La imagen de la primera fuga de El Chapo que fue presentada en el juicio en Nueva York
Prueba de que los detalles extraordinarios que desfilan en Corte han hecho del proceso judicial un espectáculo
Un meme forma parte de la lista de detalles extraordinarios relacionados con el juicio federal que se sigue en Nueva York contra el presunto exlíder del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Como parte de sus argumentos, los abogados de “El Chapo” le presentaron al jurado una imagen (no aceptada como prueba) para ilustrar la primera fuga de su cliente en el 2001.
Fue el periodista de The New York Times, Alan Feuer, quien compartió por Twitter la aproximación de la defensa, pero a modo de meme.
La imagen muestra a “Chito” trasladando en un carrito de lavandería al hoy acusado.
A Chito, que en la representación en la red social, luce más como estadounidense que del país latinoamericano, le colocaron un sombrero mexicano y un bigote. Chito era el empleado de la prisión de Puente Grande en Jalisco, México, que supuestamente ayudó al narco a escapar.
As a demonstrative aide–not official evidence–the defense displayed this cartoon rendering of Chito and Chapo to the jury.
— Alan Feuer (@alanfeuer) January 24, 2019
It gets at what a bizarre geyser of insanity this trial has become. pic.twitter.com/xfdcqLhbQH
“Esto deja ver que el juicio se ha convertido en un bizarro géiser de locura”, planteó Feuer en un comentario a la ilustración.
A finales de diciembre pasado, el Quinto Tribunal en materia penal de la Ciudad de México anuló la sentencia contra Francisco Javier Camberos Rivera, alias “Chito”, el único procesado por la primera fuga de Guzmán, del Centro Federal de Reinserción Social Número 2.
El exempleado de mantenimiento de la prisión llevaba 17 años recluido por haber reconocido ser quien sacó de la cárcel al narcotraficante camuflado en un carro de lavandería.
Se supone que este mes se dicte una nueva condena para subsanar los “vicios de fondo” en el caso, de acuerdo con Vanguardia.
Las cartas de amor de El Chapo a una de sus amantes, identificada como Lucero Guadalupe Sánchez o la “chapodiputada”; la huida de ambos (el narco, desnudo) por un túnel; los submarinos para transportar la droga; las insaciables ganas de sexo del mexicano, y hasta la coordinación de vestimenta entre el acusado y su esposa Emma Coronel, son solo algunas de las particularidades que han hecho del proceso judicial un espectáculo.