Beto O’ Rourke promete legalización para indocumentados en sus primeros 100 días de gobierno

La reforma migratoria del candidato demócrata cambiaría la vida de millones de inmigrantes

Polls Tighten In Texas Senate Race Between Beto O'Rourke And Ted Cruz

Crédito: Chip Somodevilla | Getty Images

El candidato presidencial demócrata, Beto O’Rourke, prometió hoy que, si gana en 2020, trabajará con el Congreso para legalizar a la población indocumentada en sus primeros 100 días de gobierno, en el marco de una reforma migratoria integral.

De los 24 rivales demócratas para la nominación presidencial, O’Rourke se convirtió hoy en apenas el segundo en presentar un plan de reforma migratoria integral que combina medidas legislativas y órdenes ejecutivas pero que, con un Congreso dividido, tendría escasas oportunidades de lograr.

En el primer día de su presidencia, Beto usará su autoridad ejecutiva para frenar el trato inhumano de niños, reunificar a las familias que han sido separadas, reformar nuestro sistema de asilo, revertir la veda de viajes (para musulmanes), y eliminar el miedo a la deportación de los ‘Dreamers’ y ‘tepesianos’, según el plan reformista.

We just announced a plan that would implement the most sweeping rewrite of U.S. immigration law in a generation and overcome years of inaction to finally advance a new vision of immigration that fully reflects our country’s values.

Read it here:https://t.co/f2fcNGWZF4

— Beto O’Rourke (@BetoORourke) May 29, 2019

En una declaración escrita, O’Rourke explicó que su plan responde a décadas de “inacción” en el campo migratorio con medidas que, a su juicio, reflejan los valores fundacionales y tradiciones del país, “la realidad de la frontera”, y los intereses de las comunidades.

O’Rourke divulgó formalmente su plan un mes después de que lo hiciera el exalcalde de San Antonio y exsecretario de Vivienda, Julián Castro. Ambos proponen descriminalizar los cruces ilegales en la frontera sur, desmantelar las cárceles privadas para inmigrantes, y sumar recursos para los tribunales de Inmigración.

En concreto, el plan de O’Rourke aportaría fondos para el despliegue de unos 2,000 abogados para ayudar en el procesamiento de solicitudes de asilo en la frontera, en unos momentos en que el sistema afronta una montaña de más de 850,000 casos retrasados.

O´Rourke propone además un paquete de ayuda de $5,000 millones para fortalecer el imperio de la ley y la seguridad ciudadana en Centroamérica, como parte de sus esfuerzos para cerrar el grifo de la emigración ilegal hacia el Norte.

El plan de O’Rourke eliminaría, mediante una orden ejecutiva, los cargos criminales contra quienes crucen ilegalmente la frontera -revirtiendo la política actual de la Administración Trump- y prohibiría la detención de inmigrantes sin antecedentes penales.

O’Rourke también pretende mejorar las medidas de rastreo y prevención de muertes de migrantes en la frontera, a través de una nueva oficina de “supervisión” en la franja fronteriza.

Se trata de un plan muy ambicioso que aumentaría el límite anual para ciertas visas, y permitiría que las comunidades y congregaciones “patrocinen” a refugiados. Además, mejoraría las normas en los centros de detención en la frontera, de manera que los migrantes reciban la atención médica que requieran.

O’Rourke, un excongresista por el distrito de El Paso (Texas) ante la Cámara de Representantes, estuvo a punto de vencer en las urnas el año pasado al senador republicano del estado, Ted Cruz, y pese a su enorme popularidad recientemente ha sufrido una caída en las encuestas.

Su plan migratorio, claro está, será uno de los focos de atención el próximo fin de semana, cuando el Partido Demócrata de California realice su encuentro anual en ese estado. California es uno de los estados con mayor población de inmigrantes indocumentados en el país, y será uno de los estados clave para el proceso de primarias demócratas el próximo año.

O’Rourke nunca ha ocultado su desdén por las políticas migratorias de la Administración Trump, a la que acusa de “fabricar crisis” en las comunidades y de fomentar el odio hacia los inmigrantes.

“Cuando esto se hace en nuestro nombre, con nuestros impuestos, y a nuestros vecinos, no sólo minamos nuestras leyes, frenamos la economía y perjudicamos nuestra seguridad— corremos el riesgo de perdernos a nosotros mismos”, advirtió O’Rourke.

En declaraciones a Noticias Telemundo, Alex Nowrasteh, un analista de asuntos migratorios del Instituto Cato, afirmó que el plan de O’Rourke “tiene muchas cosas buenas, especialmente su apoyo para la reunificación familiar y un incremento de las visas” por vínculos laborales.

“En general, su plan es un gran paso hacia adelante, y es un indicio de dónde se ubican los demócratas moderados en este asunto”, observó Nowrasteh.

El plan es un claro contraste al que presentó hace un par de semanas el presidente Donald Trump que, entre otros elementos, incrementa la vigilancia fronteriza, elimina la lotería de visas, y crea un controvertido sistema de visas con base al mérito de los trabajadores con altas destrezas laborales.

No está claro que el plan de O’Rourke o el de Castro tengan buenas probabilidades de aprobación en el Congreso, especialmente si se mantiene dividido sobre líneas ideológicas.

Los demócratas tendrían que ganar la presidencia, mantener el control de la Cámara de Representantes y recuperar el del Senado.

También el expresidente Barack Obama prometió promover una reforma migratoria en sus primeros 100 días de gobierno, pero la crisis económica y la oposición republicana le cambiaron los planes.

La última vez que el Congreso aprobó un plan de legalización para la población indocumentada fue en 1986, mediante una amnistía promulgada por el entonces presidente Ronald Reagan que legalizó a tres millones de inmigrantes.

Por María Peña

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