Las propuestas migratorias de Biden, líder en las encuestas para competir contra Trump
El que fuera vicepresidente de Obama -criticado por el alto número de deportaciones- promete revertir políticas migratorias más "dañinas"
Washington DC? Si gana la presidencia en noviembre de 2020, el exvicepresidente demócrata Joe Biden ha prometido este miércoles que revertirá la “dañina” política migratoria de Donald Trump durante sus primeros 100 días de la Casa Blanca, y, a largo plazo, invertirá 4,000 millones de dólares durante su mandato para mejorar la seguridad en Centroamérica.
En una conferencia telefónica con periodistas, dos asesores de alto rango de su campaña presidencial delinearon las líneas maestras del plan de reforma migratoria, y sus medidas para mitigar las causas de la emigración desde Centroamérica.
Desde que llegara en enero de 2017 a la Casa Blanca, Trump no ha hecho sino “satanizar” a los inmigrantes, crear divisiones en el país, según el equipo de Biden, además de abandonar el liderazgo de Estados Unidos en el continente.
La separación de familias, el encierro de niños en “jaulas” y hacinados en centros de detención, y los arrestos en lugares de empleo, escuelas y hospitales, son ejemplos del “fracaso moral” y el “incesante ataque” de la Administración “contra los valores fundacionales del país como nación de inmigrantes”, afirmó uno de los asesores.
La campaña divulgó sus planes horas antes de un evento de Biden con el mayor sindicato de trabajadores de cocina en Nevada, un estado clave para sus aspiraciones presidenciales y de mayoría latina.
Los primeros 100 días de Biden
Biden ha prometido eliminar el programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos en el país vecino.
Según datos oficiales, más de 55,000 migrantes han sido devueltos a México, y cientos más han sido deportados a Honduras y Guatemala.
Biden prevé eliminar también la “mala gestión” del proceso de asilo político, las detenciones prolongadas, y el reglamento de carga pública para solicitantes de la residencia permanente, además de que fomenta la reinversión en programas de ayuda a los refugiados.
Biden también quiere eliminar la “veda” a refugiados y a inmigrantes de países con mayoría musulmana, y pedirá una revisión del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), que ampara a más de 320,000 inmigrantes.
El exvicepresidente, que encabeza las encuestas de opinión entre votantes demócratas, aumentaría los recursos humanitarios en la frontera y alentaría las iniciativas entre los sectores público y privado para atender a los inmigrantes.
Biden también promete proteger a los dreamers al restablecer el programa DACA, eliminado por Trump y cuyo destino definitivo depende ahora de la Corte Suprema.
En esos primeros 100 días también eliminaría la declaración de emergencia nacional en la frontera, con la que está financiando la construcción del muro con fondos militares. Un tribunal federal ordenó ayer frenar esta actividad de forma preventiva,
Además, Biden restablecerá las prioridades de deportación implementadas durante el Gobierno de Barack Obama, de quien era vicepresidente, poniendo énfasis en inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales; e invertirá “capital político” en una reforma migratoria que modernice el sistema de visas.
Su plan prevé también trabajar con el Congreso para legalizar a los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país.
Sus asesores no pudieron precisar si ordenaría desmantelar las entre 400 y 450 millas de muro que Trump pretende completar para finales de 2020.
Desarrollo y seguridad para Centroamérica
También se ha comprometido a mitigar la emigración ilegal desde Centroamérica mediante un plan integral que fomente la “seguridad y prosperidad” en la región.
Ese plan pasa por una estrategia regional de al menos 4,000 millones de dólares en un plazo de cuatro años, el fomento de la inversión privada y del desarrollo económico, y un mayor combate a la pobreza y a la “corrupción endémica”.
A cambio, los países de Centroamérica deberán invertir sus propios recursos e implementar “reformas verificables y significativas” en las áreas de seguridad y justicia, y una mayor capacitación de las fuerzas policiales.
En el marco del combate a la corrupción, Biden ordenaría la revocación de visas y congelamiento de bienes de individuos implicados en corrupción en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Biden promete que promoverá la estabilidad económica y creación de empleos en Centroamérica mediante el trabajo con instituciones multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, para respaldar proyectos de infraestructura y fomentar inversiones extranjeras en la región.
En el plano comercial, el plan prevé una revisión de la eficacia del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y la República Dominicana, para resguardar las protecciones laborales dentro del pacto.
¿De dónde saldrá el dinero?
Tanto la inversión de los 4,000 millones para Centroamérica como la financiación de otras medidas migratorias provendrían de “ahorros” dentro del presupuesto anual para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), particularmente del gasto para la detención de solicitantes de asilo.
“Por ejemplo, en los últimos dos años, el DHS ha gastado casi 1,000 millones de dólares adicionales al año solo en camas e instalaciones de detención. Como el plan se aleja drásticamente de eso, habrá ahorros significativos que pueden ser canalizados a otros aspectos del plan”, señaló un asesor.
Biden y el voto latino
Evadieron comentar la reciente renuncia de Vanessa Cárdenas, la asesora latina de mayor rango en la campaña presidencial y que, según allegados, dejó el cargo por discrepancias en torno a la retórica de Biden y la escasa atención al electorado latino.
Sin embargo, enfatizaron que en la mayoría de las encuestas Biden aparece en el primer o segundo lugar de preferencia entre los latinos.
Citaron una encuesta reciente de Telemundo que le dio el 26% del voto de los latinos demócratas, comparado con el 18% para el senador Bernie Sanders, el 10% para la senadora Elizabeth Warren, el 3% para la senadora Kamala Harris, que abandonó la contienda la semana pasada, y el 2% para el ex secretario de Vivienda, Julián Castro.
“No dependemos mucho en las encuestas, pero guían nuestro trabajo”, dijo uno de los asesores, al señalar que los latinos confían en Biden para asuntos como la salud, la economía, inmigración, y la protección ambiental.
Los latinos “continuarán fortaleciendo su apoyo” a Biden en estados como Nevada, California y Texas y “en todo el país” porque la campaña “trabajará por cada voto”, vaticinó.
Biden ha querido arroparse con el legado de Obama (2008-2016) en el campo migratorio, pese a que el exmandatario registró cerca de tres millones de deportaciones, una cifra récord en la historia del país.
En una reciente entrevista con Telemundo, Biden no ofreció disculpas por las deportaciones e insistió en que Obama hizo lo posible ante la inacción del Congreso.
“Pienso que vale la pena señalar que no hay comparación entre lo que está haciendo ahora Trump con los inmigrantes y la comunidad latina y lo que pasó durante la Administración Obama-Biden, y los republicanos no respaldaron un proyecto de inmigración”, dijo el asesor, quien vaticinó que los activistas apoyarán el plan.
Trump ‘convertirá’ una religión en una nacionalidad como estrategia para evitar discriminación
Arrestan a doctores que buscaban “salvar vidas” en centro de detención de inmigrantes
¿Qué piden los congresistas demócratas que se oponen al juicio político contra Trump?