Confirmado el dopaje de ‘curler’ ruso, él y su pareja son expulsados de PyeongChang
Krushelnitskii y Brizgalova devuelven sus medallas de bronce al COI y abandonan Corea
MOSCÚ, Rusia – Los rusos Aleksandr Krushelnitskii y Anastasia Brizgalova, bronce en dobles mixtos en curling en los Juegos de Invierno, devolvieron hoy sus medallas al Comité Olímpico Internacional (COI) después de ser descalificados por el dopaje del primero de ellos.
“La medalla de bronce conquistada por la pareja Brizgalova-Krushelnitskii ha sido entregada al COI. Ambos deportistas ya han abandonado Corea del Sur“, informó la delegación rusa.
La nota destaca que “los resultados de las pruebas antidopaje realizadas durante los Juegos Olímpicos no se recurren”.
Y adelantó que tanto las autoridades como la federación rusa de curling como los propios deportistas participarán en una minuciosa investigación para esclarecer todas las circunstancias de lo ocurrido.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) descalificó hoy a la pareja rusa después de que Krushelnitskii, que dio positivo por meldonium, admitiera ayer en un comunicado “la violación formal de las reglas antidopaje”.
Por ello, Kushelnitskii no sólo fue descalificado y desposeído del bronce, que logró junto a su compañera y esposa al derrotar a Noruega por 8-4, sino que se le expulsó de los Juegos y se le retiró la acreditación, por lo que tuvo que abandonar PyeongChang.
Krushelnitskii, que podría ser sancionado por la federación internacional de curling, adelantó que hará todo lo posible para que en el marco de la investigación sobre su dopaje se encuentren “pruebas irrefutables” sobre su inocencia.
Tanto el ministro de Deportes ruso, Pável Kolobkov, como el Kremlin expresaron su confianza en que el deportista sea absuelto, y que este caso no impida el retorno de pleno derecho de Rusia a la familia olímpica.
En particular, los rusos temen que el COI no les permita desfilar en la ceremonia de clausura de los Juegos con su bandera, algo que no pudieron hacer en la inauguración, además de que los deportistas rusos compiten bajo bandera neutral por el dopaje de Estado.
La tenista rusa María Sharápova fue suspendida en junio de 2016 por dos años, aunque luego vio reducida su sanción, debido al consumo de meldonium, modulador metabólico que incrementa el rendimiento físico y mental.
El presidente ruso, Vladímir Putin, considera que ese fármaco cardiovascular no es una sustancia dopante, ya que “sólo fortalece el corazón cuando hay grandes cargas de trabajo”.