“Es peor que Watergate”: el polémico informe secreto sobre el FBI
Causa intriga a Washington y Wikileaks ofrece US$1 millón por él
Es el memorando que todo el mundo comenta, pero sobre el cual nadie puede (realmente) hablar.
Dependiendo de a quién le preguntes, unos te dirán que su contenido echará por tierra los pilares de la investigación sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales y la campaña de Donald Trump y otros que se trata simplemente de una colección de rumores y conjeturas incendiarias.
Donald Trump Jr., uno de los hijos del mandatario, ha tuiteado al respecto. Más de 200 miembros del Congreso estadounidense lo han visto.
En las redes sociales, la etiqueta #releasethememo (#publiquenelmemo) ha sido impulsada por algunos interesados incluyendo, aparentemente, un número considerable de robots informáticos prorrusos.
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Pero, ¿qué es exactamente este memorando?
El documento fue escrito por miembros del equipo del legislador republicano Devin Nunes, quien preside el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, donde se realizan audiencias sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 al mismo tiempo que se investigan las acusaciones sobre el supuesto sesgo antiTrump en la comunidad de inteligencia de Estados Unidos.
Nunes parece tener igual interés en ambos asuntos.
Este legislador acaparó muchos titulares de prensa en marzo de 2017 cuando acudió a la Casa Blanca y luego anunció públicamente que algunos miembros del equipo de transición de Trump habían sido objeto de “vigilancia incidental” por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses.
Posteriormente, él renunció a encabezar las audiencias sobre Rusia porque estaba siendo investigado por el comité de Ética de la Cámara de Representantes por la posibilidad de que hubiera compartido material clasificado con la Casa Blanca. Nunes salió bien librado de esa investigación, pero no ha vuelto a presidir las audiencias sobre la supuesta trama rusa.
Se dice que el memorando de cuatro páginas fue elaborado sobre la base de información altamente clasificada sobre métodos de vigilancia del FBI que, según muchos republicanos que han leído el texto, fueron mal empleados por las agencias de inteligencia para debilitar la campaña de Trump y, posteriormente, su presidencia.
Supuestamente el memorando señala que la decisión de iniciar la vigilancia sobre Carter Page, un asesor de política exterior de Trump durante la campaña, se basó en el llamado Informe Steele, una colección de afirmaciones sin confirmar compiladas por el exespía británico Christopher Steele.
Eso derivó en una investigación más amplia sobre los posibles vínculos entre la campaña de Trump y el gobierno de Rusia, una investigación que aún continúa bajo la dirección del fiscal especial Robert Mueller.
Miembros de la comunidad de inteligencia contradicen este señalamiento e insisten en que Page ya estaba en el radar de los agentes de contrainteligencia mucho antes de que entrara en circulación el Informe Steele, que fue financiado por conservadores antiTrump y, posteriormente, por demócratas.
¿Sesgo antiTrump?
Se comenta que el memorando también contiene evidencias o referencias al sesgo antiTrump de altos funcionarios del FBI, incluyendo probablemente entre ellos al subdirector Andrew McCabe y a Peter Strzok, el mayor experto del FBI sobre Rusia que participó en las investigaciones sobre las elecciones de 2016 y que posteriormente se fue a trabajar con el fiscal especial Mueller.
Strzok también ha captado la atención de la prensa por unos mensajes de texto que intercambió en 2016 con una colega del FBI con quien él estaba teniendo una relación extramatrimonial. Los mensajes, muchos de los cuales han sido hechos públicos, muestran a los dos agentes criticando al candidato Trump, así como a otros políticos y miembros del Departamento de Justicia.
Comentaristas conservadores y algunos políticos han manifestado su preocupación porque otros mensajes enviados entre finales de 2016 y los primeros días de la presidencia de Trump, no fueron conservados por el FBI debido a una mala configuración de los teléfonos móviles.
Sin embargo, este jueves el Departamento de Justicia anunció que mediante el uso de herramientas informáticas especializadas se logró la recuperación de los mensajes faltantes.
Si todo esto suena un poco vago se debe a que el memorando no ha sido divulgado aún. Hay muchas personas hablando sobre lo que significa, pero pocos ofrecen detalles concretos sobre su contenido.
Sorprendidos y horrorizados
A medida que el memorado “secreto” circula por los pasillos del Congreso, muchos conservadores aseguran que contiene revelaciones explosivas.
Steve King, un congresista de Iowa, ha comparado los señalamientos en el documento con el escándalo que puso fin a la presidencia de Richard Nixon y ha afirmado que son “peores que el Watergate”.
“He leído el memorando”, dice el legislador por Florida Matt Gaetz, quien ha sido uno de los críticos más duros de la investigación de Mueller. “A muchos de nosotros nos ha sorprendido y horrorizado”, apunta.
Asegura que el documento no solo llevará a despidos en el FBI, sino también a juicios penales.
Otros republicanos le han restado importancia a los posibles efectos del memorando.
“Creo que hay mucha paranoia por aquí cuando se trata de este asunto”, dijo John Cornyn, uno de los senadores republicanos más influyentes a la página Politico.
Mientras Donald Trump personalmente no ha comentado sobre el memorando -pese a que se dice que Gaetz lo discutió con el mandatario durante una reunión-, uno de sus hijos ha tomado la causa.
“Me suena muy preocupante”, dijo Donald Trump Jr a Fox News. “Lo interesante sobre esto es que la única colusión, las únicas cosas turbias, lo único que se ha descubierto es lo que el gobierno anterior, el Comité Nacional Demócrata y todos ellos han hecho“.
Muy engañoso
Pero, ¿comparten esta visión los legisladores demócratas?
Difícilmente. Adam Schiff, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dice que el memorando se basa en información escogida cuidadosamente y presentada en una forma “profundamente engañosa”.
“Está repleto de datos imprecisos y hace referencia a material altamente clasificado que muchos republicanos miembros del Comité de Inteligencia han debido reconocer que nunca han leído. El único propósito de esto es darle a los legisladores republicanos una visión distorsionada del FBI”, apuntó Schiff en una declaración de prensa.
Jarod Nadler, el demócrata de más peso en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, se quejó en una carta enviada al jefe de esa instancia Bob Goodlatte porque el FBI y el Departamento de Justicia no han podido ver el memorando, lo que les impide responder a las acusaciones.
Schiff y Dianne Feinstein, la demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia del Senado, también han destacado que la etiqueta en redes que los conservadores está empleando para impulsar la divulgación pública del documento -#liberenelmemo- está siendo promovida por cuentas vinculadas a las operaciones rusas.
En una carta a los directivos de Twitter y Facebook, estos dos legisladores destacan que información procedente de un grupo de vigilancia de redes sociales mostraba que esa etiqueta en concreto era con diferencia la más tuiteada por los robots rusos.
“Si esas informaciones son correctas, estamos atestiguando un ataque en marcha realizado por el gobierno de Rusia a través de agentes de redes sociales vinculados al Kremlin que actúan directamente para intervenir e influenciar nuestro proceso democrático”, escribieron.
“Esto debería ser perturbador para todos los estadounidenses, pero especialmente para sus compañías, dado que parece que una vez más la mayor parte de sus esfuerzos están concentrados en sus plataformas”.
¿Divulgarán el memorando?
Posiblemente. Como presidente, Trump tiene el poder de ordenar la desclasificación de cualquier documento. El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes podría votar para liberar el documento y luego el mandatario podría aceptar o rechazar esa decisión.
Si el presidente acepta, entonces todos los miembros de la Cámara Baja se reunirían en una sesión a puerta cerrada para votar sobre esta materia. Hasta ahora, 65 legisladores han firmado una carta pidiendo la publicación del memorando.
También existe la posibilidad de que un congresista con una memoria especialmente buena pueda recitar detalles del memorando durante una sesión oficial, sin incurrir en ningún riesgo desde el punto de vista legal.
Además, puede darse el caso de que el memorando -que está guardado en un lugar seguro- sea filtrado a la prensa. Wikileaks -organización que según las agencias de inteligencia estadounidenses colaboró con los intereses de Rusia durante la campaña presidencial de 2016- ha ofrecido US$1 millón a cualquiera que la facilite una copia del documento.
Los legisladores demócratas -y algunos republicanos- han resistido a los intentos de hacer público el memorando, argumentando que se basa en material de inteligencia altamente clasificado.
“Los documentos que supuestamente dan base a este material son altamente clasificados y no serán hechos públicos, lo que imposibilita a los pocos miembros que han visto los documentos explicar las fallas y las afirmaciones erróneas contenidas por el memorando sin revelar nuestras fuentes y métodos de inteligencia mejor guardados”, dijeron en una declaración conjunta los miembros del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Por lo pronto, el memorando permanece como una sombra. En algún momento podría ver la luz del día, pero incluso entonces parece improbable que desaparezca la disputa sobre su significado e importancia política.
La investigación sobre la campaña de Trump y la interferencia de Rusia en la elección de 2016 que ha llevado a varias imputaciones de alto perfil y se acerca al propio mandatario está cada vez más hundida en una lucha partidista. Dado lo que está en juego, la temperatura solo hará que aumentar en los próximos días.