Los médicos quieren “liberar” a esta bebé del sufrimiento; sus padres no quieren que le quiten el respirador

Tinslee Lewis de nueve meses es centro de una batalla judicial en Texas

Tinslee Lewis tiene nueve meses.

Tinslee Lewis tiene nueve meses. Crédito: (Twitter / Texas Right to Life )

El caso de una bebé de nueve meses que necesita un respirador para vivir y que podría ser desconectada de la máquina tiene confrontados a su familia, asociaciones civiles, el hospital y la ley estatal, al revivir un debate sobre el soporte vital en Texas.

Tinslee Lewis nació de manera prematura y padece una anomalía cardiaca que le provoca problemas pulmonares crónicos. Lleva hospitalizada desde su nacimiento, y en julio, cuando tenía unos tres meses, fue enchufada al respirador artificial que la mantiene con vida.

El centro pediátrico de Fort Worth (Texas) en el que Lewis se encuentra ingresada, Cook Children’s Medical Center, determinó a finales de octubre que la bebé no tiene posibilidades de recuperarse, precisará siempre de respiración asistida y que está sufriendo demasiado, por lo que lo mejor, en opinión de los médicos, sería retirarle el respirador y permitir que su vida termine naturalmente.

La familia quiere que la bebé siga conectada, pero la ley estatal permite a los médicos tomar la decisión que consideren mejor para el paciente. En caso de que la familia esté en desacuerdo, la ley le da 10 días para encontrar un nuevo hospital o para acudir ante un juez y pedirle que aplace la cuenta atrás.

Eso es lo que hizo la familia. Los días de plazo expiraron el 10 de noviembre, pero los padres, apoyados por la asociación antiaborto Texas Right to Life, interpusieron una demanda ese mismo día y lograron así una ampliación hasta el 22 de noviembre.

“No considero que lo que están haciendo con mi bebé sea lo correcto”, dijo la madre de Tinslee Lewis, Trinity, a la televisora local KTVT. Tinslee “es una luchadora”, agregó.

El hospital, por su parte, asegura que consultó con otro 20 centros médicos en todo el país y que estos estuvieron de acuerdo en la decisión de retirarle el respirador a la niña. “Creemos que la vida de todos los niños es sagrada, pero también sostenemos que ningún niño debe ser sentenciado a una vida con tanto dolor”, indicó en un comunicado.

“Consideramos que está en el mejor interés de esta hermosa niña liberarla de la intervención médica artificial y del sufrimiento”, agregó el hospital.

Texas Right to Life, la asociación que apoya a los padres, también busca que se derogue la ley de Texas.

“Este estatuto es el más draconiano de su tipo en todo el país. Dar 10 días, y ni siquiera días hábiles, es sumamente inadecuado”, aseguró la abogada Kassi Marks a la televisora KTVT.

El año pasado, el mismo hospital texano recibió permiso judicial para retirarle el soporte a una niña de 9 años, Payton Summers, declarada con muerte cerebral. La familia apeló y luchó por tres semanas para encontrar un hospital que acordara mantener la ventilación artificial para la niña, pero la menor falleció antes de que se retirara el respirador.

Texas es uno de pocos estados, junto con Virginia y California, con una ley que permite a los doctores tomar tal decisión de retirar el tratamiento. Pero el experto Thaddeus Mason Pope, de la escuela de leyes Mitchell Hamline en Minnesota, aseguró a Associated Press que en el resto del país los médicos también toman, en comité, decisiones similares aunque no haya leyes específicas.

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