Culpa a las alitas de pollo picantes del exceso de velocidad, la policía no da crédito
Ante el volante, no hay excusa que valga y la velocidad excesiva puede ser motivo de graves accidentes
Los policías no podían creer la tremenda y peculiar excusa de un adolescente canadiense al que detuvieron por conducir a 105 millas por hora.
La Real Policía Montada de Canadá detuvo en Manitoba a un adolescente que manejaba un Chevrolet Camaro a una gran velocidad. Cuando se detuvo, el joven de 16 años dijo que había comido demasiadas alitas picantes y que por eso iba tan rápido, porque necesitaba desesperadamente un baño.
El límite de velocidad en la zona es de unas 68 millas (110 kph), así que casi lo duplicaba.
La policía estaba tan aturdida, no solo por la velocidad sino también por la excusa, que publicaron la historia en Facebook mostrando una foto de la velocidad en el contador del vehículo.
Por supuesto, aprovecharon para recordar a todos los conductores que no hay excusa que valga para no respetar las normas de seguridad vial.
El adolescente recibió una multa de $966 dólares canadienses por exceso de velocidad y, además, $203 dólares canadienses por conducir sin adulto supervisor. Eso se traduce en un total de $881 dólares estadounidenses en multas.
Le salieron bien caras las alitas picantes, a lo mejor la próxima vez se lo piensa dos veces antes de pedirlas.