En México, ser alcalde municipal es más peligroso que ser periodista

Al menos 150 alcaldes, ex alcaldes y candidatos a dichos cargos fueron asesinados durante los últimos 15 años en ese país, revela estudio de la Universidad de San Diego.

México es conocido como uno de los países más peligrosos del mundo para periodistas, sin embargo, un novedoso trabajo investigativo reveló que es muchísimo más riesgoso ser alcalde e incluso ex-alcalde, que profesional de la información.

Sea de un pequeño pueblo de una gran ciudad, los ediles mexicanos están siendo asesinados a una tasa tres veces más alta que los periodistas, explicó un estudio de Laura Calderón, analista de Justice in México, un programa de la Universidad de San Diego, en California.

Analizando bases de datos del gobierno -no siempre completas- y añadiendo datos reportados por medios de comunicación mexicanos o de otros países, la investigación documentó la muerte de 150 alcaldes, ex alcaldes o candidatos a alcaldes en los últimos 15 años.

En ese tiempo, un total de 76 alcaldes en funciones fueron abatidos, representando prácticamente a todos los partidos políticos de México y por razones que resultan más complejas que simples asesinatos por el narcotráfico, dijo el profesor David Shirk, director del programa.

“El trabajo verificó que hay tres veces más alcaldes asesinados que periodistas y esto tiene serias implicaciones para la gobernabilidad de México”. dijo Shirk. “El homicidio de funcionarios locales tiene un efecto paralizante en la democracia”.

Este es un gráfico del estudio de Laura Y. Calderón, para Justice in Mexico:

No hay forma de comparar lo que ocurre en  México con los asesinatos de funcionarios locales con el resto del mundo, porque no hay un “índice mundial de homicidios de alcaldes”.

“Es un problema único que no se ve en la mayoría de los países del mundo”, apuntó el experto. “México no es, como dice Trump, el país más peligroso del mundo, la tasa per cápita de homicidio es menor que varios otros países, pero sí lo es para algunos grupos, como alcaldes”.

Muchos de estos crímenes se quedan sin resolver o aclarar. El más reciente ocurrió a principios de diciembre pasado, cuando el presidente municipal de San Pedro El Alto, en la región Costa de Oaxaca, fue asesinado, según el diario El Universal, por “un comando”.

José Santos Hernández venía de una feria en un municipio cercano y viajaba por la carretera 175, cuando “fue obligado a detenerse, descender del vehículo” y luego le dispararon varias veces en la cabeza frente a su familia, reza el artículo.

Aunque la región donde fue asesinado -entre las ciudades de Acapulco y Puerto Escondido- es conocida como punto de transporte de drogas y territorio narcotraficantes, no está muy claro por qué y quien asesinó a Santos Hernández.

Poco después, las autoridades arrestaron al tesorero de su municipio, como supuesto autor intelectual del hecho.

“Todos tenemos que ser muy cautos a la hora de asumir que todos los asesinatos pueden ser juzgados de la misma manera”, dijo Shirk. “Si bien parte de la violencia puede atribuirse al crimen organizado, también hay casos enos claros, como el de Hernández”.

Rivalidades locales y hasta personales a veces terminan de la misma manera. Un ex alcalde fue asesinado por su hijo porque ambos estaban saliendo con la misma mujer, apuntó el experto.

“No obstante, la tremenda cantidad y el patrón de violencia es señal de que algo anda muy mal en México“, dijo Shirk. “La atención pública y el mayor escrutinio de este fenómeno es indispensable, sobre todo en un año electoral en el que habrá muchas tensiones políticas”.

¿A qué partidos aqueja más la violencia?

Es una pregunta que se hicieron los expertos y que buscaron responder analizando los datos existentes de los homicidios contabilizados. ¿Hay un patrón consistente?

Justice in Mexico, la organización que realizó el análisis tiene más de una década estudiando patrones de violencia en el vecino país, particularmente desde los años 2005-06 en los que se exacerbó el conflicto entre los grupos de crimen organizado del narco Mexicano.

“Hemos examinado los patrones de violencia, y un grupo que se destacó, para nuestra sorpresa, fue el de los alcaldes”, apuntó Shirk.

En los años para los que existen datos, la tasa de asesinatos de ediles fue de 2.46 por cada 1000 habitantes. En comparación la tasa para ciudadanos mexicanos en general es de 0.21% o 21 por cada 100,000 y la de periodistas es de menos de 0.7 por cada 1000.

“Si eres alcalde, eres tres veces más vulnerable al homicidio”, dijo Shirk. “Es un hallazgo asombroso”.

En muchos casos, los homicidios ocurren para beneficiar a otras personas o grupos, a menudo, el crimen organizado. En algunos casos, los ediles llevan a cabo actividades que entorpecen el trabajo de los narcos o quizá, “trabajan con organizaciones de la competencia”.

En cuanto a los partidos de las víctimas, hay más alcaldes del PRI, pero este también ha sido el partido que más alcaldías ha ocupado históricamente en el país, por lo que la correlación no sorprende.

Al profundizar en los datos, sin embargo, los investigadores hallaron que entre los candidatos a alcalde, los asesinados de terceros partidos o partidos alternativos como MORENA, están desproporcionadamente afectados.

Entre los alcaldes asesinados en funciones, el 23% pertenecía a un partido alternativo.

“Tal parece que ser un “outsider” en México es peligroso”, dijo Shirk. “Este año, la clara tendencia electoral en el país es la presencia de más candidatos de partidos alternativos, lo que requiere especial atención por el potencial de violencia contra ellos”.

Este es el desglose de homicidios por partido que realizó Justice in Mexico.

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