México, atrapado por Trump y la caravana

Trump está dispuesto a cumplir su palabra de impedir a cualquier costo la entrada de indocumentados

Trump está dispuesto a lo que sea.

Trump está dispuesto a lo que sea. Crédito: Gardenia Mendoza/La Opinión

A unas horas de que asuma la presidencia de México, López Obrador tiene ante sí un problema para el que no hay solución rápida ni fácil: el de los miles de centroamericanos que esperan en territorio mexicano pedir asilo a Estados Unidos .

Los hechos que se registraron el pasado fin de semana en Tijuana, cuando la Patrulla Fronteriza lanzó balas de goma y gases lacrimógenos a docenas de centroamericanos, entre ellos niños y mujeres, que intentaban cruzar ilegalmente la línea divisoria, es una clara muestra de que Trump está dispuesto a cumplir su palabra de impedir a cualquier costo la entrada de indocumentados.

México está así ante una verdadera encrucijada en la que cualquier acción que tome tendrá repercusiones negativas. Si permite el paso de los centroamericanos, éstos llegarán hasta la frontera estadounidense y ahí se enfrentarán con la dura realidad de que solo unos cuantos podrán obtener el deseado asilo y el proceso demorará meses. Mientras tanto, México tendrá que ofrecerles alimentos, albergue, atención médica y protección de las bandas criminales. Como hemos visto en Tijuana, las ciudades fronterizas no cuentan con los recursos necesarios para atender a los migrantes, lo que ha creado condiciones de insalubridad y la inconformidad de muchos residentes del área. A ello se agrega que en la caravana se han infiltrado agitadores que solo buscan fomentar la violencia.

Si, por el contrario, México decide detener a los centroamericanos para impedir que lleguen a la frontera estadounidense, quedará bien con la Casa Blanca pero se arriesgará a que se produzcan enfrentamientos que pueden derivar en violaciones a los derechos humanos.

El único que ha salido beneficiado de este caos es Trump. Las imágenes de los centroamericanos que querían entrar por la fuerza le han caído como anillo al dedo para alimentar su retórica antiinmigrante y justificar la necesidad de levantar el muro fronterizo.

Trump, por otra parte, se niega a que los centroamericanos esperen en Estados Unidos la resolución de sus peticiones de asilo. Insiste en que México los albergue, pero no ofrece ayuda alguna para su estadía. El Washington Postreveló que ambos gobiernos llegaron a un acuerdo para que México se convierta en un Tercer País Seguro, pero la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lo ha negado.

La situación amenaza con deteriorarse día tras día. López Obrador asegura que ha hablado con Trump de establecer convenios multilaterales para llevar inversión y trabajos a México y Centroamérica con el fin de arraigar a la población en sus países de origen. Es lo que se debe hacer, pero llevará tiempo. Por lo pronto, el gobierno mexicano debería pedir el apoyo de la ONU para lidiar con el problema. Se trata de una crisis humanitaria que requiere atención inmediata.

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