Alexandria Ocasio-Cortez lucha por una silla en el Congreso federal
Entrevista con la boricua de 28 años, criada en El Bronx, que espera ganar las primarias demócratas del 26 de junio
El próximo 26 de junio son las primarias demócratas del Congreso federal, y tras muchos años sin contrincante, esta vez por la curul del Distrito 14 de la Gran Manzana, a Joe Crowley lo está enfrentando una activista comunitaria de apenas 28 años. Alexandria Ocasio-Cortez, hija de boricuas, quien ha sido mesera en restaurantes de Manhattan, directora de proyectos educativos juveniles y hasta asesora del senador Ted Kennedy, está dando la pelea para que “a Washington llegue sangre nueva” que no haga parte de las maquinarias políticas sino que “defienda a la gente del común”.
Bajo el lema “es el momento para uno de los nuestros”, la experta en relaciones internacionales y asuntos comunitarios, se siente confiada en que los votantes del distrito de Crowley, que comprende vecindarios de Queens como Sunnyside, Astoria, College Point, East Elmhurst, Jackson Heights, Corona y Woodside, al igual que Morris Park, Parkchester, Pelham Bay, Throgs Neck y City Island, en El Bronx, la apoyarán con su voto.
La candidata confiesa que sabe que la tarea no será fácil, pues además de la curul federal, el congresista del Distrito 14 es el presidente del partido Demócrata en Queens, pero advierte que “llegó el momento de un cambio” para que la comunidad tenga una voz fuerte que pueda promover leyes a favor de los inmigrantes, las viviendas, el salario y la salud.
¿Quién es Alexandria Ocasio-Cortéz? Para quienes no la conocen
“Bueno, yo soy una educadora y organizadora comunitaria en Nueva York. Fui directora de educación en el Instituto Nacional Hispano, donde trabajé con jóvenes y con soñadores para que puedan desarrollar su liderazgo y capacidades. Soy hija de padres boricuas, nací en El Bronx y crecí entre El Bronx y un pueblito a 40 minutos, que se llama York. Vengo de una familia que luchó para conseguir una cuota inicial de una casita muy pequeña allá. Crecí viendo el impacto de la inequidad de salarios que afecta a nuestras escuelas y la salud, mientras mi mamá limpiaba casas y mi papá intentaba sacar adelante un negocio de planos de arquitectura”.
¿De dónde nace su deseo de incursionar en política?
“Cuando fui a la universidad de Boston, empecé a estudiar economía y relaciones internacionales y me di cuenta que siempre todos los asuntos regresaban a la economía y la dignidad de las familia. Ahí empezó mi interés en trabajar con la comunidad, trabajé con el senador Ted Kennedy en su oficina de inmigración y cuando me gradué, regresé a El Bronx porque quería trabajar en asuntos que impactaron a mi familia. Aunque al principio no quería meterme en política, porque me parecía un mundo que estaba cien por ciento controlado por corporaciones y cabildeos, cuando mi papa murió en el 2008, mi familia estuvo en una crisis, donde tuve que trabajar como mesera para apoyar a mi casa y me di cuenta que desde la política es donde podemos lograr cambios que causan mayor impacto”.
Usted no es muy conocida entre los votantes, ¿no es muy ingenuo pensar en ganarle a Crowley?
“Mire.Las personas dicen que Joe Crowley tiene poder y que es muy reconocido en la comunidad, pero eso no es cierto. La comunidad no lo conoce. Él ni siquiera fue elegido, él fue nombrado hace casi 20 años en un distrito donde 70% de las personas son de color y 40% hablan primariamente español. Por eso yo veo muy posible ganarle. En la última primaria, él sacó menos de 6,000 votos en un distrito donde hay 250,000 votantes registrados”.
¿Cuáles serán sus proyectos de trabajo de llegar al Congreso?
“Primero, necesitamos eliminar a ICE, porque todos los días esa policía está atacando a nuestras comunidades. Además debemos luchar para mejorar y expandir Medicaid para todos, incluyendo a los inmigrantes y también para que haya matrículas gratis en las universidades públicas y garantías federales de empleo”.
¿Por qué los votantes deberían apoyarla a usted?
“Porque voy a luchar por mi gente en un partido demócrata que tuvo la oportunidad de aprobar DACA en septiembre y que no lo hizo porque están tomando dinero de corporaciones. Yo no soy parte de eso y no tengo obligaciones con gremios económicos. Yo soy parte de una coalición nacional de candidatos que no recibe dinero de corporaciones ni de packs y tenemos 52 candidatos que están postulándose y siento que si la gente nos apoya habrá esperanza de cambios”.
¿No teme quedarse solo en buenas intenciones?
“Yo no le tengo miedo a eso. El cambio positivo siempre es una lucha muy dura, pero tenemos que hacerlo y a la gente que me ve, le digo que no es un voto por una muchacha. Es un voto por el cambio. Mi candidatura es obra de la comunidad. No estamos con la maquinaria política ni falsas promesas. Estamos representando cien por ciento a la comunidad, y este 26 de junio con Alexandria Ocasio-Cortéz vamos a empezar el cambio, pues no es podemos seguir permitiendo que el código postal donde nace alguien determine su futuro”.