Trabajadores extranjeros de Cambridge Analytica habrían violado leyes migratorias

La controversial compañía que "minó" datos de Facebook indebidamente para beneficio de las campañas republicanas y de Donald Trump en 2016, está bajo la mira porque sus trabajadores al parecer vinieron a Estados Unidos sin las visas adecuadas.

La empresa Cambridge Analytica (C.A.), que subrepticiamente usó  millones de perfiles entregados por Facebook para hacer propaganda electoral a favor de Donald Trump y otros republicanos, habría violado no solo las leyes electorales de Estados Unidos sino también las leyes migratorias.

Según lo reportado por “soplones” y varias fuentes de la empresa este fin de semana a medios como The Guardian y The Washington Post, la mayoría de los empleados que usó C.A. entraron a Estados Unidos con visa de visitante o posiblemente “visa waiver” y se dedicaron a trabajar en forma ilegal bajo la ley migratoria.

La mayoría de estas personas eran, según lo reportado, británicos y canadienses que entraron al país a partir de 2014 a trabajar en las campañas de varios candidatos republicanos al Congreso, en posiciones importantes y decisivas, lo cual también está prohibido por las leyes electorales.

Según Greg Siskind, uno de los diez abogados corporativos más importantes de Estados Unidos, el gobierno de Trump tiene un patrón de “ignorar las leyes migratorias cuando les conviene y este es sólo el último ejemplo de ello”.

De acuerdo a los reportes de ambos periódicos, los empleados de C.A. que vinieron a trabajar en campañas políticas republicanas en los años de 2014 y 2016, no revelaron al entrar al país que harían este tipo de labor o siquiera que trabajarían.

Se presume que entraron con visa de turista, en el caso de canadienses y con “visa waiver” o exención de visa, en el caso de los británicos.

Aparte de iniciar una persecución sin cuartel contra inmigrantes indocumentados o legales, el gobierno de Trump ha sido muy crítico del fraude de visas y, en diciembre, introdujo cambios para hacer más estricto el programa que exime de visas a los países europeos. Una preocupación es que hay potenciales terroristas que viven o pueden pasar a Estados Unidos por medio de estos países.

Pero habrá que ver si son tan estrictos con las posibles violaciones de visa de empleados de C.A. que trabajaron para campañas republicanas, ahora que estas se han hecho públicas.

En una entrevista con La Opinión, Siskind dijo que según los reportes,  es muy posible que estos extranjeros hayan violado la Ley de Inmigración y Naturalización y cometido fraude de visas, lo cual es un delito que incluso alcanza a ciudadanos de Estados Unidos que hayan sido sus cómplices.

“Si, como se ha dicho, estaban escondiendo lo que hacían, y no fueron honestos con las razones del viaje en la documentación que llenaron sea en la visa o al entrar a Estados Unidos, estamos hablando de fraude de visas”, dijo Siskind.

“Mentir a un agente consular es una violación bastante seria que puede resultar en la exclusión del país por cinco años y, dependiendo del propósito, es un delito penal”, añadió el abogado.

Incluso si tenían permiso para trabajar en Estados Unidos, y mintieron sobre el tipo de trabajo que hacían, también sería potencialmente ilegal, agregó el experto.

C.A. es una empresa formada en 2013 como subsidiaria estadounidense de una compañía británica y aquí era dirigida y financiada por la familiar Mercer, multimillonarios donantes republicanos y tiene a Steve Bannon, el ultra derechista y asesor de Donald Trump como vice presidente.

No sería la primera vez que un funcionario del gobierno de Donald Trump o alguien cercano al presidente potencialmente violenta las leyes de inmigración que supuestamente son tan importantes para el presidente.

Siskind lo caracterizó como “doble estándar”.

“Por un lado, le dicen a los inmigrantes comunes que no hay perdón ni flexibilidad en las leyes migratorias y que tienen que pagar por los delitos cometidos y por otro lado, ellos usan las mismas leyes a su conveniencia”, apuntó.

Está por ejemplo el uso potencialmente indebido de las visas para inversionistas o EB5 por parte del cuñado de Trump Jared Kushner, cuya empresa inmobiliaria está siendo investigada por ofrecer visas a cambio de inversionistas chinos cuando Kushner ya trabajaba en el gobierno y Trump era presidente.

Otro ejemplo es la cuestionable historia migratoria de la primera dama y esposa de Donald Trump, Melania Trump, que presuntamente vino al país con una visa H1-B a finales de los años 90 y en 2001 obtuvo una de solo cuatro visas “Einstein” que se otorgaron a personas en Eslovenia para inmigrantes con “capacidades extraordinarias”. 

Melania Knavs y Donald Trump se conocieron en 1998 y se casaron en 2005.  Tras hacerse ciudadana en 2006, la ex modelo patrocinó la inmigración de sus padres de Eslovenia, un proceso que hoy en día Trump desprecia como “inmigración en cadena” y que quiere eliminar.

Trump también ha utilizado consistentemente las visas H2B para contratar a empleados para sus resorts y hoteles, al tiempo que critica a empresas que usan trabajadores extranjeros.

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