Brote de sarampión preocupa a residentes hispanos en Brooklyn

Aunque la mayoría de casos se han reportado en la comunidad judía ortodóxa, los habitantes de Los Sures se mantienen alerta

Obdalys Paulino, residente de Los Sures, Brooklyn.

Obdalys Paulino, residente de Los Sures, Brooklyn. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Mientras el estrepitoso sonido de los cuchillos cortando carne sirve de banda sonora de las conversaciones de un grupo de hispanos residentes en Los Sures, una zona de Brooklyn conocida por una gran presencia de puertorriqueños y dominicanos, la voz de una madre se roba la atención de los presentes en el local.

 “¡Los hispanos sí nos vacunamos!”. Es el mensaje claro de Obdalys Paulino, una madre de tres y abuela de dos, quien es nueva en la zona. Hace poco más de un mes cambió el calor de Santo Domingo por el frío neoyorquino, cuando se mudó a este vecindario en el Sur de Williamsburg.

Este es solo uno de los comentarios que la dominicana hace al escuchar que hay un brote de sarampión en la comunidad, la misma a la que sus hijos y nietos llegarán en los próximos días.

“En República Dominicana a los niños los vacunan desde los dos meses hasta que tienen siete años”, dijo Paulino, quien aún no sale de su asombro, sobre todo porque “el sarampión fue erradicado hace tanto tiempo, incluso en nuestros países que tienen malos servicios de salud”.

Y Paulino tiene razón. Hace tan solo tres años el Comité Internacional de Expertos (CIE) de Documentación y Verificación de la Eliminación del Sarampión, Rubéola y Síndrome de Rubéola Congénita en las Américas declaró a la ‘región de las Américas’ como la primera del mundo libre de sarampión, una enfermedad viral que puede causar severos problemas de salud, incluyendo neumonía, ceguera, inflamación del cerebro e inclusive la muerte.

Este logro, según explicaron en su momento, culminó un esfuerzo de 22 años que involucró una amplia administración de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola en el continente.

Enfermedad reaparece en NYC

Sin embargo, hoy la realidad en la Gran Manzana es completamente distinta. De acuerdo con la Alcaldía, hay un brote de sarampión en las comunidades judías ortodoxas en Brooklyn que afecta en su mayoría las áreas de Williamsburg y Borough Park, al igual que otros sectores como Midwood/Marine Park y Bensonhurst. La mayoría de los 259 casos confirmados de sarampión hasta ahora son niños en edad escolar.

Y es esa realidad la que causa gran preocupación a Senovia Zenón, quien “sagradamente” ha puesto las vacunas a su hija de 11 años, ya que asegura que no ha recibido ninguna notificación de la escuela sobre el brote en la zona.

“A mi no me han mandado ninguna nota. No me han dicho nada”, apuntó la dominicana, quien solo se ha enterado debido “al voz a voz” que hay en el barrio.

La falta de información, cree Zenón, es posible que esté relacionada con el hecho de que el brote está afectando en su mayoría a estudiantes que asisten a programas de cuidado infantil o escuelas en la comunidad judía ortodoxa.

El Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), indicó que hasta el 27 de marzo los casos confirmados de sarampión reportados desde octubre, se concentraban en los condados de Brooklyn y Queens, y la mayoría involucran a miembros de la comunidad judía ortodoxa.

“El primer niño con sarampión no estaba vacunado y se contagió en una visita a Israel, donde se está produciendo un gran brote de la enfermedad”, apuntó el DOHMH en un comunicado. “Desde entonces, ha habido más personas en Brooklyn y Queens que no estaban vacunadas y adquirieron el sarampión mientras estaban en Israel. Otras personas que no viajaron también se infectaron en el condado de Brooklyn y Rockland”.

El concejal Antonio Reynoso, representante del Distrito 34, que incluye la zona donde se han presentado los casos, aseguró que hasta el momento no hay reportes de que menores hispanos hayan sido contagiados. El líder político agregó que la clave es “ponerse la vacuna”, pero reiteró que no busca crear pánico en la comunidad.

“Hay un gran brote de sarampión en Israel y cualquiera que viaja es posible que regrese contagiado, la mayoría son judíos”, apuntó Reynoso, quien invitó a sus constituyentes a mantener la calma y comunicarse al 311 para saber dónde pueden ponerse la vacuna.

El líder de Brooklyn agregó que está monitoreando la situación con sus colegas del Concejo Municipal para ahondar en formas de compartir más información sobre las vacunas en la comunidad.

La emergencia es real

La emergencia ha llegado a tal punto que la Ciudad emitió una advertencia en la que se avisa a estudiantes que asisten a programas de cuidado infantil y escuelas en la comunidad judía ortodoxa, que quienes no tengan el número requerido de dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) deben ser excluidos de la escuela inmediatamente, incluyendo aquellos que no cumplen con los requisitos de la vacuna de guardería infantil y escolar y aquellos con una exención médica o religiosa.

“El aumento de casos de sarampión en las comunidades judías ortodoxas de Brooklyn demuestra la importancia de que los niños sean vacunados a tiempo para prevenir el sarampión y no poner a otros niños en riesgo”, aseguró la doctora Oxiris Barbot, comisionada de salud de la Ciudad.

Pero, pese a los esfuerzos de esta oficina, que por meses ha tratado de promover la importancia de la vacuna, otros funcionarios de salud y sociólogos dicen que las razones de las bajas tasas de vacunación entre los ultraortodoxos son complejas.

Según explican, están vinculadas a un movimiento global en contra de la vacunación, que incluye la preocupación de que la vacuna contra el sarampión puede causar autismo u otras enfermedades.

“Yo pienso que estamos en un país libre donde cada quien puede hacer lo que le parezca y hay que respetar, pero también hay que respetar a los demás que quieren vacunarse y estar sanos”, dijo Mercedes Rosario, otras residente de Los Sures. “Eso está pasando en esa comunidad porque ellos no creen en las vacunas por su religión, pero en la hispana no. Para mí eso era cosa del pasado”.

Un pasado de casi 20 años, teniendo en cuenta que para el año 2000, el sarampión era una enfermedad que, según los funcionarios de salud pública, se había erradicado esencialmente a nivel nacional gracias a un programa integral de vacunas que reducía el número de casos en un 99%. Antes de que comenzara ese programa de vacunación en 1963, hasta 4 millones de personas se infectaban cada año. Cerca de 50,000 fueron hospitalizados y hasta 500 personas murieron anualmente.

Entre tanto, el Departamento de Educación de la Ciudad (DOE), aclaró que no tiene jurisdicción en los procesos de vacunación en escuelas no públicas o Yeshivas, y confirmó que no se han presentado brotes en las escuelas públicas de la Gran Manzana.

“Los estudiantes que asisten a las escuelas del DOE deben ser vacunados. Nuestras escuelas públicas están a salvo, y no ha habido ningún caso de sarampión”, indicó Doug Cohen, portavoz del DOE, quien reiteró a las familias la importancia de vacunarse.

Medidas extremas

En el condado Rockland, al norte de la Gran Manzana, la semana pasada el ejecutivo del condado, Ed Day, declaró el ‘estado de emergencia’ y anunció medidas extremas en esa localidad, donde se prohibió a niños no vacunados ir a las escuelas públicas y que las personas no vacunadas menores de 18 años puedan estar en lugares públicos por los próximos 30 días.

Y es que la decisión llega en medio de una de las peores crisis de salud pública que se han presentado en este condado que tiene una población aproximada de 330,000 personas. Tan solo ahí, desde octubre del año pasado, se han presentado 153 casos de sarampión confirmados.

Según autoridades locales el brote habría comenzado luego de que uno de sus residentes viajara a Israel sin vacunarse y regresara contagiado.

“No estamos castigando a las personas que ya están haciendo lo correcto y siguiendo las reglas. Solo queremos animar a todos a hacer lo correcto para que podamos detener este brote”, apuntó un portavoz de la oficina del condado de Rockland.

Sarampión:

  • Es un virus que causa fiebre y sarpullidos.
  • Se propaga por el aire cuando una persona infectada estornuda o tose.
  • Los síntomas generalmente aparecen de 10 a 12 días después de la exposición al virus. Estos incluyen:
    • Fiebre
    • Tos
    • Nariz que moquea
    • Ojos rojos y acuosos
    • Diarrea
    • Infecciones del oido
    • Neumonía (infección de los pulmones)
    • Encefalitis (hinchazón del cerebro)
    • Nacimiento prematuro o bajo peso al nacer en el embarazo
    • Muerte

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