Licencias para indocumentados: movilización y  presión comunitaria es la clave para ganar esta reforma

Con mucho asombro y también preocupación estamos viendo la ausencia de movilización comunitaria apoyando las propuestas legales que darían luz verde a la aprobación de licencias de conducir para los inmigrantes indocumentados en el estado de Nueva York.

La propuesta conocida como “Green Light” ya pasó la Asamblea Estatal de New York, ahora en el Senado se está esperando a debatir. Existen varias organizaciones en Long Island como CARECEN, LIISA, TPS RESIDENCIA y activistas como Cecilia Martínez, Patrick Young, Osman Canales, Glenis Larios y más, que están alzando la voz en respaldo a la medida, que de ser aprobada beneficiaría a unos 750,000 personas que califican y tienen la edad suficiente y que implicaría el desembolso de $25 millones en concepto de aplicaciones, impuestos y seguros.

Estas organizaciones pro-inmigrantes están presionando a la nueva legislatura, y especialmente a los 6 senadores recientemente electos en Long Island para que rompan el silencio -que se cree viene como mandato del Gobernador-  y se pronuncien acerca de las propuestas.

Ante los reclamos de los líderes y representantes comunitarios, preocupa el silencio de estos senadores demócratas, especialmente el de los debutantes que son inmigrantes: la iraní-americana Anna Kaplan, quien llegó al país como una refugiada hace varias décadas,  la salvadoreña-americana Mónica Martínez quien llegó a este país cuando apenas tenía 3 a 5 años y el hindú-americano Kevin Thomas que proviene de padres inmigrantes. Además, los otros senadores Todd Kamisky, John Brooks y Jim Houghran, todos están localizados en los distritos del Senado en Long Island y representan  en sus distritos a la mayor parte de inmigrantes de origen centroamericano área de Long Island, y de quienes la comunidad espera una acción congruente a los mensajes de su campaña políticas que incluye licencias para los indocumentados

Un tema de seguridad pública y vial

La aprobación de licencias de conducir para los inmigrantes indocumentados es un tema crucial de seguridad pública y nos atañe a todos; en los suburbios del estado de New York, el transporte público no es apropiado para que la población inmigrante se desplace a sus trabajos, eso da paso a que las personas indocumentadas manejen de forma ilegal, es decir sin licencia. Esta situación pone en peligro a la población en general, ya que al no pasar por un proceso formal de aprendizaje de manejo, el conductor sin licencia pasa a ser un riesgo para los conductores que sí tienen todo en regla.

El beneficio de las licencias de conducir para los indocumentados va más allá de la capacidad de manejar legalmente, va a la seguridad vial de todos. Y no incluye ningún beneficio migratorio o social, como algunos podrían especular.

La falta del pronunciamiento de senadores estatales acerca de este tema es de conveniencia política, y creo que no es porque no apoyan la reforma. Los senadores de origen inmigrante no quieren tomar el riesgo de perder en la próxima contienda si apoyan esta propuesta, pero algunos de ellos no solo van a ser señalados por la comunidad, también basado al voto latino pueden perder si no se pronuncian y apoyan esta propuesta.

Veremos qué dinámicas nacen este próximo verano con este tema y cuáles de las muchas organizaciones que reciben fondos para ayudar a la población inmigrante e indocumentada, se suman a la lucha o simplemente siguen sin usar sus grandes influencias a favor y sin arriesgar sus fondos para ello.

-Luis Méndez es miembro fundador de Empowering Young Professionals of Long Island LLC.

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