Acusan a estudiante de racismo e intento de asesinato de su roommate negro
El acusado admitió haber comprado veneno, pero dijo que era para su propio consumo
Yukai Yang, un ex estudiante de la Universidad de Lehigh en Pensilvania, ha sido acusado de tratar de envenenar a su compañero de cuarto y de vandalizar las posesiones de la víctima con grafitis racistas.
Yang, un ciudadano chino de 22 años, fue acusado de intento de asesinato y otros cargos relacionados, anunció ayer el fiscal de distrito del condado Northampton, John Morganelli. Anteriormente fue acusado de intimidación étnica.
Yang vivía en EEUU con una visa de estudiante, que ya ha sido revocada, destacó NBC. Fue encarcelado a la espera de una audiencia en la corte sobre los nuevos cargos de intento de asesinato.
Las investigaciones se enfocaron en el sospechoso, luego de que su compañero de cuarto, quien es afroamericano, informó a principios de este año que sus pertenencias habían sido destrozadas y garabateadas con la palabra “negro”, dijo Morganelli.
Mientras la policía seguía investigando, notaron que la víctima parecía estar en mal estado de salud. El alumno les dijo que había estado enfermo por algún tiempo y se contactó con los oficiales de la ley en marzo luego de vomitar sin control. Refirió que recordaba haber bebido de una botella y que su lengua comenzó a arder, dijeron los funcionarios.
Durante ese tiempo los oficiales de policía fueron llamados a su habitación en múltiples ocasiones y encontraron una nota racial en el escritorio de la víctima.
Más tarde, los análisis de sangre revelaron un aumento en el nivel de talio, que una vez se usó como veneno de hormigas y roedores, pero que hoy está prohibido en EEUU.
Yang dijo a los investigadores que vio que la leche y el enjuague bucal de la víctima cambiaban de color y que creía que alguien estaba manipulando artículos en la habitación, según Morganelli.
Luego Yang, un estudiante de química, admitió haber comprado talio en línea con el propósito de envenenarse si sus calificaciones bajaban.
Los investigadores dijeron que la víctima estaba inicialmente “atónita” por los ataques, ya que los dos habían sido compañeros de cuarto durante varios años y parecían llevarse bien.
La víctima, que ya se graduó, todavía sufre los efectos nocivos de la intoxicación por talio.