Instalaciones militares que alojarían a niños no acompañados tienen contaminación ambiental, alega grupo ecologista

El Departamento de Salud no ha finalizado los planes para usar bases militares como centros de acopio de niños inmigrantes

Niños inmigrantes detenidos en el Refugio Temporal de Homestead, Florida.

Niños inmigrantes detenidos en el Refugio Temporal de Homestead, Florida. Crédito: EFE

WASHINGTON ? El Pentágono ha aceptado alojar temporalmente en varias instalaciones militares a miles de familias inmigrantes y niños no acompañados o aquellos separados de sus padres en la frontera, pero este martes el grupo ecologista Sierra Club advirtió de que algunas de esas instalaciones tienen problemas de contaminación del agua.

El miércoles pasado, el Pentágono dijo que aceptó la solicitud del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS) de dar espacio en sus instalaciones militares para los niños no acompañados que son detenidos en la frontera.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo el lunes que, por ahora, se construirán campamentos temporales en dos bases militares, por considerar que el Pentágono tendría una “apropiada función de logística” en los esfuerzos por alojar a las familias inmigrantes detenidas en la frontera.

Aunque Mattis no dio detalles, fuentes allegadas a los planes indicaron a la prensa que las dos bases están en Texas: la de Fort Bliss, en las afueras de El Paso, alojará a familias inmigrantes, mientras que la de Goodfellow, en el centro del estado, se usará para niños no acompañados. 

HHS está a cargo de los niños detenidos en la frontera y que posteriormente son enviados a un centenar de albergues que la entidad opera en todo el país, muchos de ellos bajo contrato con organizaciones privadas o sin fines de lucro.

La política de “tolerancia cero” en la frontera sur, anunciada por el fiscal general, Jeff Sessions, permite procesar con cargos criminales a quienes cruzan ilegalmente la frontera, pero ésta aumentará los arrestos en la frontera y la demanda por centros de detención.

A raíz de la mala prensa que ha generado la separación de más de 2,300 niños de sus padres, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el miércoles pasado que anuló esa práctica, pero mantiene en pie la detención de familias enteras.

Sin embargo, por órdenes del jefe de la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras, Kevin McAleenan, los agentes de la Patrulla Fronteriza suspendieron temporalmente ayer lunes el procesamiento judicial de los inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera, hasta tener en pie un proceso adecuado que cumpla con las órdenes de Trump.

Dentro del plan pactado con el Pentágono, los centros de detención en las instalaciones militares estarán bajo control del HHS y tendrían en su conjunto capacidad para hasta 20,000 niños. Además, serían utilizadas para alojar a estos niños al menos en lo que resta del año, según precisó un portavoz del Pentágono, el teniente coronel del Ejército, Jamie Davis.

Previo al anuncio de Mattis, las autoridades del HHS habían identificado cuatro bases militares como posibles centros de acopio de los menores, incluyendo la base aérea en Little Rock (Arkansas), y las de Dyess Air, Goodfellow y Fort Bliss, todas en Texas.

El grupo ecologista “Sierra Club” afirmó hoy que un estudio del gobierno, cuyo borrador había sido bloqueado por la Administración para la Protección Ambiental (EPA) durante seis meses hasta que el Departamento de Salud lo divulgó la semana pasada, detalló problemas de contaminación en el agua potable en lugares aledaños a más de 125 bases militares, lo que aumentaría los riesgos de salud a los soldados, veteranos y sus familias.

Grupos de veteranos denunciaron ese informe, que además generó una avalancha de críticas contra la Administración.

Estos compuestos tóxicos, llamados perfluoroaquilos (PFAs, en inglés), pueden causar cáncer renal y testicular, y enfermedades de la tiroides, y los niños son más vulnerables a desarrollar problemas neurológicos y cerebrales aún cuando su exposición a estos elementos es de bajo nivel, según Sierra Club.

El grupo dijo que la base aérea de Dyess, en Abilene (Texas), así como otras en la lista de posibles instalaciones en Arizona, California y Alabama, también han registrado problemas de agua contaminada.

HHS aún no ha respondido a una solicitud de comentario sobre el informe y los planes de alojamiento para las familias inmigrantes.

El director ejecutivo de Sierra Club, Michael Brune, dijo que estos planes militares sólo agravarán la situación de las familias inmigrantes en la frontera, porque los niños estarían expuestos a compuestos químicos nocivos para su salud.

No debemos dejar que esto le ocurra a ningún niño. Esta administración está poniendo literalmente en peligro las vidas de quienes vienen a nuestro país en busca de una vida mejor, y nadie debe guardar silencio en medio de este escándalo”, advirtió Brune.

El plan de usar bases militares para alojar a menores que huyen de la violencia y buscan refugio en EEUU también ha sido denunciado por una vasta coalición de grupos cívicos, religiosos y sindicalistas en todo el país.


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