Con trabajo, pero sin hogar: la crisis de conseguir vivienda en NYC
Aunque tienen empleos y sueldos estables, madres de familias no pueden costear un techo para mantener a sus familias. Son miles los neoyorquinos en esta condición
Antes de que amanezca, Cordelia Henkis despierta a sus tres hijos pequeños, alista paquetes de desayunos y almuerzos y les ayuda a organizar sus útiles escolares. En tiempo récord se pone su uniforme, se cuelga su ID junto con una MetroCard en su cuello y se despide de sus pequeños.
No habla con sus vecinos. Solo dice “buenos días” si alguien casualmente recorre su mismo pasillo. Su mente, cuenta, no tiene tiempo para lidiar con otras cosas. Su misión: lograr una estabilidad económica que le permita obtener su propio hogar.
Y es que durante los últimos nueve meses Henkis, de 47 años, vive con sus tres hijos menores en una pequeña habitación en uno de los albergues de WIN, una de las organizaciones que provee refugio y viviendas de apoyo para familias sin hogar en la Gran Manzana.
“Llegué hace un año de Belice porque mi esposo, quien era un veterano, falleció hace dos años y la oficina de Seguro Social me dijo que la única manera de recibir la pensión era mudándome acá así que eso fue lo que hice”, relató la madre de cinco, quien actualmente trabaja medio tiempo como ayudante de salud en el hogar. “Estuve viviendo con familiares al principio pero luego no pude más y prácticamente quedamos en la calle“.
Fue la mano amiga de un trabajador social de WIN la que le “devolvió el alma al cuerpo” a Henkis, quien desesperada por no tener un techo donde proteger a sus hijos, recurrió a la ayuda de esta organización que de inmediato la ubicó en uno de los 10 refugios familiares que tienen en Manhattan, El Bronx, Brooklyn y Queens.
Con esperanzas de encontrar su “lugar soñado”
Sin embargo, ella no pierde la esperanza de encontrar su “lugar soñado”, pero, pese a que tiene un cupón de CITYFEPS, el Programa de Suplemento de Alquiler que ayuda a las familias con niños en riesgo de ingresar a albergues y a otras que ya se encuentran en ellos a tener una vivienda permanente segura, por un valor de $1,553, no encuentra opciones asequibles.
Su búsqueda durante los últimos cuatro meses ha sido incansable, no obstante, Henkis aseguró que no ha podido encontrar un apartamento lo suficientemente grande para ella y su familia por ese precio, sobre todo porque los dueños de apartamentos le han dicho que por el valor que puede pagar, solo podría obtener un estudio. Sin embargo, tampoco se lo pueden rentar ya que son cuatro personas.
“El cupón no es suficiente para pagar el alquiler de un apartamento para cuatro personas. He estado buscando apartamentos por cuatro meses en Queens, Brooklyn y Manhattan y el cupón ni siquiera se acerca a cubrir el precio de un apartamento que necesitaría para mí y mi familia”, recalcó la madre.
Pero Henkis no es la única que, pese a tener un trabajo estable, debe recurrir a un albergue para dormir. María Álvarez, una de sus vecinas en el refugio de Brooklyn también pasa por la misma situación.
Álvarez, de 41 años y quien vive con su hijo de 10 y el padre del niño, divide su tiempo en dos trabajos de medio tiempo: uno como asistente de salud en el hogar y otro ayudando en el Proyecto Mujeres en Prisión.
Su llegada al abergue fue hace exactamente un año, luego de vivir en otros dos refugios, tras regresar a a Nueva York, luego de un plan fallido de mudarse a la Florida con su familia. Pero, lograr la estabilidad ha sido un reto que le ha tomado un extenso periodo a la hispana, quien en 2017 recibió la noticia de que su hijo había sido diagnosticado con distrofia muscular, un grupo de enfermedades hereditarias y progresivas que producen debilitación de los músculos, que lo dejó en silla de ruedas, lo que ha creado nuevos desafíos para la familia mientras buscan un apartamento.
Ella, al igual que Henkis, tiene un cupón de CITYFEPS por un valor de $1,557, pero tampoco ha corrido con suerte durante los cinco meses que lleva buscando una vivienda que satisfaga las necesidades de movilidad de su hijo.
“Ha sido realmente desafiante tratar de encontrar un apartamento que satisfaga las necesidades de mi hijo”, lamentó Álvarez. “Muchas familias terminan en situaciones de vida inestable cuando dejan el refugio y luego se ven obligadas a regresar. No quiero que eso nos pase a nosotros”.
Lejos del estereotipo
Para Christine C. Quinn, presidente y directora ejecutiva de WIN, organización que en el último año atendió a casi 10,000 personas sin hogar, incluyendo a más de 5,400 niños, y que ayudó a más de740 familias a conseguir sus propias casas, el rostro de las personas sin hogar ha cambiado.
“El verdadero centro de esta crisis son familias. El rostro actual de las personas sin hogar es una madre con niños pequeños, familias que no pueden pagar sus gastos a pesar de tener un ingreso estable”, afirmó Quinn. “Yo doy crédito a lo que la Ciudad ha venido haciendo en los últimos años, pero han sido décadas en las que no se hizo nada en cuanto a estas familias”.
La directiva apuntó que la conocida imagen de “personas sin hogar” viviendo en las calles mientras piden dinero, está lejos de la realidad que viven Henkis y Álvarez, quienes hacen parte de un grupo de cerca de 60,000 personas sin hogar que duermen en refugios cada noche.
De ellos, según el Departamento de Desamparados de la Ciudad (DHS), el 70% son familias, más de un tercio de las cuales tiene un adulto que trabaja, con la gran mayoría de esas familias encabezadas por una madre soltera, una problemática que, según aseguran, se debe a los salarios estancados que no se mantienen a la par con rentas que continúan creciendo.
Quinn asegura que gran parte de la problemática está relacionada con el trauma que acarrea no tener hogar, y por eso su organización centra esfuerzos en, no solo brindar un refugio, sino trabajar directamente con cada adulto y menor, al igual que como grupo familiar para minimizar el efecto del trauma.
“Si no comenzamos a trabajar ese trauma que ese niño ha sufrido, van a llevar ese trauma con ellos durante toda su vida y por eso niños sin hogar son más propensos a ser adultos viviendo en estos albergues“, explicó Quinn.
¿Por qué estamos en crisis?
Las personas sin hogar en la Gran Manzana y en otras zonas del país, es el resultado de décadas de cambios en la economía y decisiones políticas que aumentaron la problemática un 115% entre 1994 y 2014, explicó el DHS, incluido un crecimiento de casi el 40% entre 2011 y 2014 después del fin del programa de asistencia de alquiler ‘Advantage’ como resultado de los recortes estatales y municipales.
La agencia municipal detalló que la crisis actual está relacionada también con la pérdida de unas 150,000 unidades de alquiler estabilizado, casi el 16% del total de las viviendas reguladas entre 1994 y 2012. Además, entre 2005 y 2015, los alquileres aumentaron un 18.4% mientras que los ingresos aumentaron solo un 4.8%.
Estos movimientos han hecho que, si bien la tasa general de viviendas de alquiler desocupadas en la ciudad plantea problemas para las personas de todos los ingresos, los inquilinos que solo pueden pagar un apartamento que cuesta $800 o menos deben buscar en un mercado extremadamente pequeño, solamente el 1.15% de las viviendas en toda la ciudad.
Ahora, las iniciativas del Departamento de Servicios Sociales de la Cidad están comenzando a revertir la tendencia. Un estudio reciente del Furman Center, por ejemplo, encontró que el crecimiento de personas en albergues desde el 2015 hasta el 2016 fue el aumento más bajo desde 2011, antes de que finalizara el programa ‘Advantage’. En 2017 se mantuvo aproximadamente igual por primera vez en más de una década.
De igual forma, la Administración de Blasio aseguró que ha tomado acciones agresivas para combatir la falta de vivienda centrándose en la prevención, la asistencia a las personas sin hogar en las calles, y restaurando los programas de asistencia y realojamiento de alquiler de la Ciudad.
Tan solo en febrero del año pasado, el Alcalde anunció un proyecto titulado ‘Cambiando el rumbo de las personas sin hogar en la ciudad de Nueva York’, que busca transformar el sistema a través de cuatro puntos:
- Prevenir la falta de vivienda siempre que se pueda.
- Realojar a las familias e individuos para que puedan salir del albergue o evitar la falta de vivienda por completo.
- Abordar la falta de vivienda en la calle.
- Transformar el enfoque aleatorio para proporcionar albergue y servicios.
¿Cómo conseguir ayuda?
Todas los procesos de personas ubicadas en refugios familiares se realizan a través de la Oficina de Asistencia de Prevención y Vivienda Temporal (PATH) del Departamento de Desamparados, un centro de admisión para familias con niños que necesitan refugio de emergencia.
PATH determina la elegibilidad y proporciona a esas familias la ubicación en refugios temporales. Para obtener información sobre el PATH, qué incluye, cómo solicitar y qué esperar, ingrese a la página de internet de ‘Albergue‘, o comuníquese al número: 917-521-3900 o directamente al 311.
Personas sin hogar en Nueva York:
- Cerca de 60,000 personas sin hogar duermen en los refugios de la ciudad de Nueva York en una
noche dada. - El 70% son familias con niños.
- 55% de neoyorquinos sin hogar en albergues son niños.