Indocumentados están a salvo en los hospitals públicos de NYC
El nuevo presidente del NYC Health + Hospital asegura que hará todo lo posible por resguardar la seguridad de los inmigrantes que acudan a esos centros médicos
En momentos en que los ataques raciales del presidente Donald Trump en contra de los inmigrantes se han hecho más frecuentes, intensos, despectivos y hasta vulgares, y que el acoso de los agentes de la “Migra” contra los indocumentados no respeta ni a las iglesias, los niveles de temor, tensión y ansiedad entre muchos hispanos que residen en Nueva York se encuentran en su punto más alto.
Es que, a pesar que Nueva York es considerada una ‘Ciudad Santuario’ y sus autoridades, encabezadas por el alcalde Bill de Blasio, hacen todo lo posible por proteger a más de medio millón de indocumentados de una posible deportación, no existen garantías que los agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU), no intenten detener a los inmigrantes “sin papeles” que se les atraviesen por su paso.
Uno de los lugares a los que muchos inmigrantes indocumentados han expresado su temor en acudir son los hospitales públicos de la ciudad debido a que piensan que agentes de la “Migra” podrían estar presentes allí esperando para arrestarlos y deportarlos. Otros temen que sus récords médicos puedan ser compartidos con las autoridades federales, incluyendo ICE.
Pero esto es algo muy poco probable de ocurrir, por no decir que es casi imposible. Así lo ratificó a El Diario el nuevo presidente del “NYC Health + Hospital” (NYCHH), el sistema de salud más grande del país, que cuenta con 11 hospitales públicos y más de 70 centros de salud comunitarios en la Gran Manzana.
“Hemos notificado a los hospitales para que no provean información al ICE y tampoco los récords de las personas”, aseguró el doctor Mitchell H. Katz, quien asumió el cargo como nuevo presidente del NYCHH el 8 de enero pasado.
Durante una reunión informal con periodistas locales que cubre el área de salud, el doctor Katz le ratificó a este diario que en Nueva York al igual que en Los Ángeles, no se hace seguimiento y no se mantiene la información de las personas indocumentadas.
“No tenemos manera de saber si una persona es indocumentada porque no le preguntamos. Esa información no está disponible y no se le proporciona al ICE”, indicó Katz.
“Ojalá eso significará que la gente realmente está a salvo”, añadió el funcionario.
También consultamos al doctor Katz sobre la preocupación de muchos pacientes que temen acudir a los hospitales públicos porque creen que serán arrestados y deportados por agentes del ICE. “Esto es un asunto federal. Desafortunadamente, la ciudad de Nueva York y otras localidades tienen poco poder frente a las acciones del ICE y sabemos que eso está pasando a nivel nacional”.
“Para mí es censurable sacar a alguien de un centro de salud y no tratarlo como un lugar confiable y de seguridad (…) Nosotros haremos todo lo posible para que esto no ocurra”, aseguró Katz.
Piden no tener miedo
Para calmar un poco el nerviosismo que existe y educar a los inmigrantes sobre sus opciones legales, el NYCHH realizó el año pasado una serie de foros informativos conocidos como: “Immigrant Health Care Rights”.
Además de la presencia de representantes de diferentes agencias municipales como la Oficina de Asuntos de Inmigración de la Alcaldía, los foros, realizados en varios hospitales públicos de los cinco condados de la ciudad, contaron con la participación de activistas de inmigración y organizaciones legales y comunitarias como la New York Immigration Coalition y el New York Legal Assistance Group.
Durante uno de esos foros, realizado en el NYC Health + Hospitals/Harlem, la mexicana Theo, una indocumentada originaria de Puebla, expresó que sufre de mucha ansiedad por el clima anti-inmigrante que se vive en el país.
“A mí me preocupa mucho que hay padres a los que están separando de sus hijos. He oído sobre mucha gente que no va a los hospitales porque tienen miedo que Inmigración les va a llegar allí, o no quieren compartir su información personal”, comentó en esa oportunidad la madre mexicana quien tiene 17 años residiendo en el East Harlem.
Aparte de educar a los inmigrantes sobre los servicios y opciones disponibles para ellos, la Oficina de Inclusión y Diversidad del NYCHH informó que los hospitales que pertenecen a ese sistema de salud, tienen trabajadores sociales y abogados de inmigración presentes en sus instalaciones para aquellos pacientes que necesiten asistencia legal sobre inmigración.
“Estoy totalmente de acuerdo con eso. Creo que es positivo recordarle a la gente cuáles son sus derechos legales y creo que es útil tener un plan (…) es algo que quiero continuar”, dijo el doctor Katz, al enterarse sobre estos foros.
La Ciudad de Nueva York cuenta con una orden ejecutiva para que todos tengan acceso gratis a los servicios disponibles que ofrecen algunas agencias de la ciudad sin que se le pregunte sobre su estatus migratorio y tampoco se comparte su información.
No recortarán servicios
Además de los inmigrantes indocumentados, uno de los grupos de pacientes más grandes que buscan los servicios de salud que ofrecen los hospitales públicos del NYCHH, lo conforman las personas sin seguro médico y los residentes de bajos ingresos.
Por esta razón, durante la reunión con los medios locales, también consultamos al recién estrenado presidente del NYCHH sobre la preocupación que han expresado algunos neoyorquinos sobre la posibilidad que se recorten servicios vitales para estas comunidades debido a la profunda crisis presupuestaria que enfrenta este sistema de salud.
“Yo entiendo que el sistema de salud y los hospitales de la ciudad de Nueva York están enfrentando un serio problema financiero. Pero yo no fui contratado con la idea de que voy a recortar servicios”, dijo el doctor Katz, quien aseguró que su enfoque se centrará menos en la atención hospitalaria y más en la atención primaria de salud.
“Ciertamente, para sus lectores, vamos a intentar aumentar los servicios ambulatorios al tiempo que reduciremos las hospitalizaciones”, enfatizó.
Los hospitales públicos tratan a los ciudadanos más vulnerables de la ciudad y no rechazan a nadie. Cerca del 70% de sus pacientes son de bajos ingresos, no tienen seguro o son indocumentados.
El doctor Mitchell H. Katz fue nombrado como nuevo presidente del NYCHH por el alcalde Bill de Blasio./Cortesía NYCHH.
Directo de Los Ángeles a Nueva York
La primera pregunta que el doctor Mitchell Katz le responde a El Diario en su nueva posición como presidente del NYC Health + Hospitals la contesta parcialmente en español. Es que el funcionario, nacido y criado en Brooklyn, ha pasado la mayor parte de su carrera en salud pública en California donde –él mismo asegura–, atendió a muchos pacientes latinos que sólo hablaban español.
En los últimos siete años Katz dirigió exitosamente el “Los Angeles County Health Agency”, el segundo sistema de salud pública más grande del país, ayudando a eliminar su enorme déficit fiscal.
En septiembre de 2017, el alcalde Bill de Blasio nominó a Katz para que dirigiera el NYCHH, una posición que asumió el 8 de enero pasado y que representará un gran reto para el doctor de 58 años. No sólo por la enorme cantidad de pacientes y pesonal que estarán bajo su radar, sino por el masivo déficit presupuestario que enfrentan los hospitales públicos neoyorquinos que, según algunas estimaciones superará los $1,800 millones para el 2020.
Aunado a esto, cada vez más pacientes neoyorquinos, que ahora tienen seguro médico gracias al Obamacare, están prefiriendo ir a otros centros médicos, dejando a algunos hospitales públicos con gran cantidad de camas vacías y menos ganancias. Esto, sumado a los recortes en fondos estatales y federales, podría obligar a la eliminació de servicio y, peor aún, al despido de trabajadores.
Pero Katz viene con mucha experiencia y parte de su estrategia para lograr la estabilidad financiera será enfocarse en menos hospitalizaciones y más en cuidados de atención primaria y servicios ambulatorios.
El NYCHH cuenta con 11 hospitales públicos, cinco centros de enfermería y más de 70 centros y clínicas de salud comunitarios en los que se atienden a más de 1.4 millones de personas cada año. Con un presupuesto anual de $7,000 millones, tiene una plantilla de más de 40,000 empleados.
Katz comenzó su carrera en 1990 en San Francisco, dirigiendo el Departamento de Salud Pública de esa ciudad por 13 años donde creó programas de intercambio de jeringas y prevención del VIH.