Dondequiera que trabaje en Nueva York, las nuevas leyes de acoso sexual lo protegen
Un supervisor hace bromas sexuales a una compañera de trabajo en una obra de construcción. Un gerente de salón de uñas llama a una trabajadora a su oficina, donde tiene materiales pornográficos claramente expuestos en las paredes.
Ambos se encuentran entre los muchos ejemplos de acoso sexual que ocurren diariamente en nuestra ciudad.
El movimiento #MeToo se ha enfocado en las profesiones de alto perfil: entretenimiento, medios de comunicación y política. Pero no es ningún secreto que el acoso sexual aparece en todas las industrias.
Los trabajadores en tiendas de ropa, la comida rápida y el cuidado de salud en el hogar también están expuestos al acoso. La mayoría son inmigrantes y/o personas de color, y pueden enfrentar aún más obstáculos cuando hablan y se enfrentan al abusos de poder.
Pero ahora, debido al Acta “Alto al Acoso Sexual en NYC” (“Stop Sexual Harassment in NYC Act”) recientemente promulgada por el Concejo Municipal, cada empleado, cualquiera que sea el tamaño de su sitio de empleo, está protegido contra el acoso sexual por la ley de derechos humanos de la ciudad.
En otras palabras, el comportamiento verbal o físico no deseado en el lugar de trabajo, dirigido a alguien debido a su género, es contrario a la ley.
La ley “Alto al Acoso Sexual en Nueva York”, compuesta por once de las leyes contra el acoso más ambiciosas del país, también protege a los trabajadores independientes y contratados, e incluso a los pasantes no remunerados.
Terminar con el acoso para siempre significa cambiar la cultura del lugar de trabajo. Es por eso que la ley también exige que todos los lugares de trabajo (sector privado y público) publiquen visiblemente las leyes contra el acoso. Las empresas con 15 empleados o más tienen que brindar capacitación anual sobre qué es el acoso y qué hacer si lo experimenta o lo presencia.
En conjunto, estas nuevas leyes representan un gran paso para proteger verdaderamente a todos los neoyorquinos. El tema del acoso sexual y cómo abordarlo se introducirá en la cultura de cada lugar de trabajo en la ciudad de Nueva York.
El acoso sexual a menudo se oculta a simple vista, con sus víctimas sufriendo en silencio y teniendo consecuencias a largo plazo para ellas y sus familias. Estamos pidiendo a todos los neoyorquinos que hagan correr la voz y les digan a sus amigos, seres queridos y compañeros de trabajo sobre el Acto “Alto al Acoso Sexual en NYC” y las protecciones que ofrece.
Si usted o alguien que usted conoce está sufriendo acoso sexual, se lo puede informar a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York para que lo investiguen. Se puede presentar una queja hasta tres años después del incidente. Llame al (718) 722-3131 o visite nyc.gov/humanrights. Se aceptan llamadas en más de 36 idiomas.
El ayuntamiento y las organizaciones comunitarias como ALIGN observarán atentamente para garantizar que estas nuevas leyes se implementen de manera efectiva, de modo que todos y cada uno de los trabajadores se sientan capacitados para hablar y los abusadores sepan que enfrentan consecuencias reales.
Cuando las personas viven con miedo al acoso basado en el género, significa que nuestros lugares de trabajo y la sociedad están fallando en un nivel fundamental. Todos los empleados tienen derecho a un ambiente de trabajo libre de acoso. Poco a poco, el movimiento #MeToo está convirtiendo en ley este derecho.
-Helen Rosenthal es presidenta del Comité de Mujeres del Concejo Municipal y una de las personas que redactaron el “Stop Sexual Harassment in NYC Act”. Maritza Silva-Farrell es directora ejecutiva de ALIGN, una alianza de organizaciones laborales y comunitarias.