Neoyorquinos más pobres son más propensos a terminar en la cárcel

Reporte demuestra que las personas de bajos ingresos son los que más acaban en el sistema de justicia criminal

La gran mayoría, el 80%, de los presos en la ciudad de Nueva York son personas de bajos ingresos.

La gran mayoría, el 80%, de los presos en la ciudad de Nueva York son personas de bajos ingresos.  Crédito: Shutterstock

“Si eres una persona pobre en la ciudad de Nueva York, especialmente si formas partes de las comunidades de color de bajos ingresos, existe una mayor probabilidad de que seas arrastrado hacia el sistema de justicia penal. Y una vez allí, salir de la pobreza se vuelve más difícil”. Esa es la categórica conclusión de un informe, divulgado este miércoles por la organización sin fines lucro FPWA, que lucha contra la pobreza en la Gran Manzana, que afirma que el 40% de los crímenes están atribuidos a la pobreza y el 80% de los encarcelados son personas de pocos recursos.

El reporte, realizado por el grupo de trabajo ‘Ending the Poverty to Prison Pipeline’, se enfoca en dar recomendaciones sobre los pasos que deben tomar las autoridades de la Ciudad para adoptar mejores programas y políticas, que permitan romper ese ciclo de la pobreza y la criminalización de los neoyorquinos de más bajos ingresos, y el papel fundamental que pueden desempeñar aquellas organizaciones que ya brindan servicio a estas personas, familias y comunidades.

“Si nos tomamos en serio el compromiso de poner fin a la encarcelación en masa, si queremos interrumpir los sistemas que criminalizan a los pobres, debemos utilizar y proporcionar recursos a las organizaciones que ya brindan servicios críticos a los neoyorquinos en estas comunidades”, dijo Jennifer Jones Austin, CEO y directora ejecutiva de FPWA, agregando que el racismo sistémico “impulsa tanto la pobreza como el encarcelamiento masivo de personas de bajos ingresos, especialmente personas de color”.

El informe se completó luego de varios meses de análisis y reuniones con casi 100 líderes de organizaciones comunitarias de base, religiosos que predican en los barrios, académicos, funcionarios de la Ciudad y personas impactadas directamente por el sistema de justicia criminal. Como parte de los resultados, FPWA determinó que siete de cada 10 de los distritos más pobres de la Gran Manzana, registran las mayores cifras de encarcelamientos.

También es un asunto de salud

Al reaccionar a los hallazgos del reporte, el fiscal de Distrito de Manhattan Cy Vance resaltó la necesidad de tener “un enfoque integral para mejorar la coordinación de la salud mental y la salud física y los servicios humanos, así como más apoyo educativo y el desarrollo de la fuerza laboral, con el fin de poner fin al estigma en torno a la participación de la justicia”.

De acuerdo con el FPWA, la Ciudad de Nueva York debería hacer más para apoyar a los neoyorquinos que están involucrados en el sistema de justicia, incluidos aquellos que anteriormente ya habían sido encarcelados y aquellos que actualmente están en libertad condicional. Las organizaciones insisten que a estos neoyorquinos y sus familias se les hace más difícil el acceso a vivienda, empleo, oportunidades educativas, y satisfacer las necesidades de salud y salud mental, y aunque muchos ya reciben esos servicios, estos no cuentan con recursos suficientes para enfrentar los complejos desafíos que se presentan antes, durante y después de haber estado involucrados en el sistema judicial. “El resultado es un ciclo continuo de pobreza y encarcelamiento que tiene un impacto devastador en las familias durante generaciones”, enfatiza el reporte.

“Damos las gracias al grupo de trabajo por su cuidadoso análisis del impacto que  tiene en un individuo el haber estado envuelto en el sistema judicial, y los persistentes desafíos que enfrenta nuestra Ciudad en esta materia”, dijo el vicealcalde Dean Fuleihan. “Estamos comprometidos a trabajar con la coalición y con los proveedores de servicios para impulsar mejoras en la coordinación de nuestro trabajo, así como seguir fortaleciendo los servicios de salud, y en especial la salud mental, y  las oportunidades educativas”.

Entre tanto, la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, Dra. Herminia Palacio, indicó que la ciudad de Nueva York “está comprometida a terminar con esa conexión que se ha perpetuado en sí misma entre la pobreza y el involucramiento en el sistema de justicia, tanto para las familias como para las comunidades en toda la ciudad”.

“Necesitamos más recursos, más compasión y más voluntad política para acabar con el flujo de la pobreza a la prisión. También debemos reconocer el papel que el trauma vivido de generación en generación, ha tenido en la creación de esta relación entre pobreza y criminalización, y debemos proporcionar información y servicios de salud mental a las personas afectadas por esos trauma relacionados con el sistema judicial”, dijo Michael A. Lindsey, director ejecutivo del Instituto McSilver para Políticas de Pobreza e Investigación en la Universidad de Nueva York.

 Recomendaciones del reporte:

  • Coordinar servicios y desarrollar una atención continúa para apoyar mejor a los neoyorquinos de bajos ingresos que están involucrados en el sistema de justicia y sus familias.
  • Fortalecer la salud y la salud mental mediante la implementación de capacitaciones sobre traumas y servicios en toda la ciudad.
  • Fortalecer las oportunidades de educación y desarrollo de la fuerza laboral y la capacitación para abordar las barreras específicas que enfrentan las personas involucradas en la justicia.
  • Desestigmatizar la pobreza y la participación de la justicia a través de capacitaciones y campañas de concientización pública e incluyendo a personas involucradas con la justicia como un grupo afectado dentro de las evaluaciones de impacto de género, raciales y de otra valoraciones realizadas por la Ciudad.

Pobreza y sistema judicial

  • 50% y más de la mitad de los neoyorquinos negros y latinos de bajos ingresos vivían en un barrio de pobreza alta o extrema entre el  2011 y el 2015.
  • 40% de los crímenes se atribuyen a la pobreza.
  • 80% de los encarcelados son personas de bajos ingresos.
  • 8,500 presos había en Rikers Island hasta mayo del 2018 (el sistema carcelario más grande de NYC).
  • 88% de esos presos son negros o latinos.
  • 93% de los encarcelados son hombres.
  • 42% han sido diagnosticados con un problema mental.
  • $5,000 de fianza en casos de delitos graves y $1,000 en casos de delitos menores, es el promedio de las fianzas en NYC.
  •  7,000 personas por día son detenidas antes del juicio porque no pueden cumplir con pagar esas fianzas.

En esta nota

Presos NYC Reforma judicial NYC Rikers Island
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain