La Cámara de Representantes aprueba la subida del salario mínimo a $15 la hora
El partido Demócrata da la luz verde a un mejor salario sobre el que el Senado posiblemente no se pronuncie
La Cámara de Representantes ha aprobado con 231 votos a favor y 199 en contra el Raise the Wage Act, la ley que permite que el actual salario mínimo suba a $15 en 2015.
Es quizá el paso más fácil de este proyecto de ley en Washington, una iniciativa parlamentaria que nació como una protesta de baja intensidad que fue creciendo por parte de los trabajadores de comida rápida en las calles de Nueva York en 2012.
Por delante queda el trámite por un Senado que a diferencia de la otra cámara del Congreso tiene una mayoría republicana tradicionalmente opuesta a la subida de esta paga mínima. Además, el proceso legislativo se tiene que completar con la firma del presidente en la ley aprobada por las dos cámaras. No está previsto que el Senado incluya este proyecto de ley en su agenda y por ello es posible que se convierta en pieza adicional de la campaña política para las elecciones del año que viene.
La ley que se aprobado en esta cámara gracias a la mayoría demócrata es muy novedosa porque no solo eleva el actual salario de $7.25 la hora actual hasta los $15 — algo más del doble– sino que además elimina en un periodo de tiempo el mínimo de los empleados que cobran propinas (que hoy ganan a nivel federal aún menos) y el de los nuevos empleados que tienen menos de 20 años. Además habrá subida también para personas con discapacidades.
El salario mínimo federal en EEUU no se actualiza desde hace algo más de una década, algo que no había ocurrido antes en la historia de esta regulación. A resultas de ello quienes los reciben han perdido una fuerte capacidad adquisitiva y precisan de asistencia pública con cargo a los presupuestos del estado.
La ley aprobada el jueves no preve que haya más medidas legislativas similares a esta ya que liga la subida y actualización del salario al aumento promedio de los salarios federales. Es una forma de mantenerla vigente de forma constante.
Para los republicanos esta subida siempre ha sido percibida como un problema para el crecimiento del empleo y, de hecho, cuando hace una semana el CBO — la Oficina Presupuestaria del Congreso– emitió su informe de previsiones sobre el efecto de esta subida se ha preferido enfatizar la posible destrucción de empleo que se apuntaba que podría rondar 1.3 millones de puestos de trabajo.
Este mismo informe, no obstante, señalaba que con $15 la hora se subirían los salarios de 17 millones de trabajadores y 10 millones más de forma indirecta que ya ganan más de esa cantidad. Más de un tercio de trabajadores afroamericanos y latinos verían sus salarios aumentar. El número de personas que vivirían con ingresos por debajo del umbral de la pobreza se reduciría en 1.3 millones. Desde los sectores más progresistas se insiste que estos beneficios compensan las posibles pérdidas de empleo.
El $15 tiene una batalla política ganada hoy en Washington pero en siete estados y varias grandes ciudades del país, entre ellas Nueva York y San francisco, la ganó antes al implementarse en legislaciones estatales que ya están experimentando qué significa vivir con este salario. Otras ciudades tienen salarios mínimos que no llegan a esta cantidad pero están decididamente por encima del aprobado federalmenten en 2009.
Los cambios estatales y la fuerte presión que esta ejerciendo un mercado de trabajo con un desempleo inusualmente bajo ha presionado a varias empresas a competir por empleados subiendo los salarios mínimos y mejorando los beneficios. Amazon y Target son algunas de las empresas que se han despegado totalmente del mínimo federal del $7.25 actual.