Video: Brutal apaleamiento con barras metálicas a manifestantes en metro de Hong Kong
Los fuertes golpes de los "miembros de la mafia" hirieron al menos a 45 personas. Algunas de ellas están en estado grave
Un grupo de hombres vestidos de blanco apalearon en un metro Hong Kong a una multitud de manifestantes. Armados con palos y barras metálicas, los atacantes propinaron golpes brutales que hirieron al menos a 47 personas. Una de ellas se encuentra en estado grave.
Parte de la multitud del metro Yuen Long regresaba de una protesta a favor de reformas democráticas. Entre los heridos está el diputado hongkonés Lam Cheuk-ting, del Partido Democrático. El diputado asuguró a la prensa local haber sido agredido por “decenas de personas” de lo que consideró “miembros de una mafia”, y recriminó a la Policía haberse demorado más de una hora en intervenir.
El ataque de este grupo de hombres no identificados transcurrió en la media noche del domingo. Las imágenes que se difundieron del momento, incendiaron las redes sociales en Hong Kong y se viralizaron por todo el mundo. El video muestra a los atacantes golpeando deliberadamente a las masas. Sobre todo, a quienes visiteran playeras negras, el color preferido de los manifestantes que apoyan las reformas democráticas.
En la entrada de la estación, en el andén, junto a una escalera mecánica o incluso dentro de los vagones, el grupo de blanco repartió bastonazos a todo aquel que se cruzara en su camino.
Snippet of a live broadcast from lawmaker Lam Cheuk ting, showing self-professed pro-Gov’t mobsters attacking passengers in train cars at #MTR #YuenLong Stn. #HongKong has 1 of the world’s highest cop to population ratio. Where were @hkpoliceforce? Lam was injured as shown live. pic.twitter.com/Aq5JmJlf5u
— Ray Chan (@ray_slowbeat) July 21, 2019
La polémica escaló cuando otro diputado, Junius Ho, se fotografió con los agresores. Ho negó relación alguna con los atacantes.
El suceso, que de momento no se ha traducido en arresto policial alguno, ha pillado por sorpresa incluso a Zachary Wong, consejero del distrito hongkonés de Yuen Long y conocedor de la presencia mafiosa en el barrio.
En dos ocasiones le han destrozado el coche y su oficina ha sido garabateada con aerosol con el carácter chino de “matar”, además de recibir llamadas intimidatorias para que retirase sus candidaturas cada vez que se ha presentado al cargo, en el que lleva desde 1988.
Wong sabe que estos grupos organizados, estas mafias locales, operan en Yuen Long desde antes incluso de que China recuperara la soberanía de Hong Kong de manos del Reino Unido, en 1997, pero no por ello le sorprende menos este ataque indiscriminado, ni la inacción policial para frenar los linchamientos.
昨日、香港の元朗で、白シャツを着た反社会的勢力の一団が、ショッピングモールや地下鉄の駅、そして車内でまで無差別に市民を襲いました。しかし香港警察は彼らを放置し、身元や持ち物を調べることも、阻止することも逮捕することもしませんでした。
↓ pic.twitter.com/WLjbqtfFc9
— 周庭 Agnes Chow Ting (@chowtingagnes) July 22, 2019
Stanley Yip, un residente de un municipio cercano a Yuen Long, aseguró a Efe haber visto a una docena de hombres ataviados de blanco apaleando a pasajeros en el mismo vagón en el que él viajaba de vuelta a casa.
“Vi a una chica pidiendo ayuda para una persona herida. Los atacantes parecían enfadados y proferían insultos. Todos rondaban la treintena o la cuarentena”, cuenta Yip, quien añade que el tren permaneció en la estación de Yuen Long más tiempo del habitual.
Al menos 45 personas fueron hospitalizadas o recibieron tratamiento, entre ellas una embarazada, según fuentes de los servicios sanitarios. Uno de los heridos permanece en estado grave, y otros tantos abandonaron el lugar ensangrentados, como se puede apreciar en las imágenes que circulan en la prensa local y en las redes sociales.
“No tengo palabras”, cuenta a Efe Wong. “Es totalmente inaceptable que las mafias apaleen a gente inocente, y que la policía no le preste atención y llegue al lugar de los ataques cuando estos han terminado”.
La policía recibió una llamada de socorro en torno a las 10:40 om (hora local). Siete minutos después, dos agentes llegaron al lugar, pero se marcharon al poco tiempo, según medios locales.
El responsable de Relaciones Públicas de la Policía de Hong Kong, John Tse Chun-chung, explicó estos dos agentes decidieron no actuar al verse ampliamente superados en número, por lo que regresaron para solicitar un despliegue mayor.
No fue hasta las 11:20 de la tarde (hora local) que apareció en la zona la Unidad Táctica de la Policía, destinada a emergencias a gran escala, que no realizó ninguna detención.
Las imágenes que han circulado por los medios locales muestran cómo no se realizan identificaciones a los atacantes y se les deja marchar sin aparentes consecuencias.
Según el consejero del distrito, el sábado pasado algunos textos en redes sociales advirtieron a los vecinos de Yuen Long de que serían atacados si acudían a la manifestación en favor de reformas democráticas prevista para este domingo, así que decidió informar de posibles altercados en la zona el domingo.
Wong señala que recibió llamadas de cinco vecinos avisándole de los sucesos, y que la policía no respondió a sus peticiones de auxilio.
“Un vecino llamó a la policía y le dijeron: ‘Si tienes miedo, no salgas’. Y colgaron. Algunos decidieron llamar a los bomberos y a las ambulancias”, apunta Wong.
Entre el bando de los manifestantes también se registraron incidentes, pero e vandalismo, entre ellos contra la sede de la delegación del Gobierno de China en Hong Kong, tras una marcha que reunió a decenas de miles de personas.
A este respecto, la oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado del Gobierno de China señaló que “algunos manifestantes radicales lanzaron bombas de pintura negra al emblema nacional colgado del edificio” y “pintaron con espray insultos en los muros exteriores”.
“Es absolutamente intolerable”, se afirma en el texto, difundido por la agencia estatal Xinhua.
Desde hace siete semanas, Hong Kong es escenario de manifestaciones que comenzaron como protestas contra una controvertida propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas defensores de los derechos humanos, podría traducirse en un acceso del régimen de Pekín a “fugitivos” refugiados en suelo hongkonés.
Para sus detractores, se trata de una ley que intimidará y penalizará a críticos y disidentes del régimen chino, mientras que sus defensores aseguran que se trata de llenar un vacío legal, ya que no existen fórmulas legales de extradición entre Taiwán, Hong Kong y la China continental.
No obstante, las manifestaciones han mutado hacia demandas más amplias sobre mejoras de los mecanismos democráticos de la ciudad, cuya soberanía recuperó China en 1997 con el compromiso de mantener hasta 2047 las estructuras dejadas allí por los británicos.