El país más feliz del mundo está en América Latina: cuáles son sus secretos
Costa Rica fue elegido el país más feliz del mundo por tercera vez
Turistas observan el volcán Turrialba en Cartago, Costa Rica. Crédito: EZEQUIEL BECERRA/AFP/Getty Images
Por sus playas y selvas tropicales, su democracia estable, el uso de energías limpias y un abultado presupuesto para la educación, Costa Rica fue elegido por tercera vez como el país más feliz y sustentable del mundo, según el Happy Planet Index (HPI) que prepara el think tank británico New Economics Foundation (NEF).
Este índice, que se ha publicado cuatro veces desde 2006, busca medir el bienestar y la longevidad de una población y después establece el resultado contra la huella ecológica de cada país. En esta nación centroamericana, el ejército fue disuelto hace 70 años y parte del dinero ahorrado se ha destinado a otras causas.
“El 8% de nuestro PIB se invierte en educación porque no tenemos que gastar en el ejército. Así que nuestra fuerza es el talento humano, el bienestar humano”, dijo Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, durante su participación en el Foro Económico de Davos. En comparación, el promedio mundial es del 4,8%.
Esos recursos también se destinaron a proteger el medio ambiente. El 99% de la electricidad del país se obtiene de fuentes renovables, como las represas. Además, los impuestos que obtiene por las ventas de combustibles son utilizados para proteger sus bosques, donde vive más del 5% de las especies del planeta.
Costa Rica también tiene una de las mayores esperanzas de vida del mundo: 78,5 años, ligeramente mayor que la registrada en los Estados Unidos. Sin embargo, no está exenta de algunas estadísticas preocupantes, como la tasa de asesinatos, que fue de 12,1 muertes por cada 100.000 habitantes en 2017, el doble del promedio mundial.
“Lo principal a lo que está conectada la inseguridad es la desigualdad. América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo”, añadió Alvarado, y dijo que para solucionar este problema se requiere “la creación de opciones” en materia de ocio, empleo, prevención de drogas y oportunidades para las mujeres y los jóvenes.
