Plan para combatir “ciudades santuario” y posiblemente procesar a sus alcaldes genera rechazo de líderes pro-inmigrantes

Ciudades del norte de California estarían en la mira de una de las mayores redadas de ICE en sitios de empleo

WASHINGTON— El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lleva meses amenazando a las ciudades “santuario” y la revelación de que el gobierno sopesa presentar cargos criminales contra alcaldes y demás líderes locales y estatales en esas jurisdicciones, y una inminente operación policial en California, generó este miércoles el rechazo de líderes demócratas y la comunidad inmigrante.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, confirmó ayer durante una audiencia ante un comité del Senado que el Departamento de Justicia “está revisando qué vías podrían estar disponibles” para castigar a ciudades “santuario” que no colaboren con las autoridades de Inmigración del gobierno federal.

Nielsen reiteró su queja de que la no cooperación de las autoridades en ciudades “santuario” pone en riesgo a agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas  (ICE), y que las medidas que sopesan ahora tienen el objetivo de propiciar una forma “eficaz” de hacer cumplir las leyes de inmigración.

Fuentes legislativas demócratas dijeron hoy a este diario que las senadoras de California, Kamala Harris y Dianne Feinstein, prevén elaborar una carta en los próximos días para exigir explicaciones formales de la Administración. Ambas senadoras han criticado los excesos de ICE en la persecución de inmigrantes indocumentados.

Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo hoy en un comunicado que las redadas previstas en California, filtradas a medios locales,  “son un acto de pura maldad” que ocasionará el quebranto de familias e inmigrantes “solo por el hecho de ser californianos”.

“El pueblo de San Francisco sabe que nuestros inmigrantes son un constante estímulo a nuestra comunidad y nuestra nación. Seguiremos denunciando los esfuerzos cínicos y cobardes de la Administración de convertir a nuestras fuerzas policiales locales en fuerzas de deportación, y nos comprometemos a mantener nuestras puertas y corazones abiertos para inmigrantes y recién llegados a nuestra nación”, dijo Pelosi.

El presidente del Senado estatal de California, Kevin de León, de visita en Washington, dijo a este diario que el DHS “ha admitido que están considerando medidas para arrestar a líderes políticos como yo, que han encabezado la acusación en California para evitar que los agentes federales usen nuestros recursos para aplicar una política pública de inmigración racista e intolerante”.

“Estas amenazas extraordinarias contra los oponentes políticos del Presidente Trump tienen la intención de intimidarnos, silenciarnos y subyugarnos, pero no lo lograrán… esto sólo sirve para reforzar nuestra determinación de continuar con nuestra resistencia y luchar para proteger lo que más valoramos los estadounidenses: nuestra libertad”, afirmó de León.

Tanto el DHS como las autoridades de ICE ya habían advertido el año  pasado de que desplegarían más agentes federales para arrestar a inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación vigentes, pero no se descarta que también arrestan a  otros que se crucen en sus operaciones.

El argumento siempre ha sido que los agentes de ICE pueden realizar sus tareas con mayor eficacia y seguridad sólo si cuentan con la ayuda de las autoridades locales y estatales.

A comienzos de mes, el subdirector de ICE, Tom Homan, había precisado en entrevista con la cadena Fox News que California estaría en la mira por dar cobijo a inmigrantes indocumentados, y reiteró su pedido de presentar cargos criminales contra funcionarios públicos que fomenten políticas de santuario.

Homan ha señalado en particular a California, tras la promulgación de la ley estatal SB54, que restringe la cooperación de las autoridades carcelarias con ICE, y prohíbe que la policía local arreste a personas por infracciones migratorias civiles o ayude en las tareas de Inmigración en general.

En noviembre pasado, un tribunal federal bloqueó los esfuerzos de la Administración de suprimir fondos federales a ciudades “santuario” a manera de represalia por su falta de cooperación.

Pero lo que no han podido ganar en los tribunales, ahora lo traducirán a masivas operaciones policiales en esas jurisdicciones.

ICE no ha querido hacer comentarios a este diario sobre un informe del diario “San Francisco Chronicle” de que en las próximas semanas, agentes de ICE tienen previsto hacer redadas en sitios de empleo en San Francisco y otras ciudades del norte de California, con la meta de arrestar a más de 1,500 inmigrantes indocumentados.

Se trataría de una de las mayores acciones policiales de ICE bajo la Administración Trump.

Mientras, grupos cívicos y pro-inmigrantes en todo el país, entre éstos la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) mantienen una campaña de presión para que el Congreso apruebe sin demoras el “Dream Act” para legalizar a los “Dreamers”, en medios de tensas negociaciones bipartidistas para evitar un cierre del gobierno el próximo viernes.

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