Los moteles al servicio de la MS-13
Cabecillas de la Mara Salvatrucha usan una red de testaferros para lavar el dinero producto de extorsiones. Ese dinero se lava en varios negocios, uno de ellos son los moteles
En febrero de 2018, un testigo criteriado, miembro de la pandilla Mara Salvatrucha MS-13, contó cómo esa estructura criminal lava dinero. En el proceso son claves los comerciantes asociados que reciben dinero para invertirlos en restaurantes, ventas de verduras, cervecerías, taquerías, panaderías, pupuserías o rutas del transporte colectivo. Los testaferros de la pandilla.
Los negocios incluso pueden ser creados desde cero. De las ganancias, la pandilla puede exigir el 70% para que los pequeños empresarios se queden con el 30%.
Uno de esos negocios al servicio de la pandilla son los moteles, según han mostrado las autoridades en los últimos meses.
En el departamento de Sonsonate, la fiscalía allanó tres moteles que servían a la MS: “La Pirámide”, “La Estancia” y “Los Tres Ases”.
Apenas ayer se conoció el caso del motel ‘La Pirámide’ -donde se realizaban cultos satánicos- (kilómetro 67.5 de la carretera a Acajutla), propiedad de Jorge Vega Knight, un empresario y socio de la pandilla MS-13 capturado la madrugada del martes 28 de agosto en el operativo “Arpón del Pacífico”.
También el autohotel “La Estancia” (carretera de Sonsonate a Santa Ana a través de Los Naranjos, en Nahuizalco), igualmente en el departamento de Sonsonate, fue allanado por la Fiscalía General de la República (FGR).
Esos dos son sólo los últimos casos en los que se ha conocido el uso ilícito de esos negocios.
Sin embargo, en marzo de este año, la FGR sostuvo que el cabecilla Saúl Antonio Turcios Ángel, “el Trece”, recibía hasta $1,500 diarios que venían de negocios y extorsiones. El testigo protegido “Luna” dijo que “el Trece” usaba a varias personas como colaboradores para “guardar y administrar” ese dinero en Santa Tecla. Ese dinero recolectado era utilizado para “la compra de moteles, farmacias, casas, vehículos y autobuses, entre otros negocios”, según ese testigo.
En julio de 2016, en el marco de la operación Jaque, las autoridades allanaron los moteles “Los Tres Ases” (en el departamento de Sonsonate) y “Las Cabañitas” (San Salvador).
El motel “Los Tres Ases” está ubicado en el kilómetro 67 la carretera a Acajutla y es propiedad de la sociedad Inversiones Nueva Esperanza S. A. de C. V., de la cual es dueña Gladis Esperanza Peña, también procesada en el caso Jaque. Ella estaría vinculada con la MS en la venta de droga y agrupaciones ilícitas.
Con el paso de los meses se han dado más capturas en este caso. A Víctor Manuel Linares Pineda -alias “Cuete”, cabecilla de la pandilla y detenido el 20 de julio de 2018 en Santa Tecla- se le relaciona con varios delitos, entre ellos la comercialización de droga en ese motel.
“Los Tres Ases” también habría sido punto de encuentro para los líderes pandilleros.
Como parte del juicio tras la operación Jaque también se supo que la familia del empresario de buses Nelson de Jesús Aguirre Calderón era dueña del motel “Las Cabañitas”, en Ciudad Delgado, una propiedad adquirida y financiada con dinero de la MS-13. Aguirre Calderón es considerado uno de los principales testaferros de esa estructura criminal.
Esas instalaciones pertenecen ahora a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), según lo dio a conocer el presidente del Consejo Nacional de Administración de Bienes (CONAB) y viceministro de Seguridad, Raúl López.
Escondite y lugar de delitos
Además de una oportunidad de lavado de dinero, los moteles también pueden ser usados como escondites o para cometer delitos.
En marzo de 2018, el pandillero Elías Peralta Roble fue detenido tras esconderse dentro de un motel cerca del balneario Atecozol.
En julio de 2017, la PNC reportó la privación de libertad de un joven de 20 años en un motel ubicado en el centro de San Salvador (entre la avenida España y la 9.ª calle poniente). Él fue víctima del engaño de una mujer que lo invitó al motel, pero lo dejó solo en la habitación para ser atacado por pandilleros. La víctima fue rescatada con vida.
Ese mismo mes se capturó a seis supuestos pandilleros, perfilados como sospechosos de haber participado en la privación de libertad de tres militares en el centro de la ciudad de Usulután. Los hombres fueron detenidos una noche en el interior de un motel ubicado en la ciudad de Usulután, al que habían ido a esconderse. La policía supo que los sospechosos habían alquilado una habitación por el intenso operativo policial y militar en la zona.
En mayo de 2017 se encontró el cuerpo del estudiante universitario Carlos Alvarado, quien residía en Juayúa y estaba desaparecido. Se cree que fue secuestrado por pandilleros cuando la víctima estaba en un motel. El motivo habría sido tener una relación con la pareja de un pandillero. Su cadáver se halló días después de que la PNC de Nahuizalco capturara al principal sospechoso del crimen, Wálter Enrique Sión Shull.