Otra madre guatemalteca se refugia en iglesia ‘santuario’ en NYC
Al igual que Amanda Morales, ahora es Aura Hernández quien busca evitar ser deportada y separada de sus hijos estadounidenses
A poco más de siete meses desde que la madre guatemalteca Amanda Morales Guerra se refugiara en la iglesia Holyrood, en Washington Heights, para evitar ser deportada, otro caso similar se vuelve a repetir en la Gran Manzana, que también involucra a una mujer de Guatemala que teme ser separada de su familia por los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
En esta oportunidad se trata de Aura Hernández, quien hace un mes buscó resguardo en la iglesia Fourth Universalist Society, en la calle 76 con Central Park West, para así escapar a una orden de deportación que tiene pendiente desde el 2013.
Los casos de estas madres, cuyo objetivo principal es impedir ser separadas de sus familias, se dan en momento en que líderes estatales y municipales luchan para que la Gran Manzana continúe siendo una ‘ciudad santuario’, en la cual los inmigrantes indocumentados se sientan protegidos y se beneficien de programas diseñados especialmente para ayudar a esta comunidad que ya sobrepasa las 560,000 personas en los cinco condados.
Hasta ahora, según indicaron líderes de la Coalición Nuevo Santuario, en la ciudad de Nueva York hay solamente dos personas refugiadas en iglesias ‘santuarios’, mientras que a nivel nacional suman 40 los indocumentados en 25 estados que están protegidos en templos o en casas particulares de manera anónima.
Tanto Aura como Amanda tienen varias cosas en común además del hecho de ser originarias de Guatemala. Ambas salieron de su país escapando de la violencia, tienen hijos estadounidenses, están en sus 30 años, y apenas días antes de buscar refugio en las iglesias recibieron la orden de ‘La Migra’ para que compraran un pasaje aéreo y se regresaran a su país natal.
“Mi peor pesadilla”
“Ser separada de ellos es mi peor pesadilla”, dijo Hernández al Daily News, sobre su pequeña hija de 15 meses y un varoncito de 10 años.
“Estoy asustada. ¿Qué más puedo hacer? Por años hice lo que ellos me pidieron”, dijo la madre de 37 años en referencia a que por cinco años, desde el 2013 hasta el 2017, acudió a todas la citas con ICE, hasta que le indicaron que ya no habría más citas y tenía que abandonar el país. La madre añadió: “Ahora siento que el Gobierno quiere deshacerse de los inmigrantes”, y enfatizó en cómo se han endurecido las políticas migratorias desde que Trump asumió la Presidencia.
Según indicó el pastor de la iglesia Fourth Universalist Society, Schuyler Vogel, ese templo decidió establecerse como ‘santuario’ hace un año, y luego que activistas de la Coalición Nuevo Santuario le contaran del caso de Aura, decidieron aceptarla como refugiada.
Entre tanto, Morales tiene tres hijos también nacidos en este país: Dulce de 10 años, Daniela de 7 y David de 2. La mujer, de 33 años, es considerada una “fugitiva” por parte de ICE, y desde que se refugió en la iglesia en el Alto Manhattan cuenta con el apoyo de los sacerdotes Luis Barrios y Juan Carlos Ruíz, así como el concejal Ydanis Rodríguez, entre otros funcionarios electos.