¿Las ideas de AMLO son como las de Donald Trump?

Hay quienes así lo ven, pero la primera gran diferencia es que uno es de izquierda y el otro de derecha

Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump.

Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump. Crédito: EFE / Getty Images

Al liderar las encuestas por más de 50%, un hecho histórico en la intención de voto para una competencia presidencial en México, Andrés Manuel López Obrador, de “Juntos haremos historia”, está causando todo tipo de reacciones en distintos sectores, debido a su postura “sin pelos en la lengua” contra la corrupción y los grupos de poder, a pesar de que él mismo esté rodeado de personajes con un cuestionado pasado político.

El plan de gobierno de AMLO quedó asentado en el discurso que dio en su mitin de inicio de campaña, el 30 de marzo, en Chihuahua, en la frontera con los Estados Unidos, donde envió varios mensajes al gobierno del presidente Donald Trump, principalmente por su trato contra los inmigrantes, pero también sobre asuntos comerciales, donde apostó por un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) justo, pero sin amenazas, un mensaje común del mandatario republicano lanzó desde su campaña en 2016.

Entonces, ¿por qué se compara a López Obrador con el presidente Trump? A pesar de sus diferencias, hay varios aspectos que tienen en común, pero -aunque suene contradictorio- con motivos y objetivos distintos.

Para comenzar, la visión de “Primero México” del líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no apuesta al proteccionismo al cien por ciento, es decir, López Obrador no ha amenazado con sacar a México de acuerdos comerciales -como el presidente Trump lo hizo con el Tratado Transpacífico-, pero apuesta a que el país tenga autosuficiencia en productos agrícolas, antes que exportar o importar.

Aunado a ello, AMLO no quiere castigar a los inmigrantes, como el presidente Trump lo hace con “Primero América”, un plan delineado en su orden ejecutiva, “Compra americano, contrata a americanos”, a fin de restringir la inmigración legal, aunque la falta de personal cualificado ha obligado a la administración republicana a, por ejemplo, ofrecer 15,000 más visas H-2B, ante la falta de personal calificado temporal en EEUU.

Las limitaciones de las visas H-2B originalmente estaban destinadas a proteger a los trabajadores estadounidenses, pero cuando entramos en una situación en la que el programa perjudica involuntariamente a las empresas estadounidenses, necesitamos una reforma“, dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.

Hay varios aspectos que el morenista pone sobre la mesa ante las complicada situación en México, debido a la corrupción y la inseguridad, que van tomadas de la mano.

Una “carnicería”

En su discurso al asumir el gobierno de EEUU, el presidente Trump habló de “una carnicería”, una frase utilizada en sentido figurado sobre el abandono a las clases trabajadoras de raza blanca, quienes lo llevaron a ocupar la Casa Blanca.

AMLO es más literal, aunque sin utilizar esa frase, en su discurso de apertura de campaña habla de un tema que ha sido recurrente en sus mítines: la violencia que el crimen organizado ha desatado en el país y cómo la corrupción ha abonado a ello.

“Aparejada con la crisis económica, ha venido como rémora la crisis de bienestar social, que se sumó a la inseguridad y la violencia que ya venían de tiempo atrás”, apuntó, al indicar la razón por la cual iniciaba su campaña en Ciudad Juárez.

“Aquí empezó el horror de los feminicidios que, desgraciadamente, siguen ocurriendo en todo el país y con mayor incidencia en las colonias populares de las grandes ciudades de la república. Hoy, las multiplicadas amenazas a la integridad y a la vida acechan en forma particularmente devastadora a las mujeres y a los jóvenes”, continuó.

El TLCAN

Desde su campaña. el presidente Trump advirtió sobre la cancelación del TLCAN, aunque luego matizó y dijo que renegociaría, porque México particularmente, es ventajoso en el acuerdo al generar un déficit comercial de $94,253 millones de dólares.

Eventualmente, el TLCAN está en proceso de negociación, proceso que podría terminar en manos del siguiente gobernante mexicano, posiblemente AMLO dado la intención de voto a su favor.

El morenista ha sido un serio crítico del acuerdo concretado durante el gobierno de del priista Carlos Salinas de Gortari.

“Se optó, de manera absurda, por abandonar el campo y acabar con la industria nacional, y el Estado dejó de promover el desarrollo”, apuntó López Obrador, una idea que no dista mucho de lo dicho por el presidente Trump sobre la necesidad de ayudar a los agricultores.

“Pueden argumentar lo que quieran, pero no se puede hablar del éxito del modelo exportador cuando la economía ha permanecido estancada durante tres décadas. El fomento de una economía para las élites no significa ni desarrollo ni creación de empleos”, considera el morenista, quien no dice que quiera cancelar el acuerdo, incluso nombró a Jesús Seade, exsubdirector general de la Organización Mundial del Comercio, para continuar las negociaciones.

Mejores salarios

Este punto tiene que ver con el anterior, pero merece mención aparte, ya que ha sido uno de los aspectos que ha estancado las negociaciones del TLCAN.

El presidente Trump considera que el gobierno mexicano debe aumentar el salario mínimo, sobre todo en lo que concierne a la producción de automóviles, debido a la presión de las maquiladoras en EEUU.

López Obrador coincide con el estadounidense: los mexicanos, no sólo los obreros en fábricas de autos, deben tener mejores ingresos.

“Los defensores del actual modelo económico hablan de modernidad, pero no dicen que esa modernidad es sinónimo de economía de élites, y que es excluyente para las mayorías y provechosa sólo para una  minoría”, criticó. “Un trabajador de la industria automotriz en Ciudad Juárez gana $2.47 dólares por hora, mientras que en Estados Unidos un obrero con la misma especialidad recibe $29 dólares por hora; es decir, diez veces más”.

La inmigración

Mientras el presidente Trump considera que el sistema migratorio actual de EEUU está afectando al país, por lo cual lanzó varias estrategias contra los inmigrantes, incluyendo su plan de construir “el muro fronterizo”, López Obrador cree que la inmigración ocurre por diversos motivos, pero principalmente por la desigualdad socioeconómica.

En el segundo debate presidencial, López Obrador insistió en que la persecusión de los inmigrantes en EEUU es injusta, así como el trato que el gobierno mexicano le da a los originarios de Suramérica y Centroamérica.

“Expreso, con toda claridad, que no estamos en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, sería conveniente que la firma de los nuevos acuerdos se realizara luego de las elecciones presidenciales del 1 de julio, para buscar equidad y consensos, no afectar sectores productivos de México e incluir asuntos importantes como la definición de salarios y el tema migratorio”, expuso.

Protegeremos a los migrantes pero, al mismo tiempo, aplicaremos una política económica generadora de empleos que garantice a los mexicanos trabajo, salarios justos y bienestar en sus lugares de origen, donde están sus familiares, sus costumbres y su cultura“, indicó. Es decir, incluso la política planteada por AMLO podría ayudar a los intereses del presidente Trump.

La relación México-EEUU

El presidente Trump ha atacado a través de Twitter al gobierno mexicano, al que calificó de “hablar”, pero de no ayudar a los EEUU en sus problemas de inseguridad e inmigración.

A pesar de que aseguró no mantener una postura cabizbaja ante ataques del republicano, López Obrador apuesta a una relación de respeto.

El morenista reconoce que debe haber un esfuerzo conjunto en la lucha contra el crimen organizado, pero no considera que México debe “hacerle el trabajo sucio” a los EEUU al retener a inmigrantes, deportarlos o encarcelarlos.

“Insisto: buscaremos establecer con Estados Unidos una relación bilateral fincada en la cooperación para el desarrollo y el respeto mutuo”, dijo.

México Grande… por fin

Con la frase América Grande Otra Vez (MAGA, por sus siglas en inglés) fue utilizada por el presidente Trump al considerar que el país estaba perdiendo su “grandeza” como potencia, pero el eslogan ha sido aprovechado por grupos extremistas para atacar a minorías, como hispanos y otros grupos sociales.

López Obrador busca un “México Grande”, nunca lo ha dicho como tal, pero habla de convertir al país en una potencia mundial, lejos de aquella idea de convertirla en otra Venezuela.

“El sueño que me inspira y quiero hacer realidad es que México se convierta en una potencia y que sus habitantes sólo salgan de sus pueblos por gusto y no por necesidad”, expresó. “Entonces, ninguna amenaza, ningún muro, ninguna actitud prepotente de ningún gobierno extranjero podrá impedir que podamos trabajar y ser felices en nuestra querida patria”.

¿Proteccionista?

AMLO dista, como cualquier ser político, de ser perfecto, pero su discurso, al menos en esta campaña, no está enfocado en el odio, como sí estuvo la del presidente Trump hacia diversos grupos, como los musulmanes y los hispanos.

El problema con el candidato de Morena es el control absoluto que, parece, tiene del partido, sin embargo, una fuente cercana a él, confirmó que esa idea es errónea, ya que hay al menos dos grandes grupos, aunque él lidere el movimiento.

Uno de esos grupos es el que lo acerca a empresarios e inversionistas, como ha ocurrido en EEUU, donde se reunió con ellos en Nueva York, desatando un conflicto con el otro grupo que busca alejarse del “poder económico”, pero del cual es imposible y López Obrador ahora lo reconoce.

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