Demócratas acusan de hipocresía a Trump por negar asilo a venezolanos
Piden Estatuto de Protección Temporal (TPS) mientras se supera la crisis humanitaria
El Partido Demócrata de Florida instó ayer al mandatario Donald Trump a que otorgue el Estatuto de Protección Temporal (TPS) a los inmigrantes venezolanos que buscan asilo.
El partido criticó en una nota de prensa el “doble discurso” que Trump mantiene sobre Venezuela, pues a la vez que critica a Nicolás Maduro, también “ha negado casi la mitad de los solicitantes venezolanos que buscan asilo”.
“Habla de luchar contra el régimen de Maduro, pero su gobierno sigue deportando y deteniendo a los venezolanos que huyen de la represión”, manifestó Luisana Pérez, una portavoz para el Partido Demócrata de Florida, en declaraciones recogidas en el comunicado citado por EFE.
Pérez agregó que “en un momento de profunda crisis, el gobierno de Trump continúa castigando a los refugiados venezolanos que buscan la libertad”, una línea que mantendrá a causa de su “postura anti-inmigrante”.
“Estados Unidos debe otorgar un TPS a los venezolanos inmediatamente”, demandó la portavoz.
Los demócratas han presentado una legislación con miras a otorgar un TPS a los venezolanos en EEUU y para el que calificarían unas 150 mil personas, según la nota de prensa.
El Partido Demócrata de Florida recalca que “Venezuela ha generado más solicitudes de asilo que cualquier otro país” y que sólo 21,722 personas lo recibieron en 2018.
“Hay una acumulación de 70 mil peticiones de asilo desde 2015 hasta finales de 2018, que involucran a 200 mil personas, debido a las solicitudes por familias”, agrega el comunicado.
La declaración de los demócratas floridanos se da poco antes de que Trump ofrezca el lunes un discurso sobre Venezuela en la Universidad Internacional de Florida (FIU), en el Condado Miami-Dade, con el fin de reafirmar su apoyo al líder opositor Juan Guaidó, reconocido por Washington y más de 40 países como el presidente interino.
En la Cámara Alta, Marco Rubio (R-Florida) y Robert Menéndez (D-Nueva Jersey), ambos senadores de origen cubano, están liderando la ofensiva en el Congreso de Estados Unidos sobre la crisis venezolana, pero tampoco han logrado llegar a un consenso.
Maduro ha sido cuestionado por su reelección sin garantías democráticas el pasado mes de mayo, en medio de sanciones por parte de Estados Unidos, Canadá, el Grupo de Lima y la Unión Europea. Ello desató una nueva crisis institucional en el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.