Policías falsos asfixian al estado de Puebla
Están al servicio de grupos criminales que se dedican al robo de combustible
MEXICO – Cientos de policías falsos asfixian al céntrico estado de Puebla. Portan uniformes como si fueran municipales, rondan con patrullas pintadas a gusto, torretas ruidosas con las que vigilan, montan retenes, detienen vehículos y, sobre todo, protegen las actividades ilícitas de las organizaciones criminales que los contratan.
Esos delitos se centran en los últimos años en el robo de combustible: por el territorio poblano pasa uno de cada cinco ductos del país, mismos que son vigilados por los uniformados fraudulentos que laboran en paralelo a los auténticos.
Para hacerles frente han tenido que intervenir policías federales y soldados que los increpan al tú por tú en los últimos meses con armas largas para impedir la extracción clandestina en la que participan criminales del estilo cártel Jalisco Nueva Generación.
Hace tiempo que los delincuentes quieren a sus propias fuerzas disfrazadas, ya no sobornar o intimidar a los municipales para que trabajen para ellos. Un informe de la Policía Federal publicado en 2016 detalló que en los últimos nueve años detuvo a 3,000 civiles vestidos con uniformes falsos, principalmente en Michoacán, Chihuahua, el Estado de México y Jalisco.
Puebla no figuraba en el mapa de este tipo de montajes. Se supo de ellos cuando una estrategia federal de seguridad envió 3,000 elementos de combate al “huachicoleo” (como se le conoce popularmente al hurto de la gasolina en los ductos.
La entidad ocupa actualmente el primer lugar nacional en este tipo de robo. de este tipo de robo: en el primer semestre de este 2018 se registraron oficialmente 1,175 ordeñas, un 51% más en comparación que en el mismo periodo del año pasado.
“Sabido es que los huachicoleros han obtenido ganancias millonarias que repercuten en la obtención de una base social que les otorga apoyo y protección”, observa el analista y ex director del programa social Prospera, Daniel Aceves.
En uno de los operativos más grandes que realizó el gobierno federal durante este año en el que cayeron 113 presuntos delincuentes que ostentaban uniformes de la policía municipal de Texmelucan, algunos de ellos delataron a presidentes municipales presuntamente inmiscuidos en bandas de huachicoleros.
Filomeno Cruz, alcalde del municipio de Huixcolotla, situado en la zona roja del conflicto, fue detenido poco después, el 14 de julio, por portación ilegal de armas. Este funcionario público se sumó a otros 20 en proceso, entre ellos, el alcalde Atzizintla, José Isaías Velázquez y Pablo Morales Ugalde de Palmar de Bravo.
Le munícipe de Tehuacan, Ernestina Fernández, también es sospechosa: la semana pasada un total de 21 policías de este municipio fueron llevados ante un juez por el delito de usurpación de funciones debido a que no acreditaron su alta en la corporación. Ellos trabajaban junto con otros 180 verdaderos.
Fernández pidió al gobierno estatal respetar la presunción de inocencia de sus agentes y, aunque dijo que no tolerará actos fuera de la ley, no quiso abundar más sobre la situación de los uniformados ‘fakes’.
Para César Suárez, investigador del Centro para el Desarrollo Latinoamericano, el robo de combustible que propicia la contratación de uniformados falsos, responde a un problema territorial. “El lugar donde se ordeña el ducto, el traslado de la gasolina y su lugar de venta toca a varios municipios en los que se pueden mover a sus anchas“.