Día de servicio, alimentar al que no tiene
Se esperan voluntarios en Harlem y Bronx para empaquetar y distribuir alimentos
El lunes no es un día festivo sin escuelas, sin bancos y con descuentos en los comercios como en otras ocasiones durante el año. El día en el que se conmemora y recuerda al luchador por los derechos civiles Martin Luther King Jr., es una jornada, sobre todo, de servicio y en Nueva York el Food Bank hace una llamada para que voluntarios ayuden con un problema que afecta gravemente a la ciudad, el hambre.
Esta organización que colecta y reparte comida entre una población vulnerable y numerosa tiene previsto que cientos de voluntarios trabajen en las instalaciones del Food Bank para preparar, cocinar, servir y distribuir un total de 1,500 raciones de comidas para las comunidades de Harlem y Bronx.
Los 400 voluntarios que se esperan además de oficiales electos, también tienen la tarea de preparar y empaquetar comida que será distribuida por los cinco condados porque no solo estos barrios son los más afectados por la falta de recursos. Brooklyn es uno de los lugares donde más falta hace el alimento que pueda llegar, según los estudios que hace regularmente esta institución.
Este día de servicio, que patrocina el fabricante de pasta Barilla es el final de un fin de semana en el que en honor del legado de Martin Luther King voluntarios en el Bronx han empaquetado unas 50,000 libras de comida para su distribución.
La labor que se hace a través del Food Bank es crítica para personas que no tienen casas, quienes viven en refugios o quienes tienen dificultades para poner comida en la mesa, entre ellos muchos inmigrantes y familias trabajadoras con salarios insuficientes y a los que no les alivian los cupones de comida (SNAP) porque estos no son suficientes. Estos han sido recortados varias veces y apenas alcanza en una ciudad donde los costos de los alimentos son más elevados que el resto del país.
La red de distribución de comida de emergencia sigue siendo necesaria en el siglo XXI durante uno de los periodos de mayor crecimiento económico de la historia reciente. De hecho la demanda de esta ayuda es alta.
El 74% de las despensas y comedores comunitarios reportaron un aumento en el número de visitantes el año pasado y desde el Food Bank se confirmó que algunos servicios de distribución de alimentos se hacen directamente a las casas porque muchos inmigrantes tienen miedo de ir a buscar ellos mismos lo que necesitan.