Salvadoreña toma santuario en iglesia para proteger a hijo con síndrome de Down

Su aboga intenta reabrir su caso para que pueda permanecer en EEUU y cuidar de sus hijos

Rosa Inés Gutiérrez López es la primer inmigrante en obtener santuario en el área de la capital estadounidense.

Rosa Inés Gutiérrez López es la primer inmigrante en obtener santuario en el área de la capital estadounidense.  Crédito: Cedar Lane Unitarian Universalist Church

WASHINGTON – Rosa Inés Gutiérrez López debía “autodeportarse” el lunes pasado a El Salvador, pero este miércoles se convirtió en la primer inmigrante en recibir santuario en el área de la capital estadounidense, para evitar la deportación y proteger a sus hijos nacidos en EEUU, incluyendo a uno con síndrome de Down.

Gutiérrez López, de 40 años, fue presentada hoy oficialmente en el santuario de la “Iglesia Unitaria Universalista Cedar Lane”, en un barrio afluente de Bethesda (Maryland), durante una ceremonia ecuménica que contó con la participación de varios reverendos cristianos, un rabino, y un imán.

Según los organizadores, tanto la ceremonia como el ofrecer santuario a inmigrantes son un “acto de fe y de resistencia” contra la Administración Trump.

Visiblemente emocionada, Gutiérrez López describió cómo su desesperación fue tal que, aún con su boleto de avión ya comprado, no pudo obedecer el lunes pasado la orden de deportación, para no separarse de sus hijos, María Salomé, de 11 años, Juan Pablo, de 9 años, y John Sebastián, de 6.

El menor tiene síndrome de Down y recibe atención médica de un equipo compuesto por un cardiólogo, un terapeuta ocupacional, un terapeuta del habla, un especialista de oídos y otro para la tiroides.

“Me vine acá a tomar santuario,  porque yo no quería dejar a mis hijos. Amo a mis hijos, no quise irme, y quiero pelear mi caso aquí… no me he separado de ellos nunca”, dijo Gutiérrez López con la voz entrecortada.

Gutiérrez López tiene ahora un nuevo hogar en la Iglesia gracias a que la congregación, de corte progresista, aprobó en mayo de 2017 una resolución para sumarse a la creciente red de iglesias santuario en Estados Unidos.

La Red de Congregaciones Santuario del área del Distrito de Columbia, Maryland y Virginia (DMV) fue el enlace para que Gutiérrez López se convirtiera también en el primer caso de santuario en la Iglesia.

“Va a vivir en un dormitorio adecuado en el complejo de la iglesia… todo el cuidado de sus niños corre de parte de su congregación, pero nosotros esperamos que se reabra su caso de asilo y la vamos a apoyar hasta que logre justicia en su caso”, dijo a este diario Omar Pérez, organizador de la Red.

Separada del padre de sus hijos, que aparentemente no pinta en la vida de los menores, Gutiérrez López se ha apoyado en sus amistades y su congregación en Fredericksburg (VA), donde no pudo conseguir santuario por falta de espacio.

Gutiérrez López no sabe cuánto tiempo tendrá que vivir en la iglesia, que la ha acomodado en un dormitorio mientras sus tres hijos quedan al cuidado de su congregación en Fredericksburg, a casi 62 millas al sur de Bethesda.

Para Gutiérrez López, esa distancia es preferible a regresarse a su comunidad rural en El Salvador, donde asegura que su vida correría peligro y su hijo menor no tendría acceso al cuidado médico especializado que necesita.

“Decidí estar aquí  por mi niño que es especial, porque si me separan de él, no voy a poder verlo o pelear mi caso desde allá”, explicó.

“Es muy duro para mí, porque me he separado de mis hijos. Mi niña me pregunta ´mami, ¿cuándo vas a venir?, yo te extraño mucho, te amo´. Estoy muy agradecida por el apoyo que todos me están dando aquí en esta iglesia”, enfatizó.

Gutiérrez López cruzó ilegalmente la frontera hacia EEUU el 11 de diciembre de 2005, huyendo de hombres que la amenazaban de muerte. Algunos miembros de su familia han muerto a manos de pandilleros o han sido víctimas de su violencia.

La inmigrante solicitó asilo y desde 2014, cuando se enteró por primera vez de que había una orden de deportación en su contra, mantuvo citas regulares con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

En mayo de 2017, agentes de ICE le prensaron un grillete electrónico en el tobillo, y su caso se complicó aún más, al grado que le pidieron que preparara su regreso a El Salvador.

Ahora, su abogado, Héctor Pérez Casillas, lucha para que un juez de Inmigración reabra su caso y le permita quedarse en este país

No está claro que Gutiérrez López pueda ganar su caso, tomando en cuenta que el entonces fiscal general, Jeff Sessions, eliminó la violencia doméstica y la violencia de las pandillas como justificaciones para solicitar asilo en Estados Unidos.

Sin mencionarlo por nombre, de hecho, el presidente Donald Trump y su retórica contra los inmigrantes fueron también protagonistas de la ceremonia, que durante poco más de una hora incluyó oraciones, discursos de solidaridad y cantos religiosos y de justicia social.

El templo es un refugio para inmigrantes como Rosa Inés. / FOTO: SUMINISTRADA

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