Editorial: Derroche a costa de necesitados

El recorte se verá en los programas sociales

La agencia federal más ineficiente de todo el gobierno recibe la mayor cantidad de fondos en nombre del patriotismo. Los contratistas se llenan el bolsillo con el argumento de respaldar a las tropas.

El reciente acuerdo de presupuesto es un paquete de US$320,000 millones de dólares. Más de la mitad van para el Pentágono, US$131,000 millones son gastos domésticos para combatir la epidemia de opioides, para centros comunitarios médicos, garantizar 10 años del programa infantil CHIP, para asistencia de desastres, infraestructura. También, por supuesto, hay otra reducción de impuestos.

El incremento del gasto se basó en la exigencia Republicana legislativa, respaldada por la Casa Blanca, de un drástico aumento al Departamento de Defensa. Como se necesita apoyo Demócrata para aprobar el incremento, se aceptó a cambio dar fondos para programas sociales.

La disciplina y el rigor presupuestario que identifica a los Republicanos desaparece cuando se habla de defensa. Eso ocurrió con Reagan en los ochentas y se repite ahora.

Se suponía el presupuesto del Pentágono iba a ser de US$549,000 millones de dólares en 2018, según los topes negociados durante la presidencia de Obama. En cambio será de US$700,000 millones y de US$716,000 millones de dólares para 2019.

El giro es resultado de las acusaciones contra el gobierno anterior de debilitar las Fuerzas Armadas y de la campaña del Secretario de Defensa Jim Mattis por la mala condición del armamento estadounidense.

Este es un caudal gigantesco de dinero. Es cuatro veces más de lo que gasta China en defensa, nueve veces más que Rusia y más que el total de los ocho países que siguen a Estados Unidos, incluidos China y Rusia.

El Pentágono, por otra parte, es la peor agencia en responder por sus cuentas. Esto sería un escándalo en un área de impacto social. Pero no lo es.

En los ochentas se hablaba de los martillos de US$435 dólares, , en Afganistán se gastaron US$150 millones en alquiler de villas para un puñado de gente. En 2015 el Pentágono escondió un reporte que había pedido, cuando este mostró que podía ahorrar US$125,000 millones en cinco años, en 2016 un Inspector General dijo que no hallaba la documentación de gastos por valor de US$6.5 billones de dólares. Hace unas semanas fueron US$800 millones de dólares los que no podían justificarse.

El nuevo presupuesto será una fiesta para los contratistas ya que más de la mitad será gastado en armamento. Es la recompensa para la industria que contribuye a las campañas políticas.

Lo más indignante no es el fraude, ni la manipulación del patriotismo. Lo peor es que a la hora del gran déficit causado por este derroche, y la reducción de impuestos, se querrá compensar con recortes a la red social que ayuda a todos los estadounidenses.

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