Corey Johnson presenta nueva ‘receta’ para detener crisis de desamparados en NYC

El presidente del Concejo Municipal da 90 recomendaciones que incluyen evitar a toda costa los refugios y priorizar la vivienda permanente

En invierno el problema se hace más latente en el sistema de transporte.

En invierno el problema se hace más latente en el sistema de transporte. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

En la ciudad de Nueva York se presentó este jueves la tercera ‘receta’ de los últimos tres meses, para encarar con nuevos ingredientes la creciente crisis de los desamparados. Esta vez fue el presidente del Concejo Municipal Corey Johnson, quien dio a conocer sus 90 recomendaciones para encarar el espinoso drama de los “sin techo”. Pero, ¿cuál es la diferencia de los planes que lo anteceden?

“El enfoque de la Ciudad ha sido simplemente manejar esta crisis a corto plazo. Este es un plan estructural, para resolver el tema de raíz”, aclaró Johnson, ante el escrutinio de los medios locales, durante la presentación de su plan en las escalinatas de la Alcaldía.

La nueva estrategia, presentada con el respaldo de 100 coaliciones, tiene como puntos principales de acción el priorizar la vivienda permanente, evitar que las personas terminen en las calles o en refugios, además de aumentar el monto de los subsidios de alquiler, para equipararlos a la realidad del mercado.

“Trabajamos durante 18 meses para crear esta visión integral, a largo plazo, para abordar uno de los problemas más antiguos de nuestra ciudad”, comentó Johnson.

La nueva receta, para abordar la tragedia que significa que cerca de 70,000 personas están sin hogar en la Gran Manzana, incluye exigir a las autoridades y los legisladores estatales más acción.

Se propone a los asambleístas en Albany que aprueben leyes para aumentar el monto para los subsidios de renta, para quienes experimentan o corren el riesgo de quedarse sin casa.

“Actualmente, la asistencia para el alquiler es absurdamente baja. Por ejemplo, los cupones actuales solo permiten gastar un máximo de $1,580 en una vivienda de dos habitaciones. Eso debería incrementarse a la tasa de mercado justa de $1,951”, exigió el legislador neoyorquino.

Johnson: nuestro plan propone resolver el problema de raíz.

Y es que algunas cuentas respaldan esta idea. Alojar a una familia de cuatro en un refugio, cuesta $5,900 por mes. Esa misma familia de cuatro integrantes, cuesta $8,223 al mes en un hotel. Con ese mismo dinero se podría cubrir el alquiler de un apartamento por mucho más tiempo.

 “Es una opción de vivienda más estable y menos traumática. Si el Estado continúa renunciando a su responsabilidad, la Ciudad debe establecer un programa para aumentar la asistencia de alquiler”, aseveró.

Respaldan la propuesta

Las nuevas propuestas empiezan a tener respaldos. Christine C. Quinn, presidenta de Win, una coalición que impulsa el ajuste del programa de vales de alquiler (CityFHEPS), para llevarlos a los niveles reales del mercado, razona que este paso sería clave para que  miles de familias abandonen los refugios, para abrir las puertas a una vivienda permanente.

“Seamos claros, todos los días que no actuamos, miles de madres y niños sin hogar languidecen en refugios con vales de alquiler que son claramente insuficientes, para ayudarlos a pagar un apartamento, en cualquiera de los cinco condados”, precisó

De acuerdo con la activista de Win, las familias que abandonan los refugios con un subsidio de vivienda rara vez regresan: el año pasado, solo el 1.3% de las familias retornaron dentro de un año. En comparación, con el 21.6% de las personas que se fueron a viviendas sin subsidio.

El docente de origen dominicano, Jason Rivera, lucha por una ciudad sin niños en albergues.

“Es duro tener alumnos sin casa”

El registro de más de 22,000 niños que viven en albergues, es uno de los ángulos más dolorosos  que trata de resolver esta nueva estrategia, la cual surge en medio de fuertes presiones, ante lo que organizaciones han señalado como el pico más alto de ‘homeless’ desde la Gran Depresión y la mayor escasez de viviendas a precios razonables en la Gran Manzana.

El docente de origen dominicano Jason Rivera, de 28 años, desde que empezó a impartir clases en escuelas públicas de El Bronx y Brooklyn, ha conocido muy de cerca el rostro de centenares de niños que asisten a aulas, pero que al salir terminan en el ambiente violento de los refugios, en donde han permanecido inclusive por años.

 “Esto es un asunto humano. Como maestro es muy duro saber, que tienes alumnos que no tienen una casa, que no tienen un espacio adecuado para estudiar y hacer sus tareas. Desde que conocí esta realidad me sensibilicé y me he puesto a trabajar para los que necesitan más ayuda”, narra Rivera,

Este docente por inspiración propia, apoya todas las iniciativas que busquen “dar una mano” a quienes por alguna circunstancia deben enfrentar el dolor de encontrarse en las calles, más aún si son niños de familias inmigrantes.

“Si cuesta ir a la escuela, concentrarse y aprender con problemas de pobreza, imagínate por un segundo vivir en un refugio. Eso me paraliza como ser humano. Creo que todos debemos, desde nuestra posición ayudar, no solo exigirle al gobierno”, remató el educador.

Un informe de Advocates for Children of New York (AFC) que analizó el año escolar 2018-2019, encontró además que en general 34,000 estudiantes vivían en refugios de la ciudad y unos 73,750 vivían en viviendas temporales con familiares o amigos. 

La mayoría de estudiantes sin hogar viven en El Bronx, Brooklyn y el Alto Manhattan.

En esta dirección el abultado programa que surge en el seno del Concejo Municipal, agrega un programa piloto específico para familias con niños que se ubican en el espectro de la inestabilidad de la vivienda, con el objetivo de que en estos casos, la Ciudad olvide el concepto de la temporalidad de un albergue, para dar paso a un sistema que los lleve a viviendas permanentes.

En tiempos de inviernos cualquier rincón del Subway es ideal para buscar calor.

Tres planes, en tres meses

El ascendente número de desamparados en las calles de la ciudad de Nueva York es una realidad que se hace más evidente con la fuerza del frío. Miles de personas que prefieren estar en las calles, antes que en los albergues, hace que esta tragedia humana se haga más palpable en estos días en el Subway y en instalaciones de servicios públicos, como Penn Station.

El alcalde Bill de Blasio, explicó al anunciar en noviembre pasado la nueva etapa del plan para ayudar a desamparados, denominado “Inserción en el Subway”, que se integraron 8,000 trabajadores de diferentes agencias para reforzar su  plan original HOME-STAT, lanzado en 2016.

Esta última iniciativa de la Alcaldía, se basa en incluir a más agencias de la Ciudad para aumentar la interacción, persona por persona, y ofrecer servicios médicos, salud mental, refugios temporales y ayudas en general a los ”sin techos”.

La comisionada del Departamento de Servicios a los Desamparados de la Ciudad (DHS), Molly Park, aseguró que todos los programas en desarrollo por parte de la Alcaldía, han ayudado a más de 2,450 personas a salir de las calles, al poderlas introducir en programas de transición y vivienda permanente.

Por su parte, este miércoles el contralor municipal Scott Stringer, anunció el plan “La vivienda que necesitamos”, que aunque no aborda de manera puntual el drama neoyorquino de los desamparados, propone desmontar todos los planes de viviendas asequibles aplicados hasta ahora, incluyendo los subsidios a los proyectistas habitacionales.

El funcionario de forma radical, dijo que luego de seis años de auditorías sobre los planes habitacionales dirigidos a los más pobres en la ciudad de Nueva York, su conclusión es que se “debe romper por completo el actual modelo”.

Ahora, a esas dos recientes propuestas del Alcalde y el Contralor, se une esta del presidente del Concejo quien asegura que sus iniciativas son clave para mermar lo que él mismo calificó como una “crisis humanitaria”.

6 líneas maestras de la receta Johnson:

  • Presionar al gobierno estatal y federal para la inversión en viviendas asequibles, bajo el criterio de que no es una crisis que la Ciudad pueda manejar por sí sola.
  • El programa define como línea maestra, que quienes abandonen un refugio para ir a una vivienda permanente, nunca más regresen a estos lugares. Eso implica una serie de tácticas que implica subsidios y programas integrales médicos y de salud mental.
  • La creación de un sistema de refugios seguros con el personal y presupuesto adecuado, que garantice una cama para cada persona sin hogar.
  • Promover un moderno sistema de rastreo médico para abordar las necesidades de vivienda a corto y largo plazo, para poner fin a la puerta giratoria de los hospitales a las personas desamparadas.
  • Programas de cuidados posteriores, para brindar a las personas que hacen la transición del refugio a la vivienda permanente los apoyos médicos y de salud mental que necesitan.
  • Crear la figura de un coordinador de personas sin viviendas en la Alcaldía, para integrar las políticas de  personas sin hogar y agilizar la coordinación.

Desamparados en cifras:

  • 8.4 millones de habitantes hay en NYC.
  • 1 en cada 125 neoyorquinos son desamaprados.
  • 70,000 personas, aproximadamente, están desamparada actualmente.
  • 3,000 y más duermen cada día en las calles.
  • 16,000 familias son desamparadas.
  • 22,000 niños son desamparados.
  • 1 de cada cinco adultos solteros y casi 1 de cada 10 familias con niños regresaron a los refugios dispuestos por la ciudad en el promedio de un año.
  • 165% aumentará la población de ancianos en la ciudad de Nueva York para el 2030, se proponen estrategias para crear alarmas y estrategias en los adultos mayores, para impedir que estén en situación de calle o albergues.
  • 53% de los liberados de la población carcelaria del estado, terminan en un refugio de la Ciudad.

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