Al año mueren 3,100 hispanos por armas de fuego en EEUU
Los jóvenes es el grupo de edad al que más impacta este problema
La masacre en la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, reabrió el debate nacional sobre el control de armas en los Estados Unidos, pero son pocos lo estudios enfocados a cómo afecta este problema a la comunidad hispana.
La organización Violence Policy Center (VPC) pone sobre la mesa esta discusión con su cuarta edición del estudio “Víctimas hispanas de violencia letal con armas de fuego en los Estados Unidos”, donde revela que al menos 54,000 hispanos fueron asesinados con armas de fuego en los Estados Unidos entre 1999 y 2015, es decir, alrededor de 3,100 personas.
Esa cifra podría significar poco, pero el análisis le da otra dimensión al señalar que “la tasa general de victimización por homicidio para hispanos es casi el doble de la correspondiente a gente de raza blanca”.
“En 2015, 70 por ciento de las víctimas hispanas de homicidio murieron por disparos de arma de fuego”, se expone. “Para hispanos entre 15 y 24 años de edad, el homicidio se ubicó como la segunda causa principal de muerte”.
El estudio apunta que las dos terceras partes de las muertes fueron homicidios (35,553, o 66 por ciento); mientras que 15,593 fueron suicidios (29 por ciento); 981 fueron no-intencionales (dos por ciento) y 1,661 (tres por ciento) ocurrieron en situaciones cuya intención no se pudo determinar o por intervención legal, es decir, durante algún operativo policiaco.
Hay años en que los hispanos están por debajo de la media con respecto a los blancos, como ocurrió en 2015, cuando fueron el tercer grupo poblacional (que el Departamento del Censo de EEUU maneja como raza-etnicidad) con más muertes por homicidios con 2,021 casos, muy por debajo de los negros que tuvieron 7,515, en tanto los blancos 3,075.
Tanto los asiáticos como los indígenas americanos se ubican al final de las cifras con máximo dos centenas de casos.
Los datos del reporte provenienn de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), instituciones de carácter federal, así como en información no publicada del Informe Suplementario sobre Homicidios (Supplementary Homicide Report) de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). El estudio está disponible tanto en inglés como en español.
La organización destaca que debido a la forma en que se obtienen los datos es casi seguro que las cifras de muertes sean más altas.
“Para los hispanos, los estragos letales de la violencia con armas de fuego, sobre todo para los jóvenes, constituye una crisis recurrente”, sostiene Josh Sugarmann, director ejecutivo de VPC. “Además, los grandes vacíos que hay en la forma como se recolectan los datos no solo nos impide conocer el verdadero alcance de esta crisis, sino que merma nuestra capacidad para enfrentarla efectivamente”.
La información, destaca Sugarmann, es indispensable para saber cómo enfrentar esta problemática.
“Las personas que trabajan para reducir la violencia en sus comunidades, desde dirigentes comunitarios hasta formuladores de políticas, necesitan de la mejor información disponible”, expuso. “No sólo para entender mejor los problemas que están enfrentando, sino también para establecer qué enfoques preventivos son más efectivos”.
El Gun Violence Archive realiza un conteo anual de hechos relacionados con armas en EEUU y el año pasado reportó 15,594 muertos, sin precisar la etnicidad de las víctimas, pero hubo más del doble de personas heridas.