Aumenta presión internacional para que Trump cese separación de familias

La Administración Trump ha hecho caso omiso a las críticas de la comunidad internacional

WASHINGTON ? El presidente Donald Trump instó este martes al Congreso a que elimine los “resquicios” legales que, a su juicio, alientan la inmigración ilegal, mientras los gobiernos de México y de los países del “Triángulo del Norte” y grupos de la comunidad internacional exigieron un cese de la separación de niños de sus padres en la frontera sur.

Trump se reunió con líderes republicanos de la Cámara de Representantes, que esta semana someterán a voto sendas medidas que se ciñen a su plan migratorio para recrudecer el combate contra la inmigración ilegal.

A lo largo de la jornada, Trump retomó sus ataques contra la inmigración ilegal, culpó de nuevo a los demócratas por la crisis en la frontera, e instó a la Congreso a que apruebe una ley que elimine los presuntos incentivos para los cruces ilegales.

Trump también se quejó de que México no ayuda a EEUU, pese a que hace unas semanas había elogiado al gobierno de Los Pinos por desmantelar la “caravana de migrantes” que emprendió camino hacia la frontera sur de este país para pedir asilo.

En los últimos días, la Administración Trump ha dicho que tiene que hacer cumplir las leyes y desalentar la emigración ilegal desde Centroamérica. Hasta el pasado 9 de junio, su gobierno ha separado a 2,342 niños de sus padres en la frontera, la mayoría de El Salvador, Guatemala y Honduras.

La Administración, en particular el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha dado explicaciones cambiantes sobre esta práctica, impulsada por el fiscal general, Jeff Sessions, y por asesores de Trump como Stephen Miller.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, primero la negó y, ayer lunes la defendió, ganando elogios de Trump.

Condena internacional

Mientras, el canciller de México, Luis Videgaray, condenó de forma “categórica y enérgica” la separación de familias, que calificó como una política “cruel e humana”.

Esa política “claramente representa una violación a los derechos humanos de los migrantes y pone en situación de vulnerabilidad a niñas y niños, algunos de ellos con discapacidad”, afirmó Videgaray.

El canciller quiso dejar en claro que, si bien el gobierno mexicano “no promueve la migración ilegal” y respeta la “soberanía” de EEUU, no puede permanecer indiferente “ante una situación inhumana y cruel”.

Por ello, instó a Trump a que “reconsidere esta política y dé prioridad al bienestar y los derechos de las niñas y los niños, con independencia de su nacionalidad o su situación migratoria”.

Según Videgaray, de los más de 2,000 niños separados de sus padres en la frontera, menos del 1% son de origen mexicano, con un total de 21.

De estos, 14 ya han sido repatriados y siete continúan en albergues del gobierno, precisó Videgaray, quien dijo que comunicó el mensaje de rechazo a Nielsen y al secretario de Estado, Mike Pompeo, y se entregó una nota de condena oficial al gobierno de Washington.

México ha repetido su mismo mensaje ante Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA), así como a entidades que dependen de ambos organismos internacionales.

Bajo fuertes presiones de grupos cívicos, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, se sumó esta noche a la condena de la práctica de la Administración Trump, y pidió que se corrija “lo más pronto posible”.

Su canciller, Sandra Jovel, había afirmado horas antes que los niños migrantes no están detenidos sino en “albergues” donde reciben “el mejor trato posible”.  

Ayer, el portavoz de la presidencia, Heinz Hiemann, afirmó que tenía respeto a la política de “tolerancia cero” en la frontera sur de EEUU, y fue destituido posteriormente.

En un comunicado, la cancillería dijo esta noche que “”lamenta, condena y rechaza” la política migratoria de EEUU porque “viola los derechos humanos y destruye la unidad familiar”, e hizo un llamado a que la Administración Trump la “reconsidere” .

Se calcula que, de entre los niños separados recientemente en la frontera, al menos 465 son guatemaltecos.

La presión sobre Morales también provino de la legisladora demócrata por California, Norma Torres, de origen guatemalteco y quien concluyó el pasado fin de semana una visita a albergues y centros de detención en la frontera sur.

Por su parte, la cancillería de El Salvador también condenó la práctica, y mañana delineará las medidas que ha  emprendido para proteger a los migrantes salvadoreños a través de su red consular en EEUU.

Mientras, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunió ayer con Pompeo en el Departamento de Estado pero no dio declaraciones a la prensa. La cancillería pidió en una carta a Pompeo que EEUU “modifique” su política, y afirmó que Honduras espera trabajar con la Administración para “disminuir las causas que generan la migración irregular”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió solicitud de las defensorías de México, Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala para que exija a Estados Unidos cesar la separación de menores.

Otros organismos nacionales e internacionales, como Amnistía Internacional, “Human Rights Watch” y Naciones Unidas, también se sumaron a la condena universal contra la práctica emprendida por la Administración que, no obstante, no tiene intenciones de retroceder.


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