Arrecia la lucha para que la Ciudad subsidie MetroCard a los pobres
Líderes políticos, activistas y usuarios de bajos recursos piden al Concejo incluir en el presupuesto de la Ciudad al menos $60 millones para reducir las tarifas y exigen que el Alcalde no siga dándole la espalda a la iniciativa
Miles de neoyorquinos de bajos recursos llevan más de dos años implorando al gobierno local que se meta la mano al bolsillo y subsidie la mitad del precio de las MetroCard, lo que beneficiaría a unos 800,000 usuarios que están por debajo de la línea de pobreza. Y aunque hasta el momento su clamor no ha sido escuchado, justo cuando la MTA acaba de anunciar que para el 2019 los precios del transporte público aumentarán, líderes políticos, activistas, pasajeros y defensores de las comunidades más pobres, arreciaron sus exigencias. Piden al Concejo Municipal que incluya por lo menos $60 millones en el presupuesto para el próximo año fiscal, que se discute actualmente, y al alcalde Bill de Blasio que no siga de oídos sordos y no le pase la pelota al gobierno estatal como ocurrió en el 2017.
“El año pasado yo pedí que en el presupuesto se incluyeran fondos para subsidiar esas MetroCard a las personas de bajos recursos, pero finalmente no llegó a la línea final de negociación, por lo que exigimos que este año no pase lo mismo”, comentó el presidente del Comité de Transporte del Concejo, Ydanis Rodríguez, quien junto a 34 concejales, envió una carta al presidente del Concejo, Corey Johnson, solicitando que ese subsidio se incluya como prioridad en el presupuesto, ya que la situación es tan crítica que “uno de cada cuatro neoyorquinos de bajos ingresos y en edad de trabajar no puede pagar” una MetroCard.
“Es un momento en que tenemos que actuar como Ciudad y si bien me alegra que Alcalde manifieste su sentir apoyando la iniciativa, no podemos solamente depender de cuando Albany quiera tomar una determinación y esperamos que él trabaje con nosotros para incluir esto en las negociaciones del actual presupuesto”, agregó Rodríguez, mencionando la postura manifestada por el mandatario local, quien apoya la idea, pero asegura que esos fondos deben salir del Gobierno Estatal.
El líder político destacó que el 40% de los neoyorquinos viven en la pobreza y que de aprobarse los $60 millones de subsidios, a quienes se benefician de los programas de asistencia pública, muchos de ellos latinos, se les extendería el descuento del 50% en el transporte.
La vocera de la Administración De Blasio, Freddi Goldstein, indicó que por supuesto “el Alcalde quiere beneficiar a las personas más necesitadas, y es por eso que incluyó el programa Fair Fares en su plan Fair Fix. Tomando cuenta las serias amenazas presupuestarias provenientes de Washington y Albany, esto es algo que la Ciudad puede costear por su propia cuenta”.
Desigualdad asombrosa
Asimismo, la concejal Carlina Rivera, otra de las promotoras de la reducción de costos a las Metrocard para los más pobres, recalcó que Nueva York sigue enfrentando niveles asombrosos de desigualdad de ingresos y destacó que así no puede ser la ciudad más bella y justa de Estados Unidos, como promulga querer llevar a ser el alcalde De Blasio.
“Se supone que el sistema de tránsito de nuestra ciudad es el gran ecualizador, lo que permite que los neoyorquinos de bajos ingresos viajen con rapidez y conveniencia. Pero este sistema ya no funciona para el 25% de los neoyorquinos que, según estudios recientes, no pueden afrontar los crecientes costos del transporte público”, comentó la líder del Bajo Manhattan. “Esta no es una idea revolucionaria: otras ciudades como San Francisco, Seattle, Portland y Londres ya tienen programas de tarifas de descuento para personas de bajos ingresos. Si Nueva York va a ser la ciudad más justa en la nación, debemos financiar este programa ahora”.
El concejal Rafael Espinal, de Brooklyn, mencionó que la mayoría de concejales apoya las MetroCards reducidas y se mostró optimista de que la iniciativa llegue a buen puerto.
“Tengo la esperanza de que bajo el liderazgo de nuestro nuevo presidente, Corey Johnson, este año sea el año para hacerlo. Este es un problema de justicia social, no solo porque los neoyorquinos de bajos ingresos no pueden afrontar el alto costo de la vida en Nueva York, sino también porque los evasores de tarifas y quienes se saltan los torniquetes, son probablemente negros e hispanos de bajos ingresos, que eventualmente enfrentan arrestos”, dijo Espinal, quien enfatizó que para los indocumentados pobres es una necesidad que los pone en más riesgo. “Ahora más que nunca, cuando la interacción con la policía puede hacer que los inmigrantes sean vulnerables a la deportación, debemos hacer todo lo posible en Nueva York para proteger a las familias inmigrantes”.
Johnson le confirmó a El Diario confirmó que recibió la carta de sus colegas y de paso dejó ver que simpatiza con la iniciativa de que la Ciudad conceda subsidios de transporte a los más necesitados, algo que discutirán en los próximos días durante las reuniones para definir los gastos del presupuesto.
“Estoy muy contento de ver que la vasta mayoría de los concejales apoya las Tarifas justas”, dijo el jefe del organismo legislativo, quien agregó que es necesario mirar también, lo qué pase en el presupuesto del Estado antes de tomar una decisión. “Pero queremos que todas las personas puedan tomar en el metro, que los neoyorquinos puedan llegar al trabajo y que aquellos que no pueden pagar los costos escalonados tengan acceso al sistema del metro. Lo apoyamos”.
“No se olviden de los pobres”
Ana Torres, quien depende del metro para movilizarse por la Gran Manzana, pidió a la Administración De Blasio y al Concejo Municipal que no se olviden de los pobres a la hora de firmar el presupuesto.
“Las cosas están más costosas y muchas veces ni siquiera tenemos para pagar los $2.75 que vale el pasaje y si quieren que seamos una ciudad más justa, tienen que subsidiar esas tarjetas a los que menos dinero tienen”, dijo la usuaria.
El ecuatoriano Giovanni Manosalvas se sumó a la misma petición y destacó que dejar colgado un año más el subsidio es jugar con los más pobres.
“Muchas veces yo he tenido que pedirle a alguien que me pase, arriesgándome a un problema y no es justo que la Ciudad todavía no apruebe estas rebajas que son vitales para nosotros”, dijo el trabajador de la construcción.
Rebecca Bailin, de la organización Riders Alliance, que vela por los derechos de los usuarios del servicio de transporte público, insistió en que la desigualdad económica en la Gran Manzana lleva a que los neoyorquinos de bajos ingresos se vean obligados a elegir entre pagar una MetroCard o pagar sus facturas, por lo que exigió acciones inmediatas.
“Tarifas justas ayudaría a cientos de miles de neoyorquinos a trabajar e ir a entrevistas de trabajo y citas médicas y si bien el alcalde Bill de Blasio dijo que apoya un programa de tarifas justas, aún no ha hecho lo que está en su poder para que esto suceda”, dijo la activista, señalando al mandatario local. “La mayoría del Concejo está ansioso por ver este programa, solo necesitamos que el Alcalde haga su parte”.
Al cierre de esta edición la Ciudad no había emitido ningún pronunciamiento sobre los reclamos de la falta de apoyo real de la Administración De Blasio a los subsidios de las MetroCard.
Datos de la campaña “Tarifas Justas”
- $200 millones es la meta de la campaña
- 800,000 neoyorquinos de bajos recursos se beneficiarían
- $50 millones solicitaban los concejales el año pasado para subsidiar inicialmente las MetroCard, pero el plan no pasó
- $60 son los fondos que piden en la actual discusión del presupuesto
- 35 concejales enviaron una carta al presidente del Concejo, Corey Johnson para que se incluyan los fondos de subsidio en el presupuesto
- 40% de los neoyorquinos viven en la pobreza
- 22% de ellos en pobreza severa
- $24,339 es la línea de pobreza para una familia de cuatro miembros
- San Francisco, Seattle, Portland y Londres tienen programas de tarifas de descuento en transporte para personas de bajos ingresos