Cuomo da impulso a proyecto de ley para prohibir defensa por “pánico gay”

La legislación busca impedir que acusado de crímenes contra personas LGBT, argumentan que sus acciones fueron impulsadas por una perturbación emocional provocada por la orientación sexual de la víctima

En el 2013, la afroamericana transgénero Islan Nettles, fue golpeada y dejada en coma en Harlem.

En el 2013, la afroamericana transgénero Islan Nettles, fue golpeada y dejada en coma en Harlem.  Crédito: Getty Images

Un proyecto de ley que pondría fin a la táctica legal denominada como “gay panic” (pánico gay), como vía de defensa de las personas que enfrentan cargos, incluyendo el asesinato, por crímenes en contra de un miembro de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), está ganando impulso en Nueva York, luego del renovado apoyo dado por el  gobernador Andrew Cuomo, la insistente presión de organizaciones y activistas,  y el empeño de un grupo de legisladores de Albany.

La legislación tiene un objetivo principal: impedir a quienes han perpetrado crímenes en contra de miembros de la comunidad GLBT, argumentar que sus acciones fueron impulsadas por una perturbación emocional extrema, provocada por la orientación sexual o la identidad de género de la víctima.

Esta semana Cuomo calificó este esquema de defensa como “absurdo”, y anunció que el proyecto de ley sería incluido en una lista de sus principales prioridades, que impulsaría antes del fin de las sesiones legislativas que terminan el próximo 19 de junio.

En este momento la  propuesta se encuentra atascada en el Comité de Códigos de ambas cámaras legislativas, pero existe optimismo, en diferentes sectores, que podría pasar a plenaria y ser puesta a votación para su aprobación en las próximas semanas.

La iniciativa para poner punto final al esquema de defensa por “gay panic” en Nueva York es promovida en la Cámara Alta estatal por el senador Brad Hoylman, quien además es  presidente del Comité Judicial del Senado. Entre tanto, el asambleísta Daniel O’Donnell, también ha venido patrocinando este proyecto con algunas consideraciones.

“Es fantástico que el Gobernador esté prestando su apoyo para acabar con un vestigio del siglo pasado, la noción de que los homosexuales y las personas transgénero son de alguna manera, desviados y culpables de sus propios asesinatos”, dijo Hoylman a medios locales, en reacción al apoyo expresado por Cuomo a su legislación.

California e Illinois ya han aprobado leyes para limitar o prohibir el uso del “gay panic” como parte de la estrategia de defensa de agresores a la comunidad LGBT.

Además, se han introducido legislaciones similares en Nueva Jersey, Rhode Island, Georgia, Minnesota, Pennsylvania, el estado de Washington, y el Distrito de Columbia.

El Colegio Nacional de Abogados LGBT, organización que está trabajando con los legisladores a nivel estatal para establecer lineamientos claros para  prohibir el uso de estas tácticas en salas judiciales de todo el país, ha saludado la iniciativa que podría a corto plazo terminar con una “batalla”que se inició en Nueva York en el 2014, cuando se empezaron a discutir las primeras propuestas.

Michael Miller, presidente de la Asociación de Abogados del Estado de Nueva York, también reaccionó y dijo que están profundamente comprometidos por garantizar la igualdad de la ley para todos, y la defensa por pánico gay o pánico trans “se opone a esa idea”.

El efecto Nettles

Para la ciudad de Nueva York y para todas las organizaciones que promueven transparencia judicial y luchan por el cese de los crímenes de odio, en donde están implicados miembros de la comunidad LGBT, es un emblema el caso de Islan Nettles.

En el 2013, la afroamericana transgénero estaba caminando por un calle en Harlem momentos antes de que su vida se detuviera brutalmente. Ella y dos amigas, también mujeres transgénero, se toparon con un grupo de alrededor de siete hombres. Las dos partes iniciaron una disputa, según informes policiales, y Nettles fue tirada contra el suelo.

Luego de recibir una serie de golpes, la joven de 21 años quedó en estado de coma, y con el rostro desfigurado más allá del reconocimiento. A la semana siguiente, murió.

Un hombre de Brooklyn, acusado de golpear a la víctima, después de que comenzó a flirtear con ella, fue condenado a 12 años de prisión, una pena que la familia de Nettles aseguró que era demasiado leve.

Mientras todavía estaba en coma, el agresor, conocido como el señor Dixon, se entregó a la Policía. En declaraciones escritas y grabadas en video, confesó a los detectives que había comenzado a flirtear con ella, sin saber que era transgénero.

El acusado indicó que se enfureció y la atacó cuando sus amigos comenzaron a burlarse de él por intentar recoger a una mujer transgénero. “Simplemente no quería ser engañado”, indicó en sus testimonios.

La madre de la víctima, Delores Nettles, dijo en el tribunal que creía que 12 años de cárcel era una sentencia demasiado leve, dada la brutal paliza que recibió su hija.

Detrás de esta sentencia, calificada como “leve” por activistas y diversas organizaciones, surgieron grandes controversias en Nueva York acerca de la aplicación de las leyes bajo la táctica de defensa “gay panic”, que aparentemente privó en este caso.

El mismo gobernador Cuomo reconoció recientemente que el caso Nettles lo sensibilizó con la necesidad de instar a revisar las ‘lagunas legales’ que de alguna manera buscan justificar los ataques violentos contra la comunidad LGBT.

Uno de los casos más reconocidos en todo el país, que de acuerdo con todos los activistas empleó la defensa del “gay panic”, fue el brutal crimen contra el joven Matthew Shepard. En 1998, el estudiante universitario de 21 años, fue golpeado hasta la muerte por dos hombres, quienes intentaron usar ese tipo de defensa para disculpar sus acciones.

La propuesta de ley:

  • Busca contrarrestar la táctica legal en el esquema de defensa de los agresores, sustentada en una reacción emocional conocida como “gay panic”.
  • Busca evitar que se justifique la disminución de una condena, porque la defensa, usando el “gay panic”, logra que un acusado se excuse sus actos en el impacto emocional que le causó la identidad o el estatus de género de un individuo transgénero.
  • Los acusados ​​no podrían utilizar una defensa de este tipo cuando se enfrenten a cargos de asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado y asesinato con agravantes.
  • No eliminaría del todo la posibilidad de un acusado de argumentar que fue influenciado por una perturbación emocional extrema en general, pero establecería ciertos parámetros y límites en esa defensa.
  • No será parte de una defensa sólida que el acusado actuó bajo la influencia de una perturbación emocional extrema en el descubrimiento de la orientación sexual, género o el sexo asignado a la víctima.

Como funcionan las defensas “gay panic”:

Las tácticas de pánico no son defensas independientes en el código penal, pero por lo general se utilizan en una de las tres formas para impulsar otra línea de defensa:

  • Defensa por demencia o capacidad disminuida: un acusado afirma que una proposición sexual provocó un colapso emocional, lo que provocó un “pánico” gay o transgénero.
  • Defensa de provocación: un acusado argumenta que la proposición de una víctima provocó el comportamiento violento del acusado.
  • Defensa propia: el acusado dice que temía que una víctima, debido a su orientación sexual o identidad de género, pudiera causarle daño físico al acusado.

Crímenes de odio en cifras:

Uno de cada cinco crímenes de odio son cometidos contra miembros de la comunidad LGBT. Estos delitos han aumentado casi un 20% en las principales ciudades del país desde 2017 y casi un 30% tan sólo en la Gran Manzana.

  • 80% de los casos de los transgéneros asesinados son afroamericanos.
  • 128 casos en total de crímenes de odio fueron reportados en los primeros tres meses de 2017 en Nueva York.
  • 17 de los casos fueron ataques contra personas gay o de la comunidad LGBT.
  • 6 casos registrados contra personas trans.
  • 15 casos más contra personas LGBT que el mismo periodo del 2016.

Dónde pedir ayuda:

  • Si necesita ayuda o es víctima de ataques o abusos por su orientación sexual, puede llamar al Anti-Violence Project al 212-714-1141.
  • También puede llamar a la línea 311 y pedir transferencia a la Comisión de Derechos Humanos y poner quejas por discriminación o hechos de odio.

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