Más estudiantes latinos se gradúan de secundaria pero no de la universidad

Reporte indica que la calidad de las escuelas secundarias influye en la decisión de estudiantes latinos

Brenda Madrid, una estudiante inmigrante en Nueva York, pensó que su último año en la escuela secundaria, sería el inicio de un futuro lleno de éxitos. Ella se reunió en dos ocasiones con un consejero estudiantil que al enterarse de su estado migratorio, le recomendó inmediatamente que aplicara a un Colegio Comunitario y no a una universidad. Ella, por falta de opciones, siguió su consejo.

Madrid es originaria de El Salvador y llegó a Estados Unidos cuando tenía siete años. De la mano de sus padres, René Madrid, de 55 años, quien no puede trabajar debido a un derramen cerebral que sufrió en 2006 y María Guerra, de 53, quien trabaja limpiando casas, hoy la estudiante de Artes Liberales tiene 21 años y se arrepiente de no haber indagado más para encontrar formas de estudiar un programa universitario de cuatro años. Sus planes: graduarse el próximo año y aplicar a SUNY Old Westbury para completar su titulo. La meta: lograr aumentar los ingresos cuando consiga un trabajo.

Brenda Madrid cuando llegó a Estados Unidos.

“El consejero estudiantil me preguntó qué quería hacer pero en ese momento no sabía. Me dijo que lo pensara y que íbamos a ver qué opciones tenía”, dijo Madrid, quien compartió con él su deseo de ingresar a la universidad, pero debido a que es beneficiaria de DACA, y no recibe ayudas del Gobierno Federal, no podría pagar una institución tan costosa.

“Pedí una segunda cita y fui a verlo y le dije que yo no podía pagar un colegio caro y entonces me recomendó que fuera a un colegio comunitario en Long Island”, indicó la estudiante. “Pero nunca me guiaron para entender que había opciones de becas. No me dijeron nada. Solo que fuera a estos sitios”.

Brenda Madrid es estudiante de Artes Liberales en el Colegio Comunitario del Condado de Nassau.

Pero este no es el único obstáculo que tuvo que enfrentar esta familia para continuar su educación superior. Muchas familias hispanas, esperando lograr el “Sueño Americano” a través de sus hijos, están encontrando que tienen que navegar un exhaustivo, temeroso y extremadamente costoso proceso, antes de que sus hijos puedan comenzar a ejercer sus profesiones. En algunos casos, la incertidumbre migratoria se convierte en una importante forma de decidir el futuro en educación superior.

Estudiantes latinos cargan con prejuicios que, según Andrea Pérez, una madre de familia residente en Queens, afectan su desarrollo y relaciones con los consejeros estudiantiles. Ella asegura que, sin importar el estado migratorio de los estudiantes, el personal estudiantil asume que los jóvenes latinos no irán a la universidad de cuatro años.

René Madrid y María Guerra, padres de Brenda Madrid.

“No sé si será que piensan que nuestros hijos son menos inteligentes o qué”, apuntó Pérez, quien tiene un hijo adolescente, y a quien le recuerda diariamente la importancia de tomar una decisión inteligente a la hora de escoger una profesión y la institución a la que se asistirá.

“Es vital porque de esto depende que pueda conseguir un trabajo mejor remunerado”, indicó la madre, originaria de Colombia. “Los maestros y consejeros estudiantiles deberían motivar a estos estudiantes a avanzar y esos avances vienen con muchos sacrificios que se verán reflejados en el futuro”.

De acuerdo con el reporte Educación para Latinos y Progreso Económico, publicado en 2017 por el Centro de Educación y Fuerza Laboral de la Universidad de Georgetown, casi dos tercios de los estudiantes latinos se inscriben inicialmente en un programa de grado asociado, mientras que menos de la mitad de los estudiantes blancos se inscriben en estos mismos programas.

El estudio asegura que en Nueva York, los latinos están sobrerrepresentados en los colegios de dos años y están subrepresentados en las universidades de cuatro años. Representan el 22% de la población en edad universitaria, pero solo el 26% de los estudiantes de primer año en las universidades de dos años y solo el 16% de los estudiantes de primer año en las universidades de cuatro años.

“Los estudiantes latinos enfrentan varios obstáculos en comparación con los estudiantes blancos que les dificultan navegar con éxito en el sistema postsecundario”, explica el reporte. “Los latinos dependen principalmente de sus escuelas secundarias para ayudarlos a postularse a la universidad porque es menos probable que sus padres hayan asistido a la universidad. Sin embargo, también es más probable que asistan a escuelas secundarias con menos recursos y es posible que no tengan suficiente acceso a consejeros estudiantiles cuya carga de trabajo les impide asesorar adecuadamente a sus alumnos”.

Will Mantell, portavoz de la Alcadía, aseguró que un número récord de estudiantes se están graduando de la escuela secundaria y asistiendo a la universidad, y que están enfocados en ayudar a los estudiantes a lograr el éxito en la universidad, “independientemente de su código postal o antecedentes”.

“A través de nuestra iniciativa College Access for All o Acceso Universitario para Todos, llevamos a todos los estudiantes de secundaria a un campus universitario, eliminamos la tarifa de solicitud para las universidades de CUNY para estudiantes de bajos ingresos, y ahora ofrecemos el examen SAT gratis durante el día escolar”, dijo Mantell.

Y es que según cifras de la administración de Blasio, la tasa de graduación de la escuela secundaria ha aumentado a 74.3%, y la tasa de deserción ha caído a 7.8%. El 77% de los graduados de la escuela secundaria en la promoción de 2016 se inscribieron inmediatamente en una opción postsecundaria, de acuerdo con la Alcaldía.
La iniciativa de Acceso Universitario para Todos, prevee que para el próximo año escolar, cada estudiante de escuela intermedia tendrá la oportunidad de visitar un campus universitario, además de contar con los recursos y apoyos en su escuela secundaria para graduarse con una un plan de carrera. El plan, según explican, incluirá además capacitación y financiamiento para que las escuelas secundarias puedan desarrollar una cultura universitaria y profesional.

Instituciones al servicio del hispano

La Asociación Hispana de Universidades (HACU), que representa a más de 470 universidades comprometidas con la educación superior hispana en los Estados Unidos, Puerto Rico, América Latina y España, asegura que el éxito de la economía depende en gran parte de la calidad educativa y el apoyo que reciban los estudiantes hispanos de primera generación y de bajos ingresos.

Luis Maldonado, jefe de defensoría de HACU, indicó en un seminario de la Asociación de Escritores de Educación (EWA) en Miami, que los hispanos son el grupo étnico más numeroso, más joven, y el segundo de más crecimiento dentro de los grupos étnicos en el país, y que a esto hay que prestarle atención.

“Más de 3,313 distritos escolares, distribuidos en 47 estados, tienen poblaciones estudiantiles que son al menos un 25% hispanos. Nuestro futuro y desarrollo laboral dependerá de los hispanos”, apuntó.

Maldonado explicó que es importante que estos estudiantes tengan representación a nivel nacional, un punto que podría disminuir el alto porcentaje de estudiantes hispanos que abandonan la universidad.

De acuerdo con HACU, estas instituciones que tienen al menos un 25% de hispanos, son catalogadas como Instituciones al Servicio del Hispano (HSI), una membresía que les ayuda a compartir información y analizar políticas educativas, buscar el apoyo de los sectores gubernamentales, filantrópicos y corporativos y facilitar proyectos piloto para prevenir la deserción escolar o mejorar la preparación del estudiante para la universidad.

Queens College hace parte de este grupo de universidades, y debido a que la cuarta parte de su cuerpo estudiantil es hispano y casi el 40% de bajos ingresos, en 2016 ganaron una competencia a nivel federal por la que recibieron 5.6 millones de dólares del subsidio del Departamento de Educación para preparar a los estudiantes en carreras científicas, tecnológicas, de ingeniería y matemáticas, campos conocidos colectivamente como STEM, donde existe una dramática necesidad a nivel nacional de profesionales calificados con títulos universitarios.

Félix V. Matos Rodríguez, presidente del consejo directivo de HACU y presidente de Queens College, destacó que pertenecer a la asociación le permite a las universidades crear un ambiente cómodo y seguro para las familias latinas.

“Cuando los padres están buscando una institución para sus hijos, están buscando que se sientan cómodos y bienvenidos”, dijo Matos. “Para nosotros ser un HSI es una forma de enviar un mensaje sólido de que la comunidad latina de Nueva York se puede sentir segura en Queens College, porque siempre estamos tratando de crear más y mejores oportunidades para nuestra comunidad”.

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