Científicos creen haber resuelto el misterio sobre el Triángulo de las Bermudas
Popularmente se cree que en el sitio habita el diablo o que una civilización superior o extraterrestres son quienes provocan los incidentes que caracterizan a este lugar. Pero al parecer, han encontrado una razón científica que explicaría lo que ahí ocurre en realidad
Durante muchos años ha existido el gran misterio del Triángulo de las Bermudas, una parte en el occidente del Océano Atlántico que se extiende por casi 700,000 km2 entre Florida, Bermudas y Puerto Rico el cual, literalmente se ha “tragado” a decenas de embarcaciones y aviones, causando así la muerte de un poco más de 1,000 personas en tan solo el último siglo.
¿Qué fuerza sobrenatural puede existir en este lugar para que ahí ocurran todo tipo de catástrofes?
Popularmente se cree que el Triángulo de las Bermudas es el sitio en donde habita el demonio; sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de Southampton parecen haber encontrado qué situación se da en el lugar que puede provocar dichos accidentes.
Los investigadores aseguran que lo que ocurre en el Triángulo de las Bermudas podría estar relacionado con un fenómeno natural conocido como “olas rebeldes”, lo cual han podido comprobar mediante la recreación de gigantescas oleadas de agua.
Los científicos han indicado que las “olas rebeldes” suelen durar tan solo unos cuantos minutos y estas pueden alcanzar hasta los 30 metros de altura. Dichas olas fueron observadas por primera vez en 1997 en costas sudafricanas gracias a fotografías tomadas vía satélite.
Estos investigadores recrearon un modelo del USS Cyclops, en gran barco que desapareció en este sitio en 1918 y que cobró 300 vidas. Por sus grandes dimensiones y por tener una base plana, es muy fácil que este tipo de embarcaciones pueda ser hundido por una “ola rebelde”.
El doctor Simon Boxall, quien es experto en temas oceánicos, también ha explicado que en esta zona del Atlántico se han visto en varias ocasiones tres tipo de tormentas masivas, provenientes de diferentes direcciones, y que al final se unen, condición propicia para la generación de “olas rebeldes”.