Récord de morosos en los préstamos para comprar autos
Siete millones de personas no están al día en sus pagos
A finales de 2018 algo más de siete millones de americanos estaban retrasados más de 90 días en los pagos de sus créditos para pagar un auto.
Es una cifra muy por encima de 2010, un año récord en la tasa de morosidad, según las cifras que ha comparado la Reserva Federal de Nueva York lleva más de cinco años vigilando a este sector.
Los préstamos para la compra de un auto no han dejado de crecer desde 2011 y solo en 2018 se firmaron préstamos y leases por valor de $584,000 millones. Aunque ha crecido el número de operaciones con personas de alta calificación crediticia, los préstamos extendidos a personas que tienen un crédito bajo, y que se califican de subprime, bajó el año pasado pero desde cifras muy altas.
Los préstamos para carros se están concediendo a 72 meses e incluso a 84 pero hace 10 años era de 60 meses. Pese a esa mayor facilidad de pagar los créditos en más tiempo las cifras llevan a concluir a los economistas de esta institución que el sustancial y creciente númoero de “endeudados morosos sugiere que no todos los americanos se están beneficiando de la fortaleza del mercado laboral y por ello merece la pena seguir vigilando el sector”.
Los créditos de auto no son los únicos que han crecido. El mismo informe de la Fed de Nueva York explica que la deuda de los hogares se incrementó en el último trimestre del año un 0.2% para alcanzar los $13,54 billones (trillions), es el 18 crecimiento consecutivo que deja a la deuda acumulada caso $870,000 por encima de la que había en el pico inmediatamentoe anterior a la Gran Recesión (registrado en el tercer trimestre de 2008). Actualmente hay un 21.4% más de deuda que tras la caída registrada por la crisis.
El endeudamiento a través de tarjetas de crédito es de $870,000, por encima del pico anterior en 2008 y en préstamos para estudiantes se incrementó hasta $1,4 billones.
La morosidad en las tarjetas ha aumentado ligeramente pero se han detectado otras dos tendencias que ponen en duda que siga al alza este tipo de préstamos, por un laso han caído las solicitudes de nuevas tarjetas y por otro han aumentado las cancelaciones.
El crédito hipotecario también ha estado en los niveles más bajos de los últimos cuatro años a cierre del año pasado.