Cómo tener una mejor estadía en el hospital
Tratar de no tener que ir al hospital es un buen objetivo. Pero los problemas que requieren una visita al hospital a veces no se pueden evitar (por ejemplo, cirugía o una caída). Incluso una hospitalización corta puede ser estresante y agotadora.
Con todo ese ruido, la desorientación, trastornos del sueño y más, un hospital “no es un ambiente muy restaurador”, dice Deena Goldwater, MD, PhD, profesora clínica asistente en UCLA con especialidad en cardiología geriátrica. Algunas personas incluso experimentan lo que se conoce como “síndrome post-hospitalario”, que se caracteriza por problemas de salud continuos y un riesgo elevado de volver a ser ingresado en el hospital.
De hecho, alrededor del 17% de los pacientes de Medicare necesitan regresar al hospital en los siguientes 30 días después del alta, según un informe estadístico de 2019 de la Agencia de Investigación y Calidad de la Atención Médica. Y otra investigación ha demostrado que la mayoría de estas readmisiones no están directamente relacionadas con el motivo original de la hospitalización.
Una de las formas más efectivas de prevenir el síndrome post-hospitalario es que alguien en quien confíes abogue por ti y sea tu apoyo, dice Karen Schoelles, MD, vicepresidente de excelencia clínica y seguridad del Instituto ECRI, una organización sin fines de lucro que promueve la atención basada en la evidencia.
Si no tienes quien pueda ayudarte, Goldwater recomienda que le pidas a tu médico de atención primaria que te ayude a encontrar un trabajador social. Si terminas en un hospital y no has tenido tiempo para prepararte, una enfermera debería poder ponerte en contacto con un trabajador social o un coordinador de atención.
Hay muchos otros pasos simples que puedes seguir para sentirte más seguro y cómodo la próxima vez que necesites quedarte en el hospital. Y harán que sea menos probable que tengas que regresar.
Falta de sueño
Un hospital puede ser un lugar con mucho ruido y movimiento a todas horas, y no dormir lo suficiente puede conducir a una curación más lenta y exacerbar las sensaciones de desorientación. Pero las siguientes estrategias pueden ayudarte a resolver problemas que podrían interferir con el descanso:
Ruido: si los tapones para los oídos no son suficientes, pide que te asignen una cama más lejos de la conmoción. “Si alguien está en riesgo de delirio o caídas y necesita supervisión continua, lo que suelen hacer es acercarlo a la estación de enfermeras”, dice Schoelles. “Desafortunadamente, ahí es probable que haya un mayor nivel de ruido”.
Schoelles recomienda que alguien permanezca despierto junto a tu cama (o que varias personas se roten) durante la noche para asegurarse de que no te pongas en riesgo de una caída.
Si las enfermeras saben que un amigo o miembro de la familia está atento, pueden acordar ubicarte en una habitación más alejada de la estación. Y si el pitido de tus máquinas te molesta, las enfermeras pueden minimizar muchos de los ruidos en tu habitación, dice Goldwater, siempre y cuando sigan emitiendo pitidos de forma remota.
Luz: sigue tu patrón de sueño habitual tanto como sea posible. Incluso si te sientes cansado, dormir demasiado durante el día alterará el ritmo de tu cuerpo.
Abre las persianas, eso te ayudará a mantenerte despierto, dice Tammie Michael, DNP, miembro de la facultad del Centro Médico de la Universidad de Texas en Galveston, que trabajó como enfermera de cirugía médica y estudió formas de reducir el reingreso hospitalario. Por la noche, pídele a alguien que apague las luces.
El personal que te despierta: en muchos hospitales, una enfermera te despertará a las 3 o 4 de la mañana para tomar tus signos vitales o sacarte sangre para pruebas de laboratorio. Si puedes, busca hospitales con unidades especiales diseñadas para adultos mayores, donde las enfermeras a menudo se aseguran de no despertar a los pacientes entre, por ejemplo, las 10 de la noche y las 6 de la mañana, dice Michael.
Úlceras por presión (llagas)
Las úlceras por presión, también conocidas como llagas, son áreas de piel dañada causadas por permanecer en la misma posición durante demasiado tiempo. Se pueden formar en el transcurso de un solo día y provocar infecciones graves.
Para evitar que se formen, ponte en movimiento tan pronto como puedas. Si no te puedes mover, pídele a un miembro del personal que alguien te mueva o te voltee con seguridad en la cama, dice Michael.
Desorientación
Algunos pacientes sufren de delirio postoperatorio, que puede manifestarse en forma de confusión, disfunción cognitiva y cambios en el comportamiento. Si bien es algo temporal, esta afección puede durar hasta 6 meses y es más común en los adultos mayores. Hay investigaciones recientes que han demostrado que cerca de una cuarta parte de los adultos mayores de 65 años experimentan delirio durante la hospitalización.
Los pacientes y sus familiares pueden malinterpretar estos síntomas como una enfermedad nueva o no relacionada. Luego “llegan al ciclo de regresar continuamente al hospital”, dice Michael. Y esto puede empeorar el delirio, porque estar en un hospital puede ser desorientador.
Para ayudar a prevenir esta afección, es importante que alguien te acompañe o que tengas objetos que te sean familiares en el hospital, y pregunta sobre los planes de alta, ya que regresar a casa más pronto puede ayudarte.
Poder ver y escuchar con claridad también es clave, así que asegúrate de llevar los anteojos o audífonos que uses regularmente, dice Goldwater.
Debilidad muscular
Las investigaciones muestran que solo unos pocos días de reposo en cama puede causar que los adultos mayores pierdan masa muscular, lo que contribuye a una movilidad limitada.
Es importante que te levantes lo antes posible, con ayuda si es necesario, incluso si es solo para sentarte en una silla. Si puedes, camina por los pasillos.
Schoelles y Michael han escuchado a muchos familiares decir: “Recién tuvo una cirugía. ¿No podría descansar hoy?” Pero, Schoelles dice, “realmente es lo mejor para una persona que el personal lo saque de la cama”.
Infecciones
Las infecciones hospitalarias se presentan por varias razones frecuentes.
Los catéteres pueden provocar infecciones de la vejiga, los puntos de inserción de las vías intravenosas pueden infectarse, los pulmones colapsados o el líquido acumulado en los pulmones pueden provocar neumonía y los empleados y visitantes del hospital pueden transferir gérmenes a la piel o heridas abiertas. Pero, estas medidas de sentido común pueden ayudarte a reducir el riesgo.
Cuando sea posible, opta por un orinal de cama o caminar lentamente hacia el baño en lugar de usar un catéter, dice Schoelles. Informa a una enfermera inmediatamente si notas enrojecimiento o irritación alrededor de la vía intravenosa, y asegúrate de que la cambien regularmente.
Si tu respiración es poco profunda debido al dolor, el hospital debe proporcionarte un dispositivo llamado espirómetro de incentivo, que fomentará la respiración profunda, dice Michael.
Sentarte, si puedes, te ayuda a prevenir que se acumule líquido en los pulmones. Recuerda a cualquier persona que te toque a ti o a tu cama que se lave las manos primero, y pide a los visitantes que usen toallitas de papel desechables impregnadas en cloro para limpiar las superficies.
Lo que debes saber antes del alta
Antes de dejar el hospital, tú o tu cuidador deben asegurarse de que algunas cosas estén en orden.
1. Verifica tu régimen de medicamentos. Asegúrate de que tú o tu cuidador sepan exactamente qué medicamentos necesitas tomar y cuándo, especialmente si hay un cambio en tu rutina regular, dice Schoelles. Pide a alguien que anote todo lo que te indiquen.
2. Programa tus citas de seguimiento. Si te has sometido a una cirugía, haz una cita con tu médico de atención primaria antes de irte, dice Goldwater. Tu cirujano, que también hará un seguimiento a tu caso, podría concentrarse solo en el sitio quirúrgico, dice, por lo que debes pedirle a tu proveedor regular que verifique todo lo demás.
3. Busca el equipo que necesites. Si vas a ir a casa, pregúntale a una enfermera sobre artículos especiales que necesites para tu recuperación. Por ejemplo, podrías necesitar alquilar una cama que te permita levantar la cabeza hasta unos 90 grados, dice Michael. De ese modo, puedes sentarte sin necesidad de que alguien te levante. Habla con tu aseguradora y el hospital sobre cómo puedes alquilar, pedir prestado o comprar lo que necesitas.
4. Mantente hidratado. Es posible que necesites comer e hidratarte más de lo que te gustaría para sanar más rápido y prevenir la obstrucción intestinal. Pregunta a tu médico si determinados alimentos te ayudarían. Si no te gusta el agua, Michael sugiere mezclarla con jugo u otros saborizantes para hacerla más sabrosa.
Nota del editor: este artículo también aparece en la edición de enero 2020 de Consumer Reports On Health.
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