Torres y Giammattei, quiénes son los candidatos a la presidencia de Guatemala

Tanto Torres como Giammattei, que se enfrentarán el 11 de agosto por la presidencia del país centroamericano, ya lo intentaron sin éxito en elecciones anteriores

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Crédito: Getty Images

No hubo sorpresas y, como preveían las encuestas, el modelo de la considerada “vieja política” se impuso en la primera vuelta de las elecciones este domingo en Guatemala.

Con más del 97% de las mesas escrutadas, Sandra Torres, quien fuera primera dama durante el gobierno de Álvaro Colom (2008-2012), fue la más votada con más de un 25% de los votos.

El segundo puesto, que era el que se planteaba mucho más disputado, fue finalmente para el líder del partido Vamos, el médico Alejandro Giammattei, con casi el 14% de los votos.

Al no haber logrado ninguno convencer al 50% de los electores, deberán enfrentarse en una segunda vuelta electoral el próximo 11 de agosto.

Los guatemaltecos acudirán de nuevo a las urnas a elegir a su mandatario para el el período 2020-2024 con la pobreza, violencia, crisis migratoria y una corrupción enquistada en buena parte del sistema político como principales de sus preocupaciones.

Tras los resultados de este domingo, sin embargo, los analistas coinciden en que los candidatos ganadores dejan lejos cualquier posibilidad de cambio o renovación que buena parte de la población aseguraba desear.

De hecho, el conocido como “antivoto” —el rechazo que muestran los electores hacia candidatos por los que nunca votarían— podría llevarnos en estas elecciones a un escenario muy similar al que se vivió en las de 2015.

Pero ¿quiénes son los dos candidatos que se disputarán sustituir a Jimmy Morales como presidente a partir de enero de 2020?

Sandra Torres, la ex primera dama de los programas sociales y líder en el ‘antivoto’

La ex primera dama Sandra Torres, de 63 años, busca por tercera vez la presidencia del país tras quedarse a las puertas en las pasadas elecciones, cuando fue derrotada por Jimmy Morales en segunda vuelta.

Sandra Torres
Torres repite protagonismo al pasar por segunda vez consecutivo a la segunda vuelta presidencial en los comicios de Guatemala. AFP

Antes ya había buscado la silla presidencial en 2011, pero debido a su entonces reciente divorcio del expresidente Álvaro Colom su candidatura fue inhabilitada por la ley que no permite presentarse a familiares directos del presidente en turno.

Esta vez llegó a los comicios como la candidata que atraía mayor intención de voto, especialmente después de que la Corte de Constitucionalidad eliminara de la carrera electoral a fuertes rivales como Zury Ríos, hija del expresidente de facto Efraín Ríos Montt; y a la exfiscal general Thelma Aldana.

Licenciada en Comunicación Social y empresaria, Torres compite como candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), una formación de estructura fuerte en el país con la que gobernó su exmarido y que se define como “socialdemócrata”, si bien los analistas la sitúan en una transición del centro-izquierda al centro-derecha.

El politólogo guatemalteco Renzo Rosal destaca que Torres cuenta con apoyo de la población —sobre todo en zonas rurales— gracias a la propuesta de “programas sociales asistencialistas que ya impulsó como primera dama” en materias como salud, seguridad alimentaria o educación.

Además de retomar este tipo de programas “con fuerza”, Torres apuesta por enfocarse en acciones de prevención y persecución de delitos como la extorsión.

Álvaro Colom y Sandra Torres
Torres fue la primera dama entre 2008 y 2012, durante el mandato de su entonces esposo, Álvaro Colom, y destacó por los programas sociales que promovió en el país. AFP

“Torres se ha erigido como una líder política relativamente fuerte. Se caracteriza por ser autoritaria, con una personalidad bastante fuerte en la que todo el partido gira alrededor de ella, impositiva y poco abierta al diálogo”, le dice Rosal a BBC Mundo.

Según el analista político, estas características hacen de Torres “el personaje político que más animadversión despierta en el país”, tal y como refleja su alto porcentaje de “antivoto” (49% de guatemaltecos le muestran su rechazo, según la Encuesta Libre publicada en abril por los medios Prensa Libre y Guatevisión).

El Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) solicitaron retirarle la inmunidad como candidata para juzgarla por presunto financiamiento ilícito en su campaña presidencial de 2015, pero la Corte Suprema de Justicia no accedió a ello.

Pese a ello, Torres evitó pronunciarse claramente en campaña sobre la Cicig —creada por el acuerdo firmado entre la ONU y el gobierno de Guatemala y cuyo mandato termina en septiembre por decisión del ejecutivo de Morales— y cuyo futuro es claramente incierto en el país.

Alejandro Giammattei, el exdirector de presidios y eterno candidato a la presidencia

Alejandro Giammattei, médico de 63 años, es un viejo conocido de los electores guatemaltecos tras haber buscado la presidencia hasta en tres ocasiones (bajo las siglas de diferentes partidos) y la alcaldía de Ciudad de Guatemala en otras dos.

“Claramente no es un hombre de partido, sino un hombre interesadísimo en ser presidente a toda costa que definen como alguien autoritario, operativo y de fuerte carácter”, subraya Rosal.

Esta vez compite con un partido con mayor identificación en su persona, Vamos, una formación de derechas con propuestas “promilitares, autoritarias y que tienen calado en una sociedad bastante conservadora”, según destaca Rosal.

Mitin de Alejandro Giammattei
Giammattei apuesta por una política de “mano dura” frente al crimen y el narcotráfico. AFP

Entre ellas, apuesta por la creación de un Consejo Nacional de Seguridad o la reactivación de la pena de muerte para hacer frente al crimen y el narcotráfico con “mano dura”.

En lo económico, apuesta por crear “un muro de inversión” en la frontera con México para frenar la migración.

Previamente, Giammattei trabajó en diferentes organismos como el Cuerpo de Bomberos, el Tribunal Supremo Electoral o el Sistema Penitenciario que dirigió entre 2005 y 2007.

Durante este período fueron asesinados en la Granja Penal Pavón siete reos durante la llamada Operación Pavo Real, organizada oficialmente para recuperar el control del centro penitenciario.

Giammattei
Giammattei tiene algunas limitaciones físicas y utiliza muletas debido a la esclerosis múltiple. AFP

Años después, el Ministerio Público y la Cicig concluyeron que la toma había sido una cortina de humo para ocultar una operación de limpieza social, y acusaron a Giammattei y otros funcionarios de participar en la presunta ejecución extrajudicial de los reos.

Tras diez meses en prisión, un juzgado cerró el caso y Giammattei recuperó la libertad, pero su oposición a la Cicig sigue siendo más que notoria al afirmar que Guatemala no necesita apoyo de organismos como la ONU para combatir la corrupción.

“No se puede renovar algo que se venció. Habría que sentarse con los órganos de justicia a evaluar sobre el proceder de la Cicig”, le dijo el candidato a BBC Mundo, convencido como Morales de que este organismo cometió excesos en su trabajo.

¿Qué puede pasar en la segunda vuelta?

Los analistas coinciden en que, gane quien gane el próximo 11 de agosto, no se espera que ninguno de los candidatos protagonice un cambio notable en la política conocida hasta ahora en Guatemala.

“La población se enfrenta a una encrucijada porque las opciones que hay no representan esa renovación que muchos esperaban, son candidatos que no provocan ese sentimiento de cambio“, le dice a BBC Mundo Juan Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) de Guatemala.

Rosal pronostica que el país tendrá “un sentir de retroceso” tras la segunda vuelta electoral y alerta que el escenario de los comicios de 2015 podría llegar a repetirse este año.

“Dado el gran nivel de antivoto, Morales no ganó las pasadas elecciones por la aceptación que tenía, sino por el gran rechazo que había entonces hacia Sandra Torres. Esta lógica probablemente se repita esta vez”, pronostica.

Torres y Morales
Analistas destacan que el rechazo de buena parte de la población hacia Torres fue lo que realmente le hizo ganar a Morales en 2015. Getty Images

“Es lo que llamo ‘escenario de la repetición’ o el ‘escenario reciclado 2015′”, asegura, pronosticando la dificultad de que la UNE logre más apoyos por ser un partido “no muy abierto a los pactos”.

Sanabria coincide en que este escenario “tiene muchas posibilidades”, pero destaca la diferencia que pueda suponer que Torres llegó en segunda posición a la última ronda de los comicios de hace cuatro años, mientras que esta vez lo hace como candidata más votada.

Sin embargo, cree que todo dependerá de las habilidades de ambos candidatos para atraer aliados, ya que “ninguno tiene los votos suficientes para ganar segunda vuelta sin alianzas”.

“Puede que la experiencia pese en este caso, dado que la UNE tiene más trayectoria y cuadros ya formados. Las posibilidades de Giammattei para generar alianzas sí que se van a poner a prueba”, opina.


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