Trump seguirá restringiendo a los solicitantes de asilo y deportará a los niños no acompañados
La Administración regresará a sus países de origen a los menores no acompañados que soliciten asilo, con dos excepciones importantes
WASHINGTON — Como parte del combate a la inmigración ilegal, la Administración Trump comenzará a devolver a sus países de origen a niños no acompañados, al aplicar las nuevas restricciones de asilo en la frontera sur, según afirmaron hoy funcionarios de alto rango de los departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Durante una conferencia telefónica con periodistas, los funcionarios del DHS, y otro del Departamento de Justicia, explicaron la puesta en marcha del nuevo reglamento, emitido el pasado 16 de julio, que prohíbe el acceso al asilo a decenas de miles de migrantes que primero hayan pasado por otro país antes de llegar a la frontera sur.
El reglamento, indicaron los funcionarios, se aplicará de forma retroactiva al pasado 16 de julio, y las autoridades de Inmigración regresarán a todo migrante que no pueda demostrar que pidió asilo en otro país.
Las autoridades también devolverán a niños migrantes que lleguen a la frontera sin sus padres, aunque los niños no acompañados tienen ciertos beneficios y protecciones bajo las leyes federales.
La restricción “no aplica si el extranjero demuestra que solicitó protección de persecución o tortura, y recibió una adjudicación de su caso en los terceros países por donde transitaron”, explicó uno de los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Si esos países les niegan la protección, entonces los migrantes podrán solicitar asilo, siempre y cuando demuestren que hicieron la petición en otro país, agregó el funcionario.
En todo caso, el extranjero “tiene derecho a pedirle a un juez de Inmigración que revise su decisión”, en caso de que la solicitud sea rechazada, dijo el segundo funcionario del DHS.
La medida -calificada como un “reajuste unilateral” a la política de asilo de EEUU- es aparte de los esfuerzos dentro del programa “Quédate en México”, mediante el cual EEUU obliga a los solicitantes de asilo a aguardar la resolución de sus casos de asilo en suelo mexicano.
Desde enero pasado y hasta el pasado 1 de septiembre, EEUU había devuelto a México a poco más de 42,000 migrantes.
Según los funcionarios, la nueva restricción ayudará a “mejorar la capacidad del sistema de asilo humanitario”, e insistieron en que la prioridad de la Administración es “desarrollar una solución duradera a los asuntos de migración”.
Agregaron que la restricción ayudará a las autoridades de Inmigración a centrarse únicamente en las solicitudes con posibilidades de ser aprobadas.
En la actualidad, los tribunales de Inmigración afrontan un atasco de cerca de 400,000 solicitudes de asilo, y las decisiones pueden tomar varios años. La Administración Trump ha dicho que quiere combatir el fraude en las solicitudes de asilo.
Los funcionarios convocaron a la conferencia telefónica un día después de que el Tribunal Supremo diera luz verde para que la Administración Trump aplique la nueva restricción de asilo mientras los tribunales estudian su legalidad.
Grupos cívicos, religiosos y defensores de los inmigrantes, sin embargo, han denunciado que la restricción no sólo viola las leyes de EEUU sino también el derecho internacional.
La ley estadounidense vigente, por ejemplo, permite que las personas soliciten asilo en la frontera, sin importar por dónde entraron.
Por María Peña / Noticias Telemundo