Boricuas agradecidos con NY: “Esta ciudad nos salvó”

Dos madres puertorriqueñas, una todavía en un albergue, y otra en su apartamento propio, coinciden en que la Gran Manzana las ha ayudado a resurgir

Victima de Maria, Janet Guzman, 53, vive en Brooklyn, tabajando temporalmente para el Departamento de Sanidad.

Victima de Maria, Janet Guzman, 53, vive en Brooklyn, tabajando temporalmente para el Departamento de Sanidad. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

En diciembre del año pasado Yaneth Guzmán tomó una de las decisiones más duras de su vida. La madre de familia de 53 años, tuvo que decirle adiós a su natal Puerto Rico y junto a sus dos hijos adolescentes voló hacia Nueva York, huyéndole al dolor y la tragedia que dejó el huracán María. Hoy, lejos de su isla y al conmemorarse el primer aniversario de uno de los “momentos más tristes” de su vida, tras haberlo perdido todo, la puertorriqueña se confiesa optimista.

“Mi vida ha cambiado mucho en el último año, porque pasé de tener una vida en Fajardo, donde era cajera de una tienda y estaba bien con mis dos hijos varones, a tener nada y ahora a tener algo”, comentó la madre, quien desde el pasad 14 de septiembre cuando FEMA dejó de pagar por su hotel en Brooklyn, vive en un albergue en ese condado, que siente como su hogar.

“Aquí al menos tenemos un lugar limpio y nos sentimos seguros. Y aunque hay dos camitas en el cuarto: en una duermo yo y en la otra los nenes, no nos sentimos abandonados”, dijo con alivio la mujer, quien solo tiene una queja. “El único problema es que no tenemos cocina, ni hay nevera y tenemos que gastar mucho comiendo afuera”.

Y aunque Yaneth afirma que no puede borrar el dolor que dejó el huracán a su paso por Puerto Rico, también dice que se siente agradecida con la Gran Manzana y con organizadoras comunitarias como Sonia Velásquez, quien no la ha dejado sola.

“Ella me ayudó a tener este techo y también a conseguir un contrato de trabajo de seis meses con el Departamento de Sanidad. Ahora lo único que esperamos es que antes de que acabe el año nos ayuden con una vivienda propia, porque pa’ Puerto Rico no vamos a virar, a menos que nos toque”, advirtió la madre, agregando que sus dos hijos ya se sienten neoyorquinos. “Esta ciudad nos salvó. Ellos están estudiando y les gusta mucho aquí y aunque todavía nos falta mucho, solo pensamos en echar pa’ lante”.

Pero si Yaneth se siente bien, su paisana Yaritza Pacheco, quien estuvo varios meses en el hotel de Whitestone, en Flushing, que FEMA le pagó, tras huir de la tragedia confiesa sentirse mejor.

“Nosotros ahora ya tenemos un apartamento propio en Albany, tenemos trabajo y hasta un carrito. Estamos muy agradecidos y felices de estar saliendo adelante”, dijo la joven.

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