Trump mejora en las encuestas pese a tormenta política en su administración
Tanto demócratas como republicanos piensan usar la economía como arma electoral en noviembre
WASHINGTON— El presidente Donald Trump afronta numerosos nubarrones en su Administración pero, gracias a la estabilidad económica, ha mejorado levemente su nivel de aprobación, según encuestas divulgadas esta semana.
Aunque, en general, Trump sigue siendo una figura impopular entre la mayoría de los estadounidenses, de cara a los comicios de noviembre próximo, en las últimas semanas ha mejorado sus niveles de aprobación entre la opinión pública.
A sólo 14 meses en el poder, Trump afronta un rosario de acusaciones de relaciones extramaritales, demandas por acoso o por sus prácticas empresariales, caos en el Gabinete, y la perenne investigación del FBI sobre la intervención de Rusia en los comicios de 2016 para ayudarle a ganar.
Aún así, Trump ha subido varios puntos en sendas encuestas divulgadas esta semana, y los expertos lo atribuyen, sobre todo, a la continua estabilidad económica en el país.
Una encuesta de la cadena CNN, realizada entre 1,014 personas entre el 22 y 25 de marzo pasados, indicó que su tasa de aprobación subió siete puntos porcentuales al 42%, en comparación con el 35% el mes pasado. La tasa de reprobación ahora es de 54% -su mayor en once meses en esta encuesta-, comparado con el 58% el mes pasado, según esa encuesta, que tuvo un margen de error de 3,7 puntos porcentuales .
En cambio, una encuesta realizada para la agencia de noticias Associated Press (AP) también señaló que el 42% de los estadounidenses aprueba de la gestión de Trump, un 47% apoya específicamente su manejo de la economía, y un 46% aprueba de su plan de recortes de impuestos.
El sondeo de AP se realizó entre 1,122 personas entre el 14 y 19 de marzo pasados, y tuvo un margen de error de 4,2 puntos porcentuales.
Ambos sondeos dejaron en claro que, pese a la tormenta política y la racha de escándalos que se ciernen sobre la Administración, el bienestar económico parece opacar esas malas noticias.
Eso no deja de preocupar a los líderes republicanos del Congreso, que temen que el mensaje económico no sea suficiente para ayudarlos a retener el control de ambas cámaras del Legislativo en los comicios del próximo 6 de noviembre.
A los republicanos, en particular, les preocupa la incesante campaña de ataques de Trump contra el fiscal especial, Robert Mueller, que encabeza desde mayo pasado la investigación sobre la posible colusión de su campaña con Rusia en los comicios de 2016. Varios prominentes líderes republicanos le han aconsejado a Trump a que no despida a Mueller para evitar repercusiones políticas.
Parte de la estrategia republicana será “vender” las bondades de la reforma tributaria de $1,5 billones que aprobaron en diciembre pasado y que incluye recortes de impuestos para las corporaciones y para la clase media.
Los demócratas hacen lo propio para respaldar a sus candidatos y movilizar a su base en esos comicios, destacando que la política económica de Trump no sólo se decanta más por los ricos sino que están abultando más el déficit y la deuda nacional.
El mensaje demócrata parece resonar entre la opinión pública, que también cree que Trump es deshonesto, poco fiable y divisorio.
Otras encuestas, entre éstas las de Gallup, Marist College y Quinnipiac University destacan que la tasa de aprobación de Trump apenas llega a los 40, con mejoras casi imperceptibles en los últimos meses.
Algunos observadores han empezado a hacer una comparación con la presidencia de Bill Clinton, que incluso afrontó un juicio político pero, gracias a la bonanza económica que creó su Administración, ganó la reelección.
En el último trimestre de 2017, la economía creció a un ritmo anual del 2.9%, una leve mejora sobre las proyecciones del 2.5% del Departamento de Comercio, mientras que la tasa de desempleo se ubica en el 4.1%, la más baja desde 2001.