmigrante, sé lo duro que trabajan las mujeres inmigrantes como Amanda todos los días, y también sé que ella merece la oportunidad de hacer realidad su Sueño Americano”.
En su oportunidad la presidenta del Concejo, Melissa Mark Viverito abogó por justicia por la madre guatemalteca y dijo estar verdaderamente preocupada por su salud mental y emocional por lo que reafirmó su compromiso de seguir apoyándola y protegiéndola.